Los sistemas automáticos de gálibo y control de palets (PIE)

Los puestos de inspección de entrada (PIE) son sistemas automatizados de control de gálibo y de calidad de palets. Estos elementos son imprescindibles en todo almacén automatizado, ya que su función es la de garantizar que tanto la mercancía como los palets que entren en la instalación son aptos para circular por ella y no provocarán ningún tipo de accidente.

En este artículo analizaremos en qué consiste un puesto de inspección de entrada, qué elementos lo conforman y cuál es su aplicación en un almacén automático.  

 

El PIE garantiza que el palet que entra en el sistema de almacenaje cumple con los requerimientos de la instalación
El PIE garantiza que el palet que entra en el sistema de almacenaje cumple con los requerimientos de la instalación

¿Qué es un puesto de inspección de entrada? 

Un puesto de inspección de entrada (PIE) es una estación ubicada al inicio de un circuito de transportadores que se encarga de validar que el palet que entra en el sistema de almacenaje cumple con los requerimientos para que pueda manipularse sin dañar la mercancía ni la instalación. Es un sistema automatizado de control de calidad.

Los elementos que conforman el PIE sirven como sistema de seguridad, pues evitan que se produzcan daños y accidentes en la instalación, a la vez que asegura la productividad del almacén.

Así, un PIE está compuesto de manera específica por:

  • Control de gálibo: mediante unos sensores de tamaño y movimiento, el sistema comprueba las dimensiones y la estabilidad de la mercancía. Debe asegurar que  no se desplome el palet con el movimiento y que su tamaño sea el adecuado para poder ser manipulado y almacenado.
  • Control de palets: mientras se ejecuta el control de gálibo, la mercancía accede a un sistema de control de huecos y patines que verifica el buen estado del palet para ejercer su función de soportar el peso de la mercancía.
  • Báscula: un sensor colocado en un extremo del transportador de rodillos pesa la mercancía para confirmar que sea acorde con la admitida  por las estanterías del almacén.
  • Lector de código de barras: junto a uno de los extremos del control de gálibo se ubica un lector de código de barras, que se encarga de transmitir la información al SGA, para que el operario verifique que la mercancía sea la correcta.

Asimismo, estos elementos propios del PIE se integran dentro del sistema de almacenaje automatizado, donde encontramos:

  • Mesa hidráulica: un operario coloca la mercancía en una mesa hidráulica que eleva el palet a la altura del transportador, como paso previo a que pase por el PIE.  
  • Estación de trabajo: situada en el extremo de la mesa hidráulica, desde allí el operario registra la entrada de  los palets en el almacén y verifica la validez del producto gracias a un monitor conectado al SGA. En el caso de que la etiqueta de la mercancía y la orden recibida desde el ERP no concuerden, el operario puede rechazar el artículo.
  • Transportador: la mercancía pasa de forma automática por el puesto de inspección mediante un sistema de transportadores, que garantiza la fluidez de la circulación de los palets en toda la instalación.
  • SGA: el software de gestión de almacenes registra el producto en el sistema y, en caso de cumplir con los requisitos del almacén, le asigna una ubicación en el lugar más conveniente.
  • Sistemas de seguridad: a lo largo de la instalación, Mecalux posiciona numerosos sistemas de seguridad que certifican tanto la integridad de la mercancía como del operario y de la instalación. Ejemplo de ello son, entre otros, los cerramientos de seguridad que rodean distintos elementos del almacén.

¿Cómo funciona un PIE? Del gálibo al SGA

Los puestos de inspección de entrada ratifican el buen estado del palet y la mercancía para facilitar la operatividad en toda instalación. De este modo, un operario coloca la mercancía paletizada en una mesa hidráulica para que entre en el circuito de transportadores. Una vez dentro, la mercancía se mueve automáticamente a 20 metros por minuto, pasando por los diferentes elementos que componen la estación.

Primero, el palet debe superar el control de gálibo, que mide:

  • Altura
  • Anchura
  • Peso (con ayuda de la báscula, situada en uno de los extremos)

Mientras se ejecuta ese proceso, un lector de código de barras verifica que el paquete cumple con las medidas, el peso y las condiciones previamente introducidas en el sistema por el proveedor.

Después, el PIE evalúa el estado de los palets mediante un sistema de control de huecos que valida que estos sean aptos para que los equipos de manutención carguen y descarguen el producto, y un control de patines que ratifica la estabilidad del palet ―y de la mercancía en la estantería―.

Una vez comprobada la idoneidad del producto y de su respectivo palet, el PIE envía la información al SGA, que ordena la entrada del artículo en el circuito de almacenaje y asigna su ubicación dentro del almacén.

Todo sistema de almacenaje automático, con un rango de temperatura de entre -30 ºC y 40 ºC, puede complementarse con un circuito de reacondicionamiento. Esto es especialmente recomendable cuando el número de ciclos de entrada y salida de producto es muy elevado. Para ello, se coloca paralelamente a la instalación otro circuito de transportadores, que llevará el producto defectuoso hacia un aparte, donde un operario podrá reparar los daños, depositar la mercancía sobre un palet esclavo ―si fuera necesario―, o retirarla definitivamente en casos más extremos. 

Control de calidad automatizado

El papel del puesto de inspección de entrada dentro de un sistema de almacenaje automático de palets es insustituible, al garantizar el correcto estado tanto de la carga como del palet que la sostiene.

Gracias a contar con un lector de código de barras conectado con el SGA, el PIE se emplea también como doble validación de la mercancía, ya que corrobora que los datos de la etiqueta en el sistema concuerden con los introducidos por el proveedor (número de registro, lote, unidades, etc.)

De hecho, este elemento actúa como sistema de seguridad en el almacén, pues una carga no conforme  podría dañar la mercancía, los equipos de manutención o, en el peor de los casos, poner en riesgo la salud de los operarios. 

PIE, pilar para la automatización

En definitiva, un puesto de inspección de entrada es obligatorio en toda instalación de almacenaje automático, dado que ejerce de control sobre el estado de la mercancía y facilita la conexión con el SGA.

De esta manera, automatizando el proceso de control de entradas en el almacén, se alcanza una mayor productividad gracias al aumento de ciclos y, sobre todo, a una reducción de errores en la gestión de las ubicaciones.

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