Un negocio con baches

27 mar 2014

El sector de equipos y componentes de automoción en España vive un momento de cambio.La deslocalización,la carencia de empresas con la dimensión adecuada y unos costes de mano de obra que se acercan a la media europea están produciendo una reorientación de la actividad.

Si hay un ámbito económico que lleva varios meses viviendo sobre el alambre es el de la automoción.Y dentro de él, los fabricantes de equipos y componentes nacionales son conscientes de que se están produciendo profundos cambios que afectarán a su actividad durante los próximos años.

Ésta es la argumentación básica que sostiene un reciente informe ("La industria de equipos y componentes de automoción en España, horizonte 2010") de la consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC). Señala el estudio que los fabricantes de equipos y componentes nacionales se enfrentan tanto a desafíos económicos como técnicos. Entre los primeros hay tres que destacan sobremanera, y que dan una pauta muy clara sobre cuáles serán los niveles de exigencia a partir de ahora.

Ganar tamaño

Las empresas de componentes han adolecido de pequeño tamaño.Esta situación es un lastre que hay que vencer para poder mantener el ritmo impuesto por los fabricantes de vehículos en cuanto a innovación y desarrollo tecnológico, por lo que una prioridad es aumentar el tama- ño.

Algo que no resulta siempre fácil,y menos barato.Además de esta masa crítica,también es imprescindible tener una estructura financiera adecuada: resulta básico asegurarse una mínima dimensión para hacer frente a las necesidades crecientes de financiación, debido a las nuevas oportunidades de negocio que crean los constructores con sus políticas de outsourcing, globalización e inversión en I+D+i.

El otro gran desafío constituye un nuevo problema en nuestra estructura económica: los costes de mano de obra.Paso a paso, los costes laborales españoles se acercan a la media europea y esto está provocando que haya un transvase hacia los denominados países emergentes, sobre todo de la antigua Europa del Este.

Desafíos técnicos

A estos retos económicos se suman los técnicos. El número de lanzamientos de nuevos modelos es cada vez mayor, y su nivel de exigencia en cuestiones de calidad y diseño aumenta paulatinamente. Además, España carece de centros de fabricación propios y los de decisión no se encuentran en nuestro país, lo que supone sumar un elemento de incertidumbre.

Para redondear este intranquilizador círculo, no hay que olvidar que la mayoría de las fábricas españolas no cuentan con centros propios cualificados para el desarrollo de nuevas tecnologías y sistemas.

Todo esto tiene una sólida explicación.El aumento de la competencia interna –comenta el estudio de la consultora– ha forzado a los constructores a reducir sus costes de ingeniería, desarrollo y producción entrando y compitiendo en los mercados exteriores, y a desarrollar y lanzar vehículos que ocupen determinados nichos, con unas previsiones de venta por debajo de los modelos tradicionales.

En este ambiente, la competencia se intensifica debido a la llegada de más constructores y fabricantes de equipos y componentes en nuevos mercados. A tenor de todos estos razonamientos, ¿cuál será el comportamiento del sector de la automoción durante los próximos años?

65 millones de vehículos

Pues se entremezclan las luces y las sombras. Aunque, tal vez, sean las primeras las que están demostrando más pujanza. Según un estudio de Autofacts (el equipo de analistas de la división de automatización de PwC), el volumen de producción global se elevará desde los 57 millones de vehículos de 2003 hasta los 65 durante 2010.

Unas cifras que demuestran un potencial vigoroso a pesar, fundamentalmente, del lastre que suponen los precios del petróleo. Este buen comportamiento vendrá motivado por el tirón de la zona de Asia-Pacífico, responsable del 41% de esa progresión.

También se sumará Norteamérica, que alcanzará los 16 millones de unidades. Europa del Este será la tercera región de mayor crecimiento en los próximos años. Se espera que su producción pase de los tres millones de vehículos anuales a los cuatro en 2010.

Como señala el informe, es básico que cada agente sepa cuál es su posición respecto a los clientes y a la competencia, sus líneas de producto y su estrategia de gestión. Sólo si la empresa conoce estas cuestiones en profundidad podrá trazar una estrategia ganadora.Y es que, tal y como concluye el estudio de PwC:

"El progreso únicamente se produce con el cambio. Si los fabricantes de equipos y componentes del sector de automoción quieren sobrevivir, el cambio es inevitable. Los constructores de vehículos y sus proveedores deberán aceptarlo y aprender a trabajar en equipo para encontrar soluciones que aumenten el valor y la rentabilidad: ignorar los problemas no los eliminará".

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DOS SALIDAS: COMPRAR O FUSIONARSE

El número de proveedores de componentes del automóvil se reduce al mismo tiempo que las compañías se fusionan o salen del negocio, y esta tendencia parece que continuará, señala la consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC).

Ante la necesidad de conseguir un tamaño suficiente para resultar competitivas, las firmas de componentes están buscando operaciones corporativas (compras o fusiones) que les permitan obtener la dimensión que necesitan. El tamaño da la posibilidad a los proveedores de componentes de ofrecer más productos a sus clientes y repartir los costes indirectos entre un mayor volumen de producción para reducir gastos y precios.

De paso, esto facilita a las empresas incrementar su capacidad de servicio a los constructores que están produciendo vehículos y componentes en todo el mundo. Comprar producción Un aspecto importante, indica la consultora, en las ventas para los fabricantes de componentes, es poder hacer sistemas integrados y módulos globalmente. Gracias a la compra de capacidades de fabricación adicionales para integrar productos y reducir costes, los grandes proveedores elevarán su cuota de mercado entre los constructores.