Croacia es un país cuya evolución económica ha estado ligada a su desarrollo político. Tras declarar su independencia del Estado socialista de Yugoslavia en 1991, vivió en conflicto militar hasta 1995. El establecimiento definitivo de la nación como una república independiente, sin enfrentamientos armados, trajo consigo una nueva etapa.
Esto explica que el Gobierno croata esté muy preocupado por establecer lazos empresariales con la Unión Europea, dado que de hecho ya pidió entrar a formar parte de ella durante 2003; en junio de 2004 consiguió ser candidato oficial y se espera que las negociaciones para entrar a ser miembro terminen en 2007 ó 2008. Croacia está llevando a cabo políticas para favorecer y atraer a la inversión extranjera en su territorio.
El Ministerio de Economía, Trabajo y Empresa croata aplica la Ley de Promoción de la Inversión que, entre otras cosas, proporciona incentivos y ayudas fiscales para los inversores propios y foráneos.
Entre los incentivos se pueden citar las facilidades para obtener permisos de construcción, apoyos económicos por creación de puestos de trabajo, y ayudas de hasta el 50% de los costes de formación a empleados. Los impuestos sobre beneficios pueden tener una exención de diez años para empresas con más de 75 trabajadores y 60.000 kunas –unos 8.500 euros– de inversión.
Una puerta abierta
Además de las cuestiones de política de incentivos, Croacia puede ser una nación interesante en la que invertir por otras razones. Según Olja Zaninovic, segunda secretaria de la embajada de Croacia en España, su país "es una excelente puerta de entrada a otros estados de la zona, como Bosnia o Albania".
Desde un punto de vista práctico, a pesar de que en el país se reconoce que administrativamente aún es necesario mejorar y eliminar burocracia, se está avanzando rápidamente: "Hace poco se ha abierto una ventanilla para inversores extranjeros y es posible crear una empresa entre cinco a 15 días tan sólo", comenta Olja Zaninovic.
Otras cuestiones prácticas a la hora de profundizar en el país es el idioma, las comunicaciones y la mano de obra. En cuanto a la primera cuestión, los croatas dan por hecho que su lengua es poco conocida, por lo que se habla con soltura inglés y alemán.
En lo que respecta a las comunicaciones, en los últimos años se ha construido una importante red de autopistas por el país, además también dispone de puertos marítimos y de comunicación entre estos y el interior. De hecho, el puerto de Rijeka, al norte del país, enlaza por ferrocarril el interior y llega hasta Hungría.
En relación a la mano de obra, en la actualidad hay una tasa de paro considerable, por encima del 18%,y la cualificación en general es alta, una tónica que se repite en todos los países poscomunistas. De hecho, dado su elevado número de ingenieros, según Zaninovic, "abrir fábricas de tecnología punta podría ser una buena opción".
Oportunidades para españoles
Puede que la tecnología sea una posibilidad pero no es la única. Según un informe de la Oficina Económica y Comercial de España en Zagreb, elaborado en 2005, el sector más atractivo para la inversión española es el turístico.
En estos momentos siguen en manos del Estado centenares de hoteles que no se han privatizado; el turismo por barco hacia las islas croatas es otro negocio aún por explotar en forma de puertos deportivos que se deberán construir; y a ello hay que sumar el interés por desarrollar campos de golf y parques de recreo que apoyen el ocio turístico.
Una manera de acceder a esos hoteles es el Fondo de Privatización: una cartera de empresas en las que el Estado todavía tiene participación y que ofrece a inversores foráneos. Otro sector de interés para la inversión extranjera, y en particular la española, es el de la energía que, según la embajada croata en España, hasta el momento no se ha comenzado a privatizar.
Las energías renovables y alternativas están en el punto de mira del Gobierno y pueden ser una vía de entrada de capital interesante. Por lo que se refiere al resto de sectores, la agricultura, pesca y ganadería representan un 9% del PIB croata, pero se va reduciendo paulatinamente por la falta de inversiones; en este sentido la reforma del sector es necesaria y España puede aportar conocimiento y modernización.
En lo que respecta a la industria, que acapara el 97% de las exportaciones, las oportunidades españolas, según el citado informe de la Oficina Comercial en Zagreb, pueden encontrarse en los campos de la informática y la robótica.
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CASO PRÁCTICO: MANGO
Aunque el comprador croata puede verse condicionado por su poder adquisitivo, tiene unos gustos, en cuanto a moda, cercanos a los nuestros. Esto lo saben bien en Mango, la cadena española de ropa femenina. Se trata de uno de los ejemplos que evidencian que las empresas españolas –aunque no pertenezcan al sector turístico – pueden tener oportunidades en este país.
La firma llegó a Croacia en 2002 con un local en su capital, Zagreb, en régimen de franquicia. Un año más tarde, en septiembre de 2003, inauguró un nuevo punto de venta en Split. Ese mismo ejercicio, Mango abrió una segunda tienda en Zagreb.
En septiembre de 2004, la compañía continuó extendiéndose por el país, con la apertura de un establecimiento en Zadar, ciudad costera frente al mar Adriático. El último paso lo ha dado el pasado mes de febrero de 2005, con la inauguración de la quinta tienda en el país, en concreto en Osijek, ciudad al norte de Croacia.
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A favor
✑ El Gobierno croata está apostando con fuerza por atraer la inversión extranjera, y para ello ofrece atractivas bonificaciones fiscales.
✑ Es un país joven con grandes posibilidades de crecimiento, favorecido por la llegada de fondos europeos destinados, sobre todo, a mejorar las infraestructuras.
✑ Existe un vasto y prometedor desarrollo en las comunicaciones.
✑ La mano de obra está cualificada (con un peso significativo de los ingenieros), y hay una buena demanda.
En contra
✑Barreras burocráticas y falta de agilidad administrativa.
✑ Las empresas del Fondo de Privatización croata pueden ser lastres.
✑ Los sectores más interesantes, como el inmobiliario, requieren de inversiones cuantiosas, y por lo tanto de alto nivel de apalancamiento.
✑ El salario neto es bajo (519 euros al mes en 2004), pero las contribuciones por seguros sociales resultan elevadas y esto puede restar atractivo.
✑ Insuficiente red de infraestructuras viarias.
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Direcciones imprescindibles
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