SLI: Soluciones para la gestión de neumáticos Continental

05 sep 2003

El operador SLI (Servicios Logísticos Integrados) dispone de una plataforma en Alovera (Guadalajara) desde la que soluciona la gestión, el almacenaje y la distribución en España de los neumáticos Continental. Más de la mitad de los 17.000 m2 del centro lo ha dedicado a esta operativa para la que se han instalado una treintena de estanterías de paletización convencional.

También se emplean transpaletas de conductor montado y recogepedidos con las que se recepciona la mercancía de cuatro camiones diarios y se preparan de 500 a 600 pedidos que se entregan en 24 horas. Tal maquinaria de manutención se ha adaptado para trabajar con unos contenedores metálicos especiales que cumplen la misma función que una paleta en toda la cadena de suministro.

Gestionar la operativa logística con medios propios o traspasar la responsabilidad a un tercero. Esta es la eterna duda de cualquier organización cuyo éxito depende de cómo entrega su producto al cliente. Posturas a favor y en contra las hay a miles. Aunque en el caso que nos ocupa, la balanza se ha decantado por la externalización. Se trata de la gestión y distribución en España de las 1.650 referencias de Continental Industrias del Caucho, SA por parte del operador SLI (Servicios Logísticos Integrados).

Como si de un matrimonio se tratara la relación entre Continental y SLI comenzó en 1991 con la gestión del stock y el suministro de una sola marca de sus neumáticos desde una plataforma logística de 5.000 m2. La evolución del negocio del fabricante, con sede en Alemania, ha hecho que se fuera estrechando la alianza.

“"Desde hace tres años Continental está incrementando progresivamente su cuota de mercado, las ventas y añadiendo nuevas referencias al catálogo”", detalla Olga Guijarro, Key Account Manager de SLI para Continental y responsable de la plataforma de Alovera (Guadalajara). El contrato con el que funciona este matrimonio es del tipo Open Book, “"que permite realizar una revisión y un control de los costes que son conocidos por ambas partes"”, puntualiza Olga Guijarro.

SLI factura a Continental una cantidad por cada tonelada manipulada y otra por tonelada distribuida, a partir de un precio pactado. Sin embargo, anualmente, en el caso del almacenaje y de la manipulación, y semestralmente, en el apartado de la distribución, se comparan los gastos originados con los planificados y se regulariza el contrato.

Del mismo modo, a partir de unos baremos de calidad establecidos o KPI (Key Performance Indicator), Continental realiza un control del trabajo llevado a cabo por el operador. Por ejemplo, está establecido que un 98% de las entregas a los clientes sean correctas o que se produzca un máximo de un 0,5% de errores en las operaciones de picking. Se premia el buen servicio y se castiga el malo, al igual que se llevan a cabo varias auditorias anuales de la plataforma.

Esta operativa de Continental se desarrolla en una plataforma de SLI que se encuentra en Alovera (Guadalajara). La superficie destinada a las operaciones logísticas de los neumáticos que comercializa suma 10.584 m2. El espacio restante de las instalaciones hasta completar los 17.000 m2 totales lo ocupan los productos de otros clientes del operador como La Megasubasta Pública, Yamanouchi o Kalon, que comparten un jefe de almacén pero cuentan con personal propio para efectuar las operaciones.

El almacenaje de todos los artículos se organiza en más de cincuenta estanterías de paletización convencional con módulos de 2,7 m de longitud y 7,5 m de alto. Lo que varía, dependiendo de las referencias, su rotación y el volumen en stock, es el número y altura de sus niveles de carga. Del total de estanterías, una treintena alberga las casi 1.700 referencias de Continental. Principalmente, éstas podrían dividirse en tres grupos, que condicionan su forma de almacenaje:

A) El primero lo engloban los neumáticos para vehículos convencionales. Como no pueden entrar en contacto con la madera porque sus astillas podrían dañar el caucho, desde la central se ha diseñado un contenedor especial que se emplea en todas las fábricas y centros de distribución europeos y americanos de la compañía.

Con la denominación KSP (Konzern Standard Palette o paleta estándar de compañía) su estructura se pliega de modo que necesita de poco espacio cuando no se está utilizando. En su posición normal mide 1,5 m de alto, 2,4 m de longitud y 1,2 m de ancho. Con estas dimensiones cada uno de ellos ocupa la totalidad de un hueco de las estanterías.

Por otra parte, la mayoría de estas estanterías se ha destinado a este conjunto de referencias aunque si el número de KSP en stock iguala o supera las seis unidades el almacenaje se realiza formando bloques en ubicaciones que ya están asignadas en el suelo —están identificadas con un código de cuatro dígitos—.

En dichos bloques, por lógica, se colocan los neumáticos de mayor rotación por lo que se encuentran junto a los muelles de entrada y salida para agilizar los recorridos de los operarios. A su vez, en la cabecera de cada estantería se ha aprovechado para adosar dos filas de seis contenedores y rentabilizar aún más la superficie que SLI dedica a Continental.

B) El segundo grupo son los neumáticos de uso industrial y agrícola de tamaños a veces espectaculares y que al ser macizos sí pueden manipularse con paletas convencionales. Tres estanterías de paletización conservan estas unidades y en cada uno de sus huecos se almacenan hasta tres referencias distintas (tres paletas por hueco). Por otra parte, en comparación con el grupo anterior, los volúmenes en stock son mucho menores.

C) La gama alta de las marcas de Continental forma el tercer grupo. Se conservan muy pocas unidades de cada referencia pero los pedidos tienen prioridad absoluta. Para su almacenaje se han destinado el primero y el segundo nivel de carga, con una altura de 900 mm y 850 mm, respectivamente, de dos de las estanterías de un pasillo.

En este caso no se emplean paletas de madera ni contenedores metálicos, porque una sola referencia no los llenaría. Para optimizar el espacio, se colocan en paneles de picking metálicos (dispuestos entre los largueros) con los que se ha creado la superficie de apoyo. Del mismo modo, estos huecos se aprovechan para almacenar las referencias de mayor antigüedad, que aunque ya han sido sustituidas por otros modelos, tienen pocas unidades en stock pero suficientes para atender a los clientes que las siguen utilizando.

Al día, se reciben una media de cuatro camiones a través de dos muelles de descarga. Los neumáticos llegan a granel y uno a uno los operarios los colocan en los KSP, ordenados de tal modo que permite ahorrar un 20% en el espacio utilizado sin perjudicar la calidad del producto. En el SGA (Software de Gestión del Almacén) está registrado el número de unidades que caben por referencia pudiendo llevar a cabo un control informático exhaustivo.

Los envíos a granel desde las fábricas del centro de Europa se producen sólo a los países periféricos del continente. Cuando las distancias no son tan largas las entregas se realizan directamente en los KSP, aunque supongan una pérdida aproximada del 40% del espacio de la caja del camión. Se trata de valorar en cada caso la forma de actuar más rentable teniendo en cuenta los costes de tres variables: del espacio, del transporte y de la manipulación manual en la carga en fábrica y en la descarga en la plataforma.

A la vez que se produce el envío de las factorías se registra dentro del mismo sistema un booking (preaviso) de recepción en la plataforma de Alovera informando de la carga que van a recibir. Después, el SGA elabora unos listados con la ubicación más oportuna para cada referencia a partir de unos parámetros (estrategia de negocio, tipo de referencia, movimientos, etc.).

Durante la descarga se comprueba que en el albarán de entrada coinciden los números de unidades enviadas con las que han llegado. Al mismo tiempo, se identifica cada contenedor con la referencia de los neumáticos que contiene y con el lote correspondiente a la fábrica de la que proviene. Una misma referencia puede producirse en distintas factorías y, de esta forma, la trazabilidad alcanza a toda la cadena de suministro, desde la planta hasta que llega al cliente.

A lo largo del día, en esta plataforma, también se preparan los pedidos de los clientes españoles, que suman alrededor de 4.000, entre grandes distribuidores, tiendas especializadas en artículos de automoción, concesionarios, talleres de reparación, etc. Con la llegada de la mercancía de las fábricas el material aparece en el sistema informático como disponible para el servicio de atención telefónica que es el que recibe los pedidos de los clientes.

Al día se preparan de 500 a 600 y se entregan a las 24 horas e incluso mucho antes cuando la dirección de envío pertenece a la Comunidad de Madrid y alrededores. Estos pedidos se clasifican por códigos postales de modo que el jefe de almacén los recepciona y los va organizando según la agencia de transporte encargada de su distribución y las rutas geográficas establecidas.

Cada uno consta de uno o dos picking list, porque hacen referencia a la utilización de las máquinas de manutención, que a su vez están adaptadas para trabajar con los KSP. Esto se debe a que, por un lado, la ubicación, la reposición y el picking en la zona de almacenaje en bloque y en el primer nivel de carga de las estanterías se resuelve con transpaletas eléctricas de conductor montado y, por otro lado, los movimientos en los siguientes niveles se realizan con un recogepedidos.

Junto a las hojas de pedido se imprimen unas etiquetas especiales identificativas de todos y cada uno de los neumáticos. Los operarios, una vez colocan un KSP vacío en el recogepedidos o en la transpaleta que van a utilizar y siguiendo las órdenes del SGA, realizan el recorrido haciendo el picking y pegando estas etiquetas con las que es posible seguir la trazabilidad.

Anteriormente, esta operación identificativa se hacía en la zona de expediciones pero requería una gran atención por parte del personal porque al ser casi todos los neumáticos muy parecidos, exigía un gran conocimiento de la gama completa. Además, para agilizar estos recorridos se ha creado un pasillo central perpendicular al conjunto de estanterías eliminando los largueros del segundo y tercer nivel de carga. De este modo, el operario, ya sea con el recogepedidos o con la transpaleta, acorta su camino.

Según se van concluyendo las operaciones de picking se consolidan los pedidos en expediciones y se paletizan las unidades por provincias, un trabajo que ya no se realiza en el centro de clasificación de la agencia de transporte y ha permitido alargar el horario de entrada de pedidos de los clientes de las dos de la tarde a las cinco y media. La excepción surge en la Comunidad de Madrid ya que todos los pedidos recibidos antes de las doce y media del mediodía se entregan por la tarde.

Cuando se produce el cierre en el sistema informático de la entrada de pedidos de los clientes se emite un fichero por agencia que las informa de la mercancía que van a recibir antes de que les llegue. También se imprimen los albaranes para entregar junto a los neumáticos. Al día siguiente, las compañías devuelven a SLI otro fichero con las confirmaciones de envío y las incidencias que se hayan sucedido.

Todo este proceso se gestiona y controla a través de una herramienta llamada SPIC (Sistema Personalizado de Información al Cliente) que, a través de Internet, permite al cliente consultar la situación de sus pedidos al igual que los documentos de confirmación de entrega para conformar sus facturas.

La estacionalidad también afecta a esta operativa. En principio los meses más fuertes eran julio y noviembre. Julio, porque la llegada de las vacaciones de verano hace que los conductores antes de emprender un viaje decidan comprar neumáticos nuevos para potenciar la seguridad de sus vehículos. Esto supone la adquisición de cuatro unidades de una vez, lo que aumenta el trabajo en el almacén.

En cuanto al mes de noviembre, el incremento proviene del cierre del año para los distribuidores de Continental, que con el objetivo de cumplir sus rápeles de ventas aceleran sus pedidos. Sin embargo, explica Olga Guijarro para concluir, “"el crecimiento de la compañía durante los tres últimos años ha sido muy significativo alargándose poco a poco esta estacionalidad y provocando unos picos en la demanda menos pronunciados.


Sobre SLI



Este operador de origen español comenzó su andadura comercial en 1977 después de un alto crecimiento durante dos décadas como agente de aduanas, transitario internacional y desempeñando todas aquellas funciones relacionadas con ambas actividades.

Después se cruzaron las fronteras españolas y se abrieron oficinas propias en Portugal, el Reino Unido, Benelux, Italia, Hungría y Estados Unidos para ofrecer un servicio integral. Siguiendo con el objetivo de crecer en enero de 2002, SLI se fusionó con el Grupo UTi, un operador logístico global en los cinco continentes. Ahora, la compañía está presente en 180 países con 500 oficinas.

En España y Portugal, SLI cuenta con 29 centros de distribución y almacenaje en Guadalajara, Barcelona y Lisboa que suman una superficie total de 220.000 m2. El reto es generar valor añadido y vender beneficio a sus clientes a través de la utilización de las más altas tecnologías de la información y soluciones integradas que convierten los inventarios en información inteligente.


Ficha técnica del centro logístico de Alovera (Guadalajara)
Altura: 7.500 mm
Longitud: 64.800 mm (estantería más larga)
Nº de estanterías: 56
9 de 12 módulos
12 de 21 módulos
16 de 24 módulos
8 de 16 módulos
5 de 18 módulos
6 de 7 módulos
Ancho de módulo: 2.700 mm
Nº de pasillos: 29
Ancho de calle: 3.000 y 3.500 mm
Nº de niveles de carga: 5 ó 6
Unidad de carga: contenedores de 1.500 mm x 2.400 mm x 1.200 mm
paletas de 800 mm x 1.200 mm
Capacidad total: 3.500 contenedores
9.720 paletas
Nº de unidades de carga por módulo: 1 contenedor o 3 paletas