A la ingeniería le salen los números

27 mar 2014

Las empresas de ingeniería mueven ya cerca de 6.000 millones de euros al año. Una cifra récord que revela la fuerte actividad del sector, gracias, sobre todo, a una mayor diversificación y a un buen comportamiento de la licitación pública. La duda para los expertos es saber cuánto tiempo podrá mantener este vigor.

Soplan buenos y saludables vientos para las empresas de ingeniería en España. Tras unos años complicados, sobre todo durante el periodo 2000-2001, parece que vuelven a recobrar sus antiguos bríos. Así lo pone de manifiesto un estudio de la consultora DBK, que explica que durante el último ejercicio la facturación del sector disfrutó de un periodo de moderado crecimiento, gracias al comportamiento más favorable de la inversión empresarial, la fortaleza de la demanda procedente del sector energético y el elevado dinamismo de la inversión pública.

Todas estas buenas noticias han tenido su repercusión en el balance de las empresas.Tanto es así que en 2004 la cifra de negocio del sector se situó en 5.420 millones de euros. O lo es que lo mismo, un 9% por encima de lo alcanzado en el ejercicio anterior. Pero veamos cómo se ha comportado por sectores.

El mejor comportamiento de la inversión empresarial y la fortaleza del dinero destinado a plantas de generación de energía eléctrica se tradujo en un incremento de la facturación de las empresas en el segmento de ingeniería industrial del 7,4% durante 2004. De forma que esta línea acapara la mayor parte de la facturación del sector, al reunir el 58,1% de los ingresos.

 

Mayor dinamismo

Este momento favorable ha tenido su posterior réplica en el área de ingeniería civil, que ha visto como su cifra de negocio aumentaba un 12,4%, sobre todo impulsada por el tirón de la licitación oficial. En la práctica, y volviendo a los números, las ventas de este segmento se situaron durante 2004 en 1.430 millones, con una participación sobre los ingresos agregados del 26,4%.

Otras áreas también se han apuntado a este baile de buenas cifras. Es el caso de la ingeniería de recursos naturales, que con 840 millones de euros ya representa el 15,5% de la facturación global. Los artífices de este mayor dinamismo hay que buscarlos en la llegada de más proyectos, tanto públicos como privados. Eso sí, algunas debilidades permanecen intactas.

La mayor parte de la actividad aún procede del mercado nacional. En 2004 supuso el 87% del volumen de negocio.No resulta fácil romper con esta inercia cuando la licitación pública sigue siendo una de las principales fuentes de ingresos.

 

Control de mercado

Sobre estas aguas aparentemente en calma navegan las firmas de ingeniería españolas. En el sector cohabitan un amplio número de pequeñas y medianas empresas (la mayoría con una plantilla inferior a los cinco empleados), con un reducido número de grandes corporaciones. Estas últimas son las que se pueden permitir una actividad exterior intensa.

Dentro del grupo de grandes firmas, comentan los expertos de DBK, destaca la presencia, a través de sus filiales, de algunos de los principales grupos constructores y energéticos de capital mayoritariamente español. Dicho en otros términos, el sector tiene un grado de concentración que se podría calificar de medio-alto.

Esto tiene su reflejo en que los cinco primeros operadores controlan el 21,1% de la facturación del mercado. Un porcentaje que se eleva al 31,3% al considerar a las diez primeras empresas. Esta mayor actividad a la que asistimos –al abrigo de los buenos resultados económicos obtenidos en los últimos ejercicios y al dinamismo de la demanda interior- también ha dado la posibilidad de entrar a nuevos operadores, como está sucediendo con algunos proveedores de maquinaria pesada, los cuales han enfocado sus esfuerzos a la proyección de centrales térmicas de ciclo combinado. Un negocio con unos márgenes altos.

Ligera ralentización

El futuro mezcla luces y sombras. A corto plazo las previsiones apuntan hacia una ligera ralentización del ritmo de crecimiento en la facturación de las empresas. Para el año que acaba de concluir, las estimaciones señalan que las firmas de ingeniería han movido unos 5.860 millones, lo que indica un incremento de los ingresos del orden del 8%.

Si entramos en detalle veremos que se mantiene el protagonismo del sector energético, que, a corto y medio plazo, seguirá actuando como uno de los principales clientes de las firmas de ingeniería, aprovechando el tirón de las inversiones que están previstas acometer con el propósito de reducir la endémica dependencia energética de España.

Y es que, según las estimaciones que se manejan, durante 2005 la facturación en el área de ingeniería industrial ha aumentado un 6,3%,porcentaje algo inferior al de 2004. Regresando a las cifras, esto supone alcanzar una facturación de 3.350 millones de euros. En cuanto al segmento de ingeniería civil, las previsiones indican que el año pasado ha crecido un 11%, hasta rozar los 1.590 millones.

Para 2006 y 2007 se esperan ritmos de crecimiento algo inferiores. Finalmente, el segmento de recursos naturales y medio ambiente registrará una tasa de variación que oscilará entre el 7 y el 10% durante el trienio 2005-2007 debido, sobre todo, a la creciente importancia del medio ambiente en la legislación europea.

 

UNA INDUSTRIA RENTABLE

Las empresas de ingeniería se han convertido de un tiempo a esta parte en un negocio rentable. Las cifras tienen el defecto de ser frías, pero también la virtud de resultar esclarecedoras. La tasa de rentabilidad sobre activos (ROI) osciló en 2005 entre un 9 y un 10%, mientras que la rentabilidad del capital (ROE) alcanzó cotas superiores al 24%.

Los culpables de esta situación habría que buscarlos en la cada vez mayor diversidad del sector y de los servicios de valor añadido y en el innegable impulso de la demanda interna. En cuanto a la estructura del balance, los recursos propios cuentan con una participación del 32% y el exigible a largo plazo del 8%.