Un motor a todo gas

27 mar 2014

Un combustible accesible,más barato que el petróleo y menos contaminante.Los motores de gas natural son ya una realidad dentro del mundo del transporte de pasajeros y una oportunidad para las flotas de vehículos comerciales.Su problema:la escasa red de estaciones de repostado.Una solución a la espera del definitivo motor limpio.

Imagine que la misma empresa que le suministra el gas con el que calienta el agua de su casa le llenase el depósito del coche.En realidad no hace falta imaginarlo, existe. Los motores de gas natural circulan por las calles españolas aunque su uso a nivel comercial es todavía escaso.

Ahora que está tan de moda ser ecológico, puede parecer una pequeña revolución en el mundo de los combustibles, pero lo cierto es que los primeros motores de gas natural datan del siglo XIX. En Italia, el país europeo donde esta tecnología está más desarrollada, se construyen vehículos con este gas desde la década de los años veinte.

Estos motores pueden utilizar gas natural comprimido o licuado, aunque en la actualidad la gran mayoría de estos vehículos funcionan con gas comprimido.La principal ventaja de este tipo de combustible es la reducción en más de un 20% de las emisiones contaminantes y de efecto invernadero que emanan a la atmósfera con respecto a los motores propulsados por combustibles obtenidos del petróleo.

En un mundo donde el cambio climático y el calentamiento global empiezan a mostrar sus efectos y el precio del petróleo es cada vez más caro, los motores-de gas natural deberían significar una solución a la espera de nuevos combustibles totalmente limpios. La Asociación Internacional de Vehículos de Gas Natural (IANGV, según sus siglas en inglés), sin embargo, cifra el número total de este tipo de vehículos en torno a los seis millones.

Sólo en algunos países de América del Sur, como Argentina –que es el país con mayor parque– y Brasil, se ha desarrollado de forma considerable esta tecnología. En Europa los motores de gas natural están presentes sobre todo en Italia y, en menor proporción, en Alemania, mientras que en el resto de naciones se trata de algo residual circunscrito al transporte público de pasajeros. Este es el caso de España, que ocupa el puesto número 38 en el ranking de la IANGV, con menos de 1.000 vehículos propulsados por este combustible.

Repostado imposible

La aceptación y proliferación de esta clase de vehículos depende de la disponibilidad de estaciones públicas para repostar gas natural”, así de contundente se muestra Alfredo Martín, responsable de marketing y producto en la Dirección de Desarrollo de Vehículos de Gas Natural de IVECO.Una opinión basada en la realidad. Según la IANGV, España poseía en 2005 (últimos datos facilitados) únicamente 28 estaciones de servicio con un surtidor de gas natural, lo que hace imposible que estos vehículos abunden.

El repostado es el principal problema del motor a gas natural. En la mayoría de los países de Europa no existe una verdadera red de estaciones de servicio, lo que unido a la autonomía de los depósitos de gas –menos de 400 km– hace inviable esta tecnología para el usuario. La empresa gala Gaz de France está intentando sortear este gran problema con la instalación de pequeños surtidores de gas en los hogares con el fin de llenar los depósitos de los vehículos.

Hasta que esta iniciativa se generalice en toda Europa,los motores de gas natural están condenados a sólo ser útiles para el transporte público de viajeros y para las flotas de las empresas más concienciadas con el medio ambiente.Madrid,por ejemplo, cuenta en su flota de autobuses urbanos con un total de 235 vehículos, “aunque con el objetivo de aumentar el número en 150”, precisa Julián del Olmo, responsable de la División de Planificación y Calidad Técnica del Consorcio Metropolitano de Transportes.

El repostado, para ellos, no es un problema.“Hemos habilitado una cochera especial para estos vehículos en la cual disponemos de surtidores de gas que nos provee la compañía Gas Natural”.

Mayor rendimiento

En los datos del transporte público madrileño se puede apreciar la bondad de este combustible; si bien el rendimiento energético de los autobuses de gas es de entre 1,4 y 1,8 veces menor al del gasoil,“la rentabilidad final del gas natural es mayor,puesto que el precio del litro de gasóleo es más del doble que el del metro cúbico del gas.Esta diferencia compensa de sobra el inferior rendimiento del gas natural, hasta el punto de que las infraestructuras necesarias para repostar son amortizadas rápidamente gracias al menor precio del combustible”,comenta del Olmo.

Pero el mayor beneficiario de los autobuses de gas natural es el medio ambiente. Estos vehículos cumplen con la normativa europea anticontaminante como Vehículo Ecológicamente Mejorado (VEM). Desde IVECO –firma que suministra la mayor parte de los autobuses de gas natural de Madrid y otras diez ciudades en España– apuntan más datos acerca de las bajas emisiones de esta tecnología.

“El nivel de emisión de óxidos de nitrógeno (Nox), los más contaminantes, del motor Cursor 8 GNC es aproximadamente igual al previsto en la futura reglamentación Euro 6, que entrará en vigor en 2012.Por lo que vamos adelantados a la normativa”, asegura Alfredo Martín.

Empresas sostenibles

La escasa red de estaciones de servicio de gas natural impiden su desarrollo comercial, sin embargo, este combustible es una muy buena opción para flotas de vehículos de compañías e industrias. Con la instalación de un surtidor en la propia empresa, resulta una tecnología con grandes posibilidades para distancias cortas.

Los vehículos industriales de gas natural han demostrado ser competitivos en cuanto a prestaciones, capacidad y costes de explotación, con la enorme ventaja añadida de sus bajísimos niveles de contaminación, lo que los hace ideales para el transporte urbano de pasajeros o mercancías. Una buena respuesta en la lucha frente al calentamiento global, a la vez que contra la subida y escasez del petróleo, aunque no constituye la solución definitiva para la cuestión de la combustión.

Cierto es que las reservas de gas natural en el mundo son mayores y no están tan explotadas como las del oro negro, pero el gas no deja de ser un combustible fósil,perecedero y todavía algo contaminante, por lo que aún habrá que esperar para el primer motor limpio.

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LA ESTRUCTURA DE UN MOTOR DE GAS

Hay que tener en cuenta que los motores de gas natural comparten órganos estructurales con los de gasolina tradicional por lo que a simple vista no son muy distintos. La diferencia fundamental está en el regulador de presión del motor, ya que el gas natural se encuentra comprimido en el depósito del coche y tiene que reducir su presión a un valor cercano al atmosférico.

A partir de ahí, el proceso de la combustión se realiza con mezcla estequiométrica, es decir, la mezcla de aire-combustible en la proporción precisa para la combustión completa, sin exceso de aire ni de combustible, lo que provoca el descenso de emisiones contaminantes.

En el interior

El de IVECO Cursor 8 GNC funciona con un ciclo Otto. En primer plano destaca en rojo la tapa del tren de distribución, que acciona las 24 válvulas del motor; en gris claro el conjunto estructural del bloque con la nervadura para rigidización y atenuación sonora; la bancada estructural debajo del bloque en azul; y debajo, en varios colores, el conjunto de cárter insonorizado. En gris y verde sobresale el turbocompresor fijado al colector, con el accionamiento de la válvula de descarga. Otro detalle es el refrigerador de aceite integrado en el bloque, con tapa dorada.

 

EL FUTURO ESTÁ HECHO DE HIDROGENO

Hidrógeno. Esa es la palabra que todos los expertos pronuncian cuando se les pregunta por el futuro del transporte. Buenas prestaciones motoras, bajo nivel de ruidos y, sobre todo, cero emisiones contaminantes a la atmósfera, simplemente vapor de agua que se produce al transformar el hidrógeno en la electricidad que mueve el motor.

Entonces, ¿cuál es el problema? “El inconveniente actual para su utilización masiva es su obtención en cantidades válidas mediante procesos competitivos en coste, y desarrollarlo como combustible de automoción con lo que ello comporta en trasiego, manipulación y almacenaje a bordo”, asegura Alfredo Martín, responsable de marketing y producto en la dirección de Desarrollo de Vehículos de Gas Natural de IVECO.

Un precio alto

A pesar de que el hidrógeno es uno de los gases más abundantes en la Tierra, rara vez se encuentra solo. Del gas natural es de donde se extrae la mayor parte de este otro gas, con lo que el coste resulta, por lo tanto, alto. Si, por ejemplo, cada unidad de petróleo cuesta un dólar, una unidad de hidrógeno vale entre dos y tres dólares.

Aun así, a largo plazo, el hidrógeno puede ser más beneficioso que los combustibles obtenidos del petróleo. Un kilo de hidrógeno proporciona tres veces más energía que uno de gasolina. Por este motivo, las grandes marcas de automóviles apuestan por este combustible. Honda lanzará, previsiblemente en 2008, el primer modelo comercial de esta tecnología en base a su prototipo FX Concept.