Evitar la deslocalización en un mercado global pasa por estar a la última en innovaciones tecnológicas.Gestamp, multinacional española de componentes para el automóvil, sigue esta filosofía. Su último paso: ahorrar tiempo en el soldado de piezas gracias a una nueva tecnología por láser suministrada por Trumpf.
Desde todos los ámbitos se repite hasta la saciedad: para competir en una economía global hay que invertir en I+D. O lo que es lo mismo: para evitar que otros países con menores costes laborales se lleven parte de la producción que, hasta hace poco, se realizaba en las naciones más industrializadas, hay que gastar dinero en nuevas tecnologías.
Innovaciones que permiten concurrir en el mercado a base de trabajadores más productivos, y no con menores salarios. Este es el caso de la “alianza por el rayo láser” entre el grupo tecnológico alemán Trumpf y la conocida multinacional española de componentes de automó- viles Gestamp.
Trumpf ha desarrollado un láser que recorta el tiempo de soldadura de piezas de componentes para automóviles hasta en un 30%. Se trata del láser de disco, o scanning, “una novedad dentro de esa tecnología que pusimos a la venta a principios del año pasado”, explica Joahnnes Buehrle, jefe de ventas de sistemas láser de la firma germana.
“Hay dos tipos de láser, según la longitud de onda”, señala Buehrle. “Está el de dióxido de carbono, que es bastante costoso para el corte o las soldaduras en profundidad”, comenta. “Este último trabaja con un juego de varios espejos que focalizan el láser y que hacen que el camino óptico del rayo sea bastante complicado”, cuenta el experto alemán.
“Por otro lado, tenemos el láser de disco; lo último que hemos desarrollado.La calidad del rayo es muy alta, tiene un diámetro muy fino y el foco resulta más pequeño, con lo que pro porciona mayores niveles de fiabilidad y flexibilidad en la producción de piezas”, indica Joahnnes Buehrle.
Más productividad
La mayor parte de las piezas que componen un automóvil (como las puertas o la chapa) se ensamblan soldándose. Puede hacerse de dos formas, o por resistencia, con el uso de pinzas, o con láser.La soldadura por pinzas es más barata, pero lleva más tiempo. La de láser es más cara, pero altamente productiva, ya que disminuye el tiempo de producción del ensamblaje hasta en un 30%.
La tecnología necesaria para este tipo de manufactura vale unos 50.000 euros; un equipo de láser de disco puede costar hasta 500.000. Pero es una inversión en tecnología que se amortiza muy pronto, aseguran en Trumpf. Y apenas se tardan 30 días en formar a un operario para que sepa usarla.
Sin embargo, todavía hay muchas empresas que utilizan el antiguo sistema para soldar chapas. Aunque ya algunos grupos apuestan por los nuevos avances para ganar competitividad en un sector voraz, como es el de la industria automovilística. Es el caso de Gestamp, que trabaja para grandes marcas de coches, como Seat o Volkswagen.
“Los constructores están interesados en introducir elementos innovadores en sus carrocerías, con dos objetivos básicamente: disminuir el peso y reducir los costes de las piezas”, comenta Michel García, responsable de desarrollo de tecnología láser de Gestmap.
“Pocas empresas ofrecen tecnologías punteras como la soldadura láser de taylored blanks o la remota por láser o scanning”, precisa García.Y continúa: “Nosotros poseemos es ta capacidad y podemos garantizar un servicio completo, desde el diseño del producto hasta su fabricación en cualquier lugar del mundo”. “Esta inversión en nuevas tecnologías es determinante y con ello logramos ser competitivos en los mercados europeos”, concluye el técnico francés.
Un sector competitivo
Y esto es así en un sector, el de la industria del automóvil, altamente competitivo a nivel mundial, y crucial para la economía española. Aporta el 8,4% del producto interior bruto (PIB), el 7% del empleo industrial (uno de los mejor pagados y más productivos) y el 26% de las exportaciones.
En España hay 18 plantas, de 11 fabricantes, que emplean a 72.000 trabajadores, y las empresas proveedoras, como Gestamp, alcanzan las 250.000. Nuestro país es el tercer productor europeo de automóviles y el séptimo del mundo. Estos grandes números se han resentido en los últimos años, marcados por un parón en el crecimiento del sector.
Tan sólo progresó un tí mido 0,91% en 2006 respecto al ejercicio de 2005, según datos de la patronal del automóvil Anfac.La competitividad de los modelos a menor precio introducida por las marcas asiáticas amenaza a la hasta ahora pujante industria europea.Y las firmas del Viejo Continente estudian la deslocalización de parte del proceso productivo de sus vehículos a países con mano de obra más barata, como Europa del Este o Asia.
Soldadura tridimensional
Este contexto convierte a los avances tecnológicos en una herramienta estratégica para competir. “El empleo de materiales cada vez más sofisticados y de alta resistencia obligan a la utilización de procesos de soldadura más rápidos y eficientes, que puedan adaptarse a estos nuevos ensamblajes”, comenta Michel García.
La nueva celda de soldadura láser RWS 3D cumple esta función. La instalación se compone de un láser de disco bombeado por diodos de la marca Trumpf, con una potencia de 4,4 kW. Del generador sale una fibra de 25 m, que se conecta a un cabezal PFO específico con espejos motorizados de gran velocidad y precisión.
Este cabezal va a bordo de un robot.Todo el sistema se coordina desde un ordenador y consolas de programación, que permiten soldar al vuelo y a alta velocidad piezas de geometrías muy complejas. “El ahorro se consigue básicamente en el tiempo de fabricación”, subraya Joahnnes Buehrle.
“Soldar un pieza con pinzas, sin láser, puede llevar en algunos casos más de un minuto, mientras que con él se tarda un mínimo de 30 segundos”, asegura el jefe de ventas. La inversión es “mucho más alta”, reconoce este experto, pero los costes de mantenimiento resultan más bajos, casi nulos.
Sistema de alimentación
La máquina de láser de disco en la que se basa Gestamp para desarrollar sus nuevos métodos de ensamblaje tiene la apariencia de una caja,o un armario,de unos 3 m de largo,1,5 de ancho y casi 2 de altura.Dentro de ese espacio se aloja el sistema de alimentación de los diodos, parte de la refrigeración y el control de agua y aire.
Todo está conectado intrínsecamente a través de una fibra con una longitud a la medida de la instalación concreta. Su tamaño puede ser de 10, 20,30 ó 50 m. Unida al aparato de láser está la cabina de soldadura. La fibra va hasta la cabina, donde se encuentra el puesto de trabajo. Con el lá-ser se pueden trabajar piezas tridimensionales, efectuar a la vez varias tareas y flexibilizar gran parte del trabajo de soldadura.“Se utiliza en la industria del automóvil desde 1987, y su aplicación en este sector tiene su origen en Alemania”, dice Buehrle.
“Se usa mucho en las empresas de países muy desarrollados, aunque poco a poco también comienza a aplicarse al ensamblaje en naciones de Europa del Este y Asia”, describe el experto alemán.
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PRESENTE EN 14 PAÍSES
Gestamp Automoción y Grupo Gonvarri, este último especializado en actividades como proveedor de acero plano desde final de la década de los cincuenta, son las dos principales líneas de actividad de Corporación Gestamp. Un conglomerado al que hasta hace poco también pertenecía Esmena, fabricante de sistemas de almacenaje, que fue adquirido por Mecalux.
Facturar 1.900 millones
Gestamp Automoción, por su parte, tiene presencia en 14 países y cuenta con 46 plantas de producción, de ellas 34 en la Unión Europea, cinco en Sudamérica, cinco en Norteamérica (EE UU y México) y dos en Europa del Este. Posee además seis centros de I+D y en total ocupa a más de 9.500 personas, y durante 2006 facturó unos 1.900 millones de euros.
El momento más intenso en la historia reciente de la empresa fue 2004, cuando adquirió una división (especializada en estampación caliente) de la siderúrgica sueca SSAB Hardtech por 158,1 millones de euros y se hizo con la mayoría de Gonvarri tras pagarle 118 millones a Arcelor, por el 25% del capital que la siderúrgica tenía en la sociedad.
ANÁLISIS DEL PROBLEMA
✑ En un sector tan competitivo a nivel internacional como el del automóvil, cualquier ventaja comparativa es fundamental. Este problema también se plantea en las empresas de componentes como Gestamp, necesitadas de las últimas tecnologías para competir en precio y calidad. Un entorno de deslocalización de esta industria hacia países con salarios más bajos hace que las firmas ubicadas en naciones avanzadas, como España, tengan que invertir más en tecnología.
CLAVES DE LA SOLUCIÓN
✑ La aplicación del láser de disco ideado por Trumpf para la soldadura de chapa permite ahorrar hasta un 30% de tiempo de trabajo y ganar en calidad en los diseños tridimensionales. Esto genera una economía de costes considerable que se traduce en una posición más competitiva en el mercado de componentes.