Una terminal para todo el año

15 nov 2002

La empresa Ceferino Nogueira ha construido en el puerto gallego de Marín una terminal cubierta para la carga y descarga de mercancía sensible al agua de lluvia. Los ahorros en fletes, debido a la posibilidad de realizar operaciones de estiba y desestiba con independencia de las condiciones climatológicas, hacen de esta terminal, única en el sur de Europa, un elemento novedoso en el panorama logístico español.

La sociedad gallega Ceferino Nogueira, que desarrolla actividades de transporte, almacenaje, gestión de operaciones portuarias y fletamiento y consignación de buques, ha construido en el puerto de Marín (Pontevedra) la primera terminal cubierta del sur de Europa para la manipulación de cargas procedentes o con destino a barcos.

La instalación, que recibe el nombre de All weather terminal, cuenta con una nave principal de 90 m de longitud y 21 de manga (lámina de agua), donde atracan barcos con un calado de hasta ocho metros. El elemento de elevación que incorpora para la carga y descarga de mercancía es un puente grúa Demag de 35 m de luz y carro giratorio.

Esta máquina dispone de una capacidad nominal de 40 Tm y desarrolla velocidades que, según afirman desde la empresa gallega, la convierten en una de las más rápidas de Europa en su categoría. La posición de la cabina de la grúa, que se encuentra siempre sobre la carga que manipula, es otra de las características que hacen que esta terminal sea única en su género. De esta manera siempre se consigue tener visión directa sobre el producto, lo que repercute en la calidad de su manejo.

Los días 11 y 17 del pasado mes de septiembre se llevaron a cabo con éxito las últimas pruebas y, en la actualidad, la terminal está totalmente operativa. La inversión aproximada que ha realizado Ceferino Nogueira es de 4,51 millones de euros.

Adyacente a la nave principal hay un almacén adosado de casi 2.000 m2, que contribuirá a que el tránsito de mercancías sea más rápido. Las cargas que se manipulan en esta terminal son aquellas especialmente sensibles al contacto con el agua, como pueden ser siderúrgicos, madera, papel y la amplia gama de derivados de estos productos.

Sobre la trascendencia que puede tener la nueva instalación para las operaciones en el enclave portuario de Marín, desde Ceferino Nogueira se afirma que "en una tierra como la gallega, que tiene una pluviometría tan alta, una instalación que permite cargar y descargar barcos en un sistema cerrado en el que no importan las condiciones atmosféricas resulta muy atractivo: la empresa que flete un barco para realizar operaciones en el puerto de Marín sabe que va a poder realizar la operativa sin interrupciones, lo que supone un substancial ahorro de costes".

Ámsterdam como referencia

Sobre la originalidad del proyecto, un portavoz de la compañía asegura que en el sur de Europa "puede haber almacenes con algún alero o visera que resguarde un poco, pero no hay ninguna otra terminal que cubra íntegramente el barco y su carga al 100%"”.

La idea de construir esta instalación cubierta surgió de una visita que los responsables de Ceferino Nogueira hicieron a la terminal Waterland del puerto de Ámsterdam (Holanda), que cuenta con una nave parecida a la que posteriormente se ha construido en Marín.

La gallega se hizo pensando, básicamente, en los productos de una fábrica local de pasta de papel, que produce unas 300.000 Tm anuales. Este producto se exporta fundamentalmente a Europa, y su traslado se realiza por vía marítima. No obstante, la empresa espera que su construcción atraiga nuevos clientes a la instalación.

Además de la de Ámsterdam, existen también algunas terminales fluviales, pero todas situadas en el centro y el norte de Europa, especialmente en Alemania. Esta circunstancia, unida a las buenas comunicaciones del puerto de Marín con el centro de la Península y con Portugal, convierten a esta instalación en un punto de referencia dentro del panorama logístico actual.

A pesar de que Waterland sirvió de modelo, el proyecto de Marín se ha desarrollado enteramente en España. En él han intervenido varias ingenierías y la propia autoridad portuaria de Marín, que es el prestador de la concesión.

La parte más costosa, y la más difícil de desarrollar, fue la cimentación del lateral de la nave que está situado sobre el mar: una de las paredes largas de la terminal está apoyada sobre tierra, pero la otra está cimentada sobre el mar, lo que permite el paso de los barcos por entre medio. Para conseguirlo fue necesario clavar hasta 24 pilares a más de 30 m de profundidad.
 

Mayor productividad

Los beneficios de esta infraestructura para la estiba y desestiba de barcos son evidentes. Según las estadísticas de Ceferino Nogueira, antes de su construcción el tiempo que se perdía en la operativa a causa de la lluvia era aproximadamente un 15%: "contratamos personal, maquinaria y camiones, y esa gente tiene que cobrar tanto si trabajan toda la jornada como si trabajan tres horas por culpa de la lluvia", afirman las fuentes consultadas.

La terminal cubierta puede operar con embarcaciones de hasta 7.000 Tm. La empresa gallega prevé que por la instalación pasen entre 400.000 y 500.000 Tm anuales de mercancías, que serán transportadas por barcos con un pesaje medio de unas 2.900 Tm.

Ceferino Nogueira Rodríguez, fundador de la empresa que lleva su nombre, se estableció hace 50 años en el puerto fluvial gallego de Puentecesures, donde inició una actividad que en la actualidad sigue adelante.

Hoy en día, la empresa es el resultado de la transformación a sociedad anónima de las actuaciones que como empresario individual llevaba a cabo su creador. Ceferino Nogueira posee una flota propia de vehículos pesados de transporte, así como una gran capacidad de almacenamiento cubierto en los puertos de Marín, A Coruña y Vilagarcía.

Fuente: Daniel Martínez