El ocaso de los mayas

01 jun 2005

“En medio de la desolación y de la ruina volvimos la mirada hacia el pasado, despejamos la sombría selva y nos imaginamos cada edificio perfecto, con sus terrazas y pirámides, con sus ornamentos esculpidos y pintados, grandiosos, sublimes e imponentes, y dominando una inmensa llanura habitada:hicimos volver a la vida al extraño pueblo que nos contemplaba con tristeza desde los muros; nos los imaginamos, en fantásticos vestidos y adornados con penachos de plumas, subiendo a las terrazas del palacio y por las gradas que conducen a los templos; y a menudo nos imaginamos una escena de única y esplendorosa belleza y magnificencia".

Era el relato del primer gran descubridor de la civilización maya John L. Stephens, en su libro Incidentes de viaje a Centroamérica, Chiapas y Yucatán. Una civilización que se extendía por la región septentrional de Centroamérica, al sur del trópico, ocupando territorios de cinco estados actuales: México, Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador.

Un variado espacio geofísico de 500.000 km2, dividido en cuatro grandes regiones: costa del Pacífico, tierras altas, tierras bajas y península del Yucatán.

 

La empresa arquitectónica

En torno a la arquitectura se concentran las grandes empresas de todo un pueblo, también de los mayas. Todas sus ciudades, poseían templos piramidales, palacios de salas múltiples y canchas de juego de pelota. Plataformas para el culto y los sacrificios, fortificaciones, tumbas y criptas se añadieron a estas construcciones de la élite, mientras que el pueblo habitaba en chozas de adobe y hojas de palma.

"Es cierto –señala Henri Stierlin en Los mayas. Palacios y pirámides de la selva virgenque los precolombinos no conocieron ni la rueda ni el torno, pero reinventaron las grandes leyes de la composición, propias del urbanismo y de la arquitectura". Según este autor, supieron jugar con espacios externos, los llenos y los vacíos, las plazas rodeadas de edificaciones, la alternancia entre las masas horizontales de los palacios y la verticalidad de las pirámides; utilizaron terrazas y explanadas para marcar los niveles de las construcciones; en una palabra, convirtieron sus monumentos "en signos externos de poder y de civilización". Pero, con el tiempo, esta cultura entró en una decadencia irreversible.

 

El transporte del material

Madera y piedra no faltaron en las zonas ocupadas por los mayas para fabricar los dinteles de las puertas y las esculturas que revisten el interior de los templos construidos en lo alto de las pirámides.

Respecto a la piedra, las estructuras kársticas de Yucatán ofrecen caliza, blanca, rosa o gris, apropiada para el trabajo de tallado y escultura. En las regiones con relieve montañoso y volcánico se recurre a la traquita, al basalto o a la toba para levantar muros con un aparejo uniforme. Antes de edificar las construcciones, hay que hacer sus basamentos. Estos "zócalos" podían alcanzar un tamaño considerable. Hay plataformas, como el terraplén de un edificio en Uxmal (México), que miden 200 m de largo, 150 m de ancho y 10 m de alto, lo cual representa un volumen de 250.000 m3.

"Sin embargo –señala Stierlin en Los mayas. Palacios y pirámides de la selva virgen–, los mayas fueron capaces de transportar volúmenes de material tan considerables como éste para construir terrazas y acrópolis, como ocurre en Copán [Honduras]. Para llevar a cabo estas gigantescas obras de terraplenado se necesitaron cientos, incluso miles, de obreros. Los materiales eran transportados a hombros, para lo cual se utilizaban cuadrillas de peones durante la estación seca, cuando no eran necesarios en la agricultura. Aunque los materiales se encontraban en el emplazamiento, las obras exigían una importante infraestructura,tanto para la alimentación como para la organización del trabajo".

 

Imperativos del agua

Según Annegrete Hohmann-Vogrin, en Los mayas. Una civilización milenaria, la construcción en algunas zonas estaba determinada por la necesidad de desviar rápidamente el agua de las fuertes lluvias tropicales y de tomar las medidas necesarias para acumularla durante algún tiempo."Las agrupaciones de patios con casas a menudo situadas sobre plataformas de varios pisos y en ocasiones rodeadas por jardines eran especialmente adecuadas para ello. El agua podía correr en todas las direcciones o se podía encauzar hacia sistemas de acumulación, cisternas familiares o grandes depósitos. Esto mismo era también válido en la arquitectura monumental de templos y palacios."

Los edificios mayas se distinguen por el sistemade cubierta denominado "falsa bóveda", realizada con argamasa mezclada con grava, lo cual forma un hormigón casi monolítico. Gracias a ello, los monumentos han resistido los ataques del tiempo, de los hombres y de la naturaleza,a la vez que siguen ofreciendo en la actualidad unos espacios internos intactos.

 

Las calzadas ceremoniales

El diseño urbano maya podría describirse fácilmente como la división del espacio en grandes monumentos y calzadas. Los mayas del Yucatán designaban a las calzadas ceremoniales con eltérmino sakbe, que significa "calzada blanca".Estas calzadas se encuentran en los centros de las ciudades mayas o parten radialmente de ellos hacia los alrededores. Sólo algunas ciudades, como Caracol (Belice), presentan una auténtica red viaria de varios kilómetros que une las diferentes sakbe. La de los alrededores de Cobá, al noroeste de Yucatán, con 50 calzadas, alcanza una longitud de más de 150 km.

"Los mayas –explica Markus Eberl en Los mayas. Una civilización milenariaconstruyeron las calzadas siguiendo un principio común: sobre el suelo liberado de vegetación colocaban primero unos muros laterales de separación y después rellenaban con guijarros el espacio intermedio creado. Una capa de cemento o mortero de cal de color claro las remataba y las hacía resistentes a las condiciones climáticas y al uso. A veces, el recubrimiento estaba ligeramente curvado y de esta manera el agua, que caía en grandes cantidades en las épocas de lluvia, se escurría suavemente".

 

Trazados en línea recta

Pero en lugar de adaptarse a las características del paisaje, las sakbe solían trazarse en línea recta, sin tener en cuenta las curvas de nivel.Cabe imaginar la compleja logística que habría supuesto para el transporte utilizar estas vías,donde no hay bifurcaciones o curvas y donde los cambios de dirección se producen a través de ligeros acodamientos.

Las irregularidades del terreno se igualaron mediante fundamentos elevados y rellenos, pero apenas se construyeron puentes. Sin embargo, las calzadas, algunas de ellas de varios kilómetros de longitud, revelan una gran dosis de habilidad organizativa y de perfección técnica. El esfuerzo que requería construirlas se puede evaluar por el hecho de que para concluir algunas de estas vías se necesitaba bastante más tierra y guijarros que para erigir una pirámide de varias decenas de metros de altura, así como una gran cantidad de mano de obra que había que dirigir.

Las sakbe no se trazaron para las caravanas ni para el transporte. De hecho, en el Yucatán no había animales de tiro. "Además, aunque ya conocían la rueda (las calzadas se aplanaban congrandes rodillos de piedra), los mayas jamás construyeron vehículos rodados", asegura Markus Eberl. Hasta la llegada de los españoles, el transporte de mercancías se efectuó en gran medida a hombros.

Asimismo, una parte considerable del comercio se podía realizar a través de ríos. En la civilización maya, los aspectos militares yadministrativos no tenían importancia en el análisis del sistema de comunicaciones, puesto que no contaban ni con un Ejército permanente ni con una milicia extensa.

 

Auge del comercio

En la cultura maya se dieron múltiples y ricas formas de intercambio de productos y se establecieron redes de comercio de larga distancia, lo que unido a la reciprocidad y a la redistribución dio forma a una estructura comercial reflejo de su compleja configuración social y política. En el momento del contacto con los españoles, el ppolom era el comerciante itinerante que cargaba su propia mercancía, a diferencia del ad ppolomyoc, mercader a larga distancia que poseía puertos de intercambio –llamados "factorías"por los españoles–, embarcaciones y esclavos propios.

También es probable que el ppolom formara parte del reducido grupo de mercaderes que actuaban a través de factorías con productos estratégicos para el tráfico a larga distancia. Las mercancías que estos comerciantes ofrecía eran: sal, cacao, ropa de algodón, pescado, copal y algunas conchas marinas, tochimite (hebras de pelo de conejo teñidas de colores), navajas de cobre y de obsidiana, orejeras, agujas, grana, piedra alumbre y hierbas olorosas.

El intercambio a larga distancia en factorías se basaba en las interrelaciones propias de la región, en un espacio privilegiado para la rápida circulación de productos, gracias a la densa red de arterias navegables –ríos, lagos, estuarios y mar–, la cual permitió la creación de un área vital de tráfico de bienes. El transporte fluvial y marítimo se realizaba en canoas de tronco ahuecado impulsadas por remos de madera.

El transporte terrestre se hacía mediante esclavos que cargaban los productos hasta su destino, donde carga y esclavo eran vendidos.El tráfico se especializaba en productos regionales, de los que el cacao fue el de mayor demanda, junto con los esclavos, las mantas del noreste de Yucatán y la sal del litoral norte. También se comerciaba mucho con miel, copal, pedernal y artículos de lujo, como conchas rojas, oro, cobre, pieles de jaguar y plumas de aves.

"Los puertos de intercambio –señala la historiadora Isabel Fernández Tejedo– estaban establecidos en territorios políticamente débiles, capaces de adoptar cierta neutralidad y ofrecer seguridad a la empresa comercial; debían contar con instalaciones portuarias adecuadas para el desembarco y almacenamiento de los productos, así como con personal capacitado para brindar servicios a los tratantes, y constituían centros neurálgicos a los que afluían recursos estratégicos y bienes suntuarios de gran estima para la clase dirigente".

 

El 'hiato' de Teotihuacán

El llamado período clásico medio está marcado por la influencia de la gran potencia económica de Teotihuacán, situada en el valle de México.Todo el conjunto de la región maya había caído en una dependencia tan grande, que las ciudades más relevantes sufrieron una severa crisis como la experimentada por la cultura teotihuacana.

Esta crisis recibe el nombre de hiato, pues se pudo detectar originariamente por el retroceso o la carencia casi absoluta de inscripciones entre el 535 y el 610 d.C. No sería hasta más tarde cuando se empezó a sospechar una relación causa-efecto entre este fenómeno y la decadencia de Teotihuacán, algo que hoy constituye el núcleo de las hipótesis predominantes para la explicación del hiato.

Si las dinastías mayas de las tierras bajas deben su surgimiento al modelo o incluso a la imposición directa de la hegemonía teotihuacana, el colapso de esa gran potencia sacudió también a los principados mayas. En definitiva, la retirada de Teotihuacán puede haber sido el motivo del brusco enmudecimiento del culto público al soberano en forma de estelas.

Simultáneamente, es posible que las rutas terrestres de comercio a larga distancia, dominadas por los teotihuacanos, que unían el centro de México con el altiplano maya, y éste con las tierras bajas, y que ya no resultaban transitables, empezaran a ser sustituidas paulatinamente por las rutas marítimas septentrionales.

El hecho de que el colapso temporal del comercio a larga distancia que acompañó a este proceso tuviera tan graves consecuencias para la clase dirigente resulta comprensible si pensamos que la cultura de esa élite dependía de materias primas y productos manufacturados importados: perlas de jade para el adorno corporal, plumas de quetzal para las vestimentas de ceremonia y de guerra y obsidiana para las armas.

 

Las industrias salineras

Los mayas desarrollaron diversas técnicas para la obtención y procesamiento de la sal y, en virtud de la distribución diferenciada de los bancos de aprovisionamiento del mineral en la región, establecieron extensas y complejas redes de comercio. Además de haber sido un ingrediente esencial en la alimentación diaria, este producto fue utilizado como conservante en la salazón de pescado, así como en el curtido de pieles, en la medicina y en rituales. Pero las industrias salineras de las tierras bajas del sur también desaparecieron en el siglo XI.

"Esprobable que en este proceso –advierte el antropólogo y arqueólogo Anthony P. Andrews–se hayan conjugado varios factores, y quizá el más significativo fuera el colapso de las ciudades del período Clásico en el sur, que seguramente causó una reducción de la demanda y la consecuente pérdida de mercados para el producto. Por otra parte, la escasez de leña pudo haber reducido los niveles de producción en la costa de Belice. Otro factor que sin duda debió tener un fuerte impacto en la industria fue un aumento del nivel del mar de aproximadamente un metro hacia 800-1000d.C. –documentado en toda la península–, lo que pudo provocar la inundación de los sitios de producción costeros de Belice".

 

Las causas del colapso

Superpoblación, escasez de alimentos, epidemias, intensificación de la estratificación social, desastres naturales, deforestación, guerras civiles, amenazas externas, cierre de rutas comerciales, excesivo esfuerzo constructivo y explotación de la mano de obra, entre otros factores, fueron causas probables del colapso y decadencia de esta cultura precolombina.

Sólo la combinación de todos ellos pudo afectar de una manera tan duradera a una región tan grande y económicamente próspera como era el territorio maya. Hoy, los descendientes de aquellos pueblos mayas, luchan por mantener su cultura en Centroamérica, y sigue habiendo problemas logísticos.

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LA OBSIDIANA, METAL DE LOS MAYAS

La tecnología maya estaba condicionada por el uso de la obsidiana, roca vítrea volcánica formada por el enfriamiento y endurecimiento rápidos de lava con un alto índice de silicio. Las vetas de obsidiana se encuentran en determinados puntos de las tierras altas volcánicas;cuando afloran a la superficie están expuestas a la erosión, por lo que existen yacimientos en los que es posible recoger directamente del suelo bloques y fragmentos de esta roca.

En un principio, el transporte resultaba caro y requería grandes esfuerzos. Pero en el período clásico,los comerciantes utilizaron la vía fluvial y terrestre para trasladar el codiciado elemento hasta los consumidores de las tierras bajas y hubo una clara competencia entre quienes comercializaban la obsidiana y quienes explotaban los yacimientos. Parece que incluso había contratos comerciales fijos, que vinculaban al cliente con un proveedor determinado.

La roca vítrea volcánica era primordial para los mayas, pues con ella podía prepararse una amplia gama de útiles. La tecnología de la obsidiana era económica y rápida, y constituía por tanto una alternativa a cualquier manipulación del metal, que además de cara requería mucho tiempo.