La rotación de productos A-B-C

Almacén de piezas pequeñas dedicado a la ferretería, suministro industrial, bricolaje y construcción.
Otro de los factores decisivos que influyen en la agilidad y coste de las operaciones es la demanda del producto o mercancía; razón por la cual los artículos más solicitados deben estar más cerca de los muelles de entrada y salida de mercancía. Para ello se utiliza el concepto de rotación. Según el consumo de los productos, estos se clasifican en:
A. Alta rotación: entran y salen unidades continuamente. Son muy demandados.
B. Media rotación: entran y salen, de manera habitual, menos cantidad que de los A.
C. Baja rotación: son los que están más tiempo en el almacén y su demanda es baja.
En la mayoría de los almacenes se cumple la teoría del 80/20 o Diagrama de Pareto, según el cual, el 80% de las ventas está concentrado en el 20% de los productos mientras que el 20% restante de las ventas se distribuye entre el 80% de los productos que quedan.

Representación gráfica del Diagrama de Pareto.
Como es lógico, el tratamiento que se ha de dar a los flujos de materiales ha de ser diferente según se presente una rotación A, B o C. Aquí se ilustran dos ejemplos de posibles criterios aplicables:

Distribución de productos a lo largo del almacén en función de su rotación

Distribución de una estantería (normalmente se aplica al picking)
En el primer ejemplo, los productos A se han ubicado más cerca de la zona de recepción y expedición. En el segundo ejemplo, los productos A se alojan en la zona más ergonómica de la estantería.
Para realizar la distribución más lógica de un almacén, es necesario analizar cada caso y puede no ser tan simple, ya que probablemente existan condicionantes que deban tenerse en cuenta.
En ocasiones, será aconsejable colocar los productos agrupados por sistemas de almacenaje, buscando el mayor aprovechamiento posible del espacio disponible. Pero en otras situaciones, sin embargo, se primará la agilidad y el menor empleo de tiempo en las operaciones. En los casos en que sea factible, se buscará la combinación de ambos factores.
Un ejemplo que muestra esto es la habitual combinación de estanterías convencionales y compactas en un almacén, destinando el sistema compacto a los productos de gran rotación.
Algunas conclusiones sobre los flujos y la rotación
Los costes de manipulación se pueden reducir y, por lo tanto, un almacén puede ser más rentable, si se aplica una correcta distribución de los productos según su consumo, una adecuada manipulación, el correcto orden de los flujos y una correcta ubicación de los puntos de procesos intermedios.
Para conseguir un almacén optimizado es esencial elegir adecuadamente los equipos de almacenaje, tanto el tipo de sistema utilizado como las carretillas o los equipos de manutención empleados.
Los diferentes sistemas de almacenaje (convencional, compacto, dinámico, etc.) tienen cualidades distintas que los hacen óptimos para cada caso que se presente. El tener un buen sistema de gestión de almacenes (SGA) es fundamental para conseguir los objetivos indicados.