Entrevista: José Luis Évora, director general de Tecna 2000

07 ene 2003

Tras 25 años consagrándose a la comercialización y al alquiler de carretillas elevadoras, el Grupo Lapurbide, presente en España y Portugal a través de distribuidores, emprendió hace dos años un ambicioso proyecto: convertirse en fabricante con la puesta en marcha de Tecna 2000.

José Luis Évora, director general de todo el grupo y artífice de esta iniciativa, opina que la maquinaria de manutención debe ser tan segura como cualquier automóvil: “Nuestras carretillas elevadoras y tractores de tracción son los únicos del mercado con sistema antivuelco en giro, lo que evita los numerosos accidentes que hoy día se producen en la industria española”.

¿Cómo y por qué surge la idea de convertirse en fabricante?

El Grupo Lapurbide, con sede en Navarra, lleva 25 años trabajando en el sector de la manutención. Es la primera arrendadora de este tipo en España y la segunda en Europa con unas 2.300 unidades. Durante la última década es cuando se ha producido su expansión con la creación de empresas dedicadas al alquiler y a la comercialización en Barcelona, Madrid, Valencia, Logroño, Zaragoza, Jaén, etc., y recientemente en Lisboa.

A lo largo de su trayectoria hemos trabajado con todo tipo de marcas, sabiendo lo mejor y lo peor de cada una. Por tanto, durante años hemos buscado la máquina perfecta: aquella con los mismos sistemas de seguridad que un coche, con la máxima visibilidad a través del mástil, con un mínimo mantenimiento, con autonomía de hasta 16 horas... El sueño se ha cumplido fabricándola.

¿Cree que en el mercado de la manutención todavía hay espacio para nuevas marcas?

Sí, nosotros somos la prueba. Ya han confiado en Tecna 2000 industrias como Volkswagen, Opel, Campofrío, Valeo, SEAT, etc., que por su volumen de negocio van un paso más allá en cuanto a lo que se refiere a seguridad y prevención de riesgos laborales. Estas compañías exigen unos niveles muy altos en estas materias.

¿En qué posición se encuentra Tecna 2000 en el sector de la manutención con respecto a la competencia?

Actualmente, si medimos la competencia según el grado tecnológico, estamos por delante de todas las marcas. En el futuro es de suponer que la mayoría de ellas apuesten, tal y como hemos hecho nosotros, por la seguridad.

Por pura lógica, en cuanto a implantación de productos, somos nuevos en el mercado. No obstante, en nuestra trayectoria, todavía breve, ya nos hemos posicionado como líderes con determinadas máquinas en el ámbito nacional. Concretamente, con los tractores de arrastre y las carretillas eléctricas de dos toneladas.

Entrando más en detalle, ¿qué aporta el producto de Tecna exactamente?

Principalmente, fuimos pioneros en la fabricación de tractores con un sistema bimotor de tracción basado en la corriente alterna, abandonando la corriente continua tradicional. La misma tecnología se emplea en la producción de toda la gama de carretillas elevadoras. Esto posibilitó la incorporación de novedosos elementos de seguridad como el sistema antivuelco en giro, que ya está reduciendo el índice de accidentes laborales.

La inexperiencia, el exceso de confianza, las condiciones del suelo, los giros bruscos, etc. pueden provocar un vuelco de la máquina y, en consecuencia, la muerte incluso del conductor. Otras marcas disponen de estabilizadores de cargas, pero no es lo mismo, ya que no corrigen la trayectoria de la máquina. En definitiva, Tecna aporta fiabilidad, economía y seguridad.

¿Qué otras características destacaría de las máquinas Tecna?

El sistema electrónico de reducción de velocidad en giros —al tomar una curva con velocidad, ésta se reduce proporcionalmente a los grados de giro—, el ajuste de la velocidad máxima —gracias a un dispositivo es posible limitarla sin perder potencia—, la limitación de la velocidad en zonas predeterminadas —sistema que se activa por sensores instalados en áreas de tránsito, por ejemplo, en las que el conductor debe poner especial cuidado— y la restricción de la velocidad con el mástil desplegado —al elevar la carga a una altura determinada, se reduce automáticamente la velocidad de desplazamiento de la carretilla—.

El Grupo Lapurbide ha apostado por el alquiler y, en consecuencia, desde Tecna se afirma que su producto se adapta perfectamente a esta modalidad de negocio. ¿Por qué el arrendamiento en vez de la venta?

Realmente, no se trata de elegir una opción frente a otra, sino que nos adaptamos a lo que los clientes están demandando como la elección que mejor se ajusta a sus necesidades. Por tanto, se trata de dar una respuesta adecuada con sistemas técnicos y humanos.

Los distribuidores deben contar con un equipo de profesionales cualificados que pueda resolver las incidencias de la maquinaria rápida y eficazmente. Bien es cierto que para ello se requiere una alta especialización y unos medios mucho mayores que los que exige la simple actividad comercial. El producto, por su parte, debe ser fácil y práctico en sus reparaciones y funcionar con el mínimo mantenimiento.

Un ejemplo es que muchas de las averías que se producen en nuestras máquinas se solucionan por teléfono. El operario tiene la posibilidad de ponerse en contacto con nuestro servicio técnico para describir las señales luminosas del panel de control, de modo que desde este departamento se le puede explicar cómo resolver la situación de modo sencillo.

Hablando del sector de la manutención, ¿en qué situación cree que se encuentra y cómo ve su futuro más próximo?

Hoy, este mercado atraviesa un momento difícil pero ni más ni menos que cualquier otro. Sin embargo, nosotros estamos realmente ilusionados porque constatamos que somos capaces de dar respuesta a las nuevas exigencias que se plantean día a día. En el ámbito de la manutención, la innovación y las buenas prácticas son el camino a seguir. Además, este sector ha demostrado que sabe adaptarse a las circunstancias cambiantes del entorno económico. La diferencia entre una empresa y otra radica en quién se adelanta y en quién va a remolque de los cambios.

En cuanto a los resultados económicos y de producción, ¿qué cifras ha obtenido Tecna tras sus dos primeros ejercicios?

Seguramente, aunque hubieran sido mediocres, me vería obligado a calificarlas como buenas. No obstante, con absoluta sinceridad, el desarrollo y la evolución del proyecto Tecna sigue con paso sólido. Estamos orgullosos de los resultados alcanzados. En 2001 fabricamos 300 unidades y, este año, hemos llegado a las 700.

Las instalaciones fabriles, ubicadas en Navarra, están preparadas para satisfacer una mayor demanda, que es lógico que se produzca de forma paulatina. Además, la planta está concebida como si fuera una factoría de automóviles, es decir, a partir de tecnología y desarrollos propios se subcontratan partes de la producción para después llevar a cabo el ensamblaje. Por tanto, es una producción muy flexible.

¿Qué previsiones tienen para 2003?

En primer lugar, continuaremos con el desarrollo de nuevos modelos hasta completar toda la gama. Una vez cumplido este objetivo, la distribución de las máquinas Tecna será en exclusiva. En segundo lugar, saldremos al mercado exterior. En marzo de 2003 estaremos presentes en Manutention 2003, que tiene lugar en Paris, la segunda feria de manutención más importante que se celebra en Europa.

Será nuestra presentación oficial en el ámbito internacional. El propósito es contactar con aquellas empresas que estén interesadas en nuestras máquinas y crear así una red europea de distribuidores. Sin embargo, estos no son los primeros pasos en el mercado exterior; actualmente estamos fabricando tractores de arrastre para el grupo multinacional de manutención Clark.

A través de él, ya hemos exportado tanto a Estados Unidos como a los Emiratos Árabes, donde están trabajando concretamente con tractores cabinados Tecna con una temperatura media de 50ºC y un 90% de humedad.

¿Qué proyectos se han marcado a largo plazo?

Evidentemente, posicionarnos como una de las grandes del sector de la manutención. Además, continuar investigando y desarrollando sistemas innovadores que destaquen nuestros productos sobre los de la competencia.

Hasta el momento, algunos de estos proyectos de investigación han sido patrocinados por la Consejería de Industria del Gobierno de Navarra y por el CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), organismo que depende del Ministerio de Ciencia y Tecnología, que promueve el desarrollo tecnológico de las empresas españolas.

Fuente: Ana de la Hoz




La corriente alterna

Desde la dirección de Tecna 2000 explican las ventajas de equipar la maquinaria de manutención con motores de corriente alterna. Junto con el fabricante navarro muchas otras marcas ya los están incorporando, conscientes de la relevancia que estos sistemas están teniendo en el sector.

Los motores de corriente alterna o trifásica, además de reducir en gran medida el ruido que producen, garantizan elevados valores de rendimiento en cuanto a aceleración, velocidad punta, inversión de marcha y frenado.

Un claro beneficio son los bajos costes energéticos, con un porcentaje más elevado en la recuperación de energía durante el frenado, consiguiéndose un ahorro del 10% al 12%. También existe una considerable rebaja en la inversión en baterías porque los periodos operativos por carga son aproximadamente una hora más largos.

Por otra parte, este tipo de motores incorpora componentes de bajo mantenimiento e incluso lo reduce totalmente. Tienen una larga vida útil y no disponen de materiales sensibles al desgaste como, por ejemplo, el colector, las escobillas o los contactores.

A su vez, el motor de corriente alterna hace que la carretilla responda al más mínimo movimiento del pedal acelerador, lo que permite que el conductor regule la velocidad de la marcha de forma precisa y evita que apenas tenga que frenar manualmente.

Por este motivo, el sistema de frenado hidráulico se emplea, exclusivamente, en situaciones de peligro. La aceleración predefinida, además, aporta una velocidad constante durante la bajada de pendientes o rampas e incluso transportando la carga, lo que incrementa la seguridad.