Segway: productividad sobre dos ruedas

27 mar 2014

 

Desplazarse de pie a 20 km/h, girar 360º sin moverse del sitio, recargarlo en cualquier enchufe… todo sobre dos ruedas. No es una quimera. El producto existe. Se llama Segway y se utiliza en entornos productivos, como sucede en las plataformas centrales de MRW en España. Pronto será habitual en plantas de almacenaje y fábricas.

El Segway es un vehículo que se desplaza sobre dos ruedas colocadas en paralelo al sentido de la marcha. Entre ellas se encuentra una plataforma sobre la que se sitúa el usuario de pie. El conductor maneja el vehículo balanceando su cuerpo, agarrado a un manillar. Si se inclina hacia delante, el Segway se desplaza en esa dirección, y si lo hace hacia atrás, se frena. Los giros también se efectúan inclinando el cuerpo junto con el manillar hacia un lado u otro.

Conducir un Segway puede ser muy divertido, pero no solo se desarrolló como vehículo para el ocio. De hecho, de las 1.200 unidades vendidas en España hasta la fecha únicamente entre 200 y 300 son para uso privado, pues el resto se están utilizando profesionalmente. Un buen ejemplo de este uso profesional se puede hallar en el área de la logística.

Los pioneros en España en incorporar el Segway en sus plataformas fueron MRW. Hace dos años adquirieron las primeras unidades de la máquina y hoy cuentan con una docena, repartidas entre las plataformas centrales de Barcelona, Madrid, Valencia y Zaragoza.

Nuestros encargados, que son los verdaderos usuarios de estos vehículos, tienen unos recorridos tremendos en nuestros centros y esto les permite estar, en segundos, de un lado a otro de la plataforma de una manera muy ágil, y haciendo un control exhaustivo de todo”, explica Francisco Martín Frías, presidente de MRW.

Beneficios

¿Es operativo en una plataforma? “Es un vehículo agradable de conducir. Se puede apoyar contra una jaula o una pared y bajarse para efectuar cualquier trabajo. Otro factor importante es que es posible recorrer las plataformas a una altura superior a la de una persona andando”, indica Martín Frías.

El hecho de que no tenga marchas y que se maneje con el cuerpo permite que con el tiempo se produzca una compenetración entre el vehículo y la persona que es sensacional”, analiza el presidente de MRW. No habla de oídas, él mismo tiene dos de estos vehículos para uso privado e incluso ha llegado a regalar un modelo a algún amigo.

Dado lo sencillo que es de utilizar, mientras se conduce se puede emplear una mano para otras actividades. El responsable de MRW comenta un caso en el que esta peculiaridad es decisiva: “Cuando hay una incidencia con un paquete, el encargado tiene que tomar una foto del mismo para luego informar al cliente. Con el Segway se hace desde el propio vehículo”. El aparato no sólo se utiliza en la supervisión de las plantas, sino también para ayudar en la operativa. En Madrid, MRW posee una cinta clasificadora de 240 m de largo con salidas en tobogán. Si alguno se queda entrecruzado puede bloquear la salida y los que se quedan sin poder acceder a ella van a parar al final de la cinta y de allí hay que recogerlos para llevarlos de nuevo al principio de la misma, con la distancia y el tiempo perdido –decisivo en este negocio– que ello conlleva.

Hicimos una pasarela por encima de la cinta. En ella había dos operarios con unas varillas que empujaban los paquetes que quedaban enganchados. Ahora hay un operario con un Segway que acude al tobogán en cuestión cuando se lo indica un piloto luminoso”, precisa Martín Frías.

Velocidad

El desplazamiento a lo largo de la cinta y por las plataformas se puede hacer muy rápido. De hecho, el Segway alcanza una velocidad de 20 km/h pero es posible activar un limitador de velocidad para que no pase de 8 km/h.

Debido a esta rapidez, la rentabilidad de un operario en un almacén o de un vigilante en un área, como un centro comercial, se multiplica por cuatro. “Los usuarios pueden llegar a pasar tres o cuatro veces más por la misma zona en el mismo tiempo en el que antes sólo lo hacían una vez”, comenta Francesc Llorens, director de Segway en España.

Según el responsable de la empresa fabricante, las ventajas de con tar con uno de sus vehículos en un entorno logístico como el de MRW son un mejor control de las líneas de pedido y una reducción drástica del cansancio de los empleados, lo que redunda en beneficio de su productividad al estar más frescos hasta el final de la jornada, como consecuencia, la motivación del trabajador es mayor. Además, aumenta la imagen de modernidad de la empresa que utiliza una de estas soluciones frente a terceros.

El presidente de MRW se expresa casi en los mismos términos: “Por un lado, nos ha traído satisfacción en nuestra gente. Nos preocupamos de que para ellos sea más agradable el trabajo. Por otro, proporciona rentabilidad. Y en tercer lugar, es bueno para la imagen de la compañía”, destaca Martín Frías.

También hay ventajas medioambientales, porque estas máquinas funcionan con baterías eléctricas que se pueden recargar en cualquier enchufe. El vehículo vuelve a estar al máximo de su capacidad tras ocho o diez horas de carga y tiene una autonomía de 40 km. “Las compañías suelen contar con varias unidades, que se van rotando en turnos, para tener unas disponibles mientras otras se cargan”, concreta Francesc Llorens.

Rentabilidad

Además de estas cuestiones, este vehículo cuenta con una baza muy importante también para las empresas: su mantenimiento. El Segway solo tiene dos consumibles: las baterías y los neumáticos, que duran tres años. No hay más mantenimiento; ni de motor –no llevan escobillas–; ni de caja de engranajes, porque van selladas. Por eso, la vida media de un Segway se estima en diez años.

En cuanto a las condiciones económicas del ingenio, punto decisivo para las empresas, cada vehículo cuesta 5.495 euros más IVA, aunque se puede financiar mediante renting a través de La Caixa pagando una cuota mensual de 143 euros. ¿Vale la pena el desembolso? Francisco Martín Frías lo tiene claro: “Lo considero muy rentable, es muy duradero y no es un vehículo que esté averiado cada dos por tres”.

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LA MECÁNICA DEL INGENIO

Algo que con dos ruedas se mantenga solo de pie debe llevar una tecnología muy especial. Algo debe tener dentro que no se puede copiar”, reflexiona Francisco Martín Frías, presidente de MRW y usuario privado del ingenio. No le falta razón, hay muchos detalles técnicos que hacen de esta máquina un vehículo especial, pero destacan dos, que son el principal misterio del invento.

Equilibrio

Un elemento básico es el denominado conjunto sensorial de equilibrio (BSA). Consiste en un peque- ño cubo de 7,50 cm de lado. En su interior hay cinco giróscopos sensibles a la variación angular y dos sensores de inclinación, que conocen en todo momento la posición de la máquina.

El segundo grupo de elementos especiales son las placas de control, cada una de las cuales lee la información procedente del BSA, de los sensores de la barra del manillar y de otros elementos para determinar si el usuario se halla inclinado hacia delante o hacia atrás, y, según el resultado, envían energía de las baterías a los motores.

Todas estas comprobaciones las efectúan cien veces por segundo y los motores se ajustan 1.000 veces en igual lapso de tiempo, por lo que la reacción de la máquina es percibida por el usuario como inmediata.

 

De prosegur a Aena

La versatilidad de un vehículo como el Segway queda patente cuando se observan los diferentes usos profesionales a los que se está dedicando. En España, ocho ayuntamientos han adquirido unidades para su policía local. Sin salir del ámbito de la seguridad, empresas privadas como Prosegur, Securitas y Eulen también los están utilizando en centros comerciales e incluso en bancos.

La firma Viveros Benjamín ha adquirido recientemente seis máquinas, que se han añadido a las otras seis con las que ya contaban. En esta empresa, se usan tanto para el control de la producción, como para el desplazamiento de los carros cargados de flores, que al ser livianos pueden ser trasladados con una mano mientras el usuario conduce tranquilamente con la otra.

 

En Barajas

Por su parte, Aena ya ha comprado 15 máquinas y va a añadir otras tantas. En estos momentos, la compañía usa los vehículos en Barajas y sus conductores son los bedeles que se encargan de controlar las puertas del aeropuerto. Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid tiene cuatro Segways en su cuerpo de policía local y durante 2008 incorporará otras 30 unidades más.

 

Necesidad

En las plantas de MRW los encargados tienen que recorrer largas distancias para poder controlar y estar al tanto de todo, lo que en términos reales supone kilómetros de desplazamientos al día andando.

 

Solución MRW

MRW ha ido adquiriendo e incorporando en sus plataformas centrales de Valencia, Madrid, Barcelona y Zaragoza unidades de Segway, hasta contar con una docena de estos vehículos. Son utilizados por los encargados para gestionar las incidencias y el trabajo a pie de planta.