Cross-docking en Font Vella

28 mar 2014

La empresa Font Vella ha logrado reducir los movimientos internos en su almacén principal gracias a la instalación de estanterías de paletización dinámica por gravedad, que acercan el producto desde la parte central de la nave hasta los muelles de carga. De este almacén, situado al pie del manantial de Sant Hilari Sacalm (Girona), salen diariamente más de 5.000 paletas con agua embotellada.

Font Vella ha instalado en el almacén de su planta de producción de Sant Hilari Sacalm estanterías de paletización dinámica con capacidad para más de 1.200 paletas. El objetivo de esta solución de almacenaje es eliminar movimientos dentro de la nave (de 6.000 m2 de superficie), ya que la gran distancia que hay entre el punto de expedición de la planta de envasado y los muelles de carga obligaba a las carretillas elevadoras a realizar labores de transporte interno.

El almacén del manantial está preparado para acoger unas 4.200 paletas con agua embotellada en envase de plástico, lo que prácticamente equivale a la producción de la fábrica en una sola jornada de trabajo. Esto obliga a la nave de almacenaje a expedir mercancía continuamente, porque de lo contrario la producción se vería afectada. Además, como la planta no cesa su actividad durante los fines de semana, los viernes el almacén debe quedar completamente vacío, para poder albergar las paletas del sábado y el domingo.

De las instalaciones de Sant Hilari Sacalm salen a diario del orden de 5.000 paletas, ya que a la producción de la planta embotelladora (Font Vella elabora sus propios envases de plástico) se suman a diario otras 500 paletas con agua en botella de vidrio. En la práctica, la manera de trabajar de la fábrica convierte al almacén en una instalación de cross-docking, puesto que la mercancía es distribuida inmediatamente y no llega a guardarse en stock. Por este motivo, antes de instalar las estanterías dinámicas, la mayor parte de la carga se almacenaba en el suelo, ya que no era práctico ni rentable ubicarlas en estanterías. Sin embargo, la gran actividad del almacén obligaba a tener una flota de carretillas realizando continuamente movimientos internos para acercar la mercancía hasta los muelles de carga. Ahora, con las estanterías dinámicas son las paletas las que, deslizándose por caminos de rodillos, se acercan por gravedad hasta los muelles y quedan listas para que las carretillas las carguen en los camiones.

Sobre esta mejora en los movimientos internos, el responsable de expediciones de Font Vella, Josep Ruiz, explica que “el almacén es muy grande, y la mayor parte de la flota de carretillas se pasaba el día transportando paletas desde el centro de la nave hasta los muelles de carga. Nuestra intención era reducir al mínimo este tráfico inútil y dejar que las estanterías dinámicas hiciesen esta labor de transporte interno”.

Carriles para 22 paletas
 

El agua llega envasada y paletizada al almacén a través de tres montacargas que bajan el producto desde la planta de envasado, situada en el piso superior. Al salir de estos ascensores, las paletas son depositadas en caminos de rodillos, que las acercan hasta la parte central del almacén. En este punto, dos carretilleros se encargan de trasvasarlas a las estanterías dinámicas, donde, por gravedad, se desplazan unos 30 m hasta llegar justo frente a los muelles de carga. Allí otras carretillas recogen la carga y la introducen en los camiones. Con este sistema, la empresa se ahorra el paso intermedio de conducir las paletas hasta la salida de la instalación, y de paso libera personal y medios.

Pero a pesar de contar con esta solución, la instalación debe realizar tantos movimientos de paletas al día que el camino de rodillos que conecta los ascensores con la parte central del almacén no da abasto. Por este motivo, de los ascensores parte otro carril de rodillos, que va preparando las paletas de cuatro en cuatro (con un peso total aproximado de 3.600 kg) para que un robot guiado por láser las acerque también hasta los muelles de carga, sin pasar por las dinámicas.

Las estanterías dinámicas están divididas en dos complejos. En el principal, que tiene unas dimensiones de 27 m de largo, 19 m de ancho y 6 m de altura máxima, hay capacidad para almacenar hasta 1.122 paletas a tres alturas. Cada uno de sus 27 caminos de picking dinámico –con capacidad para 22 europalestas de 800x1.200 mm y un peso por unidad de 900 kg– tiene asignado un producto (hay un cartel visible en los huecos de entrada). Este complejo está encarado a una fachada que cuenta con seis muelles de carga trasera.

El segundo complejo de estanterías dinámicas da a otra de las fachadas de la nave, que en este caso cuenta con tres muelles de carga lateral. Aquí los carriles de rodillos (12 en total) llegan hasta escasos centímetros de una de las puertas, de manera que las carretillas retiran las paletas desde fuera del almacén (el suelo del exterior queda aquí a la misma altura que el del interior y las carretillas no cargan los camiones por la trasera, sino por los laterales). Antes de instalar aquí estas estanterías, una carretilla iba sacando la mercancía fuera de la nave, mientras que otra se dedicaba a cargar los vehículos. Con el nuevo sistema, la carretilla no debe entrar en la nave, ya que retira las paletas de la estantería directamente desde la playa exterior. Este complejo alberga un máximo de 120 paletas (10 por carril) y tiene unas dimensiones de 12,2 m de largo, 4,8 de ancho y 5,5 de altura máxima.

En algunas ocasiones, en las estanterías dinámicas no caben todas las paletas. Cuando alguno de los productos tiene llenos sus carriles, en lugar de utilizar cualquier otro la empresa recurre a estanterías móviles (con capacidad para dos paletas en altura cada una) a fin de acoger temporalmente la mercancía. “Mezclar productos dentro de la estantería dinámica –asegura Ruiz– provocaría luego una caos a la hora de controlar el stock. Lo que hacemos es, en los ratos libres o por la noche, traspasar las paletas desde las móviles hasta la dinámica”.

Alquiler de almacenes reguladores
 

El esquema de fabricación está pensado para que la producción abandone la instalación inmediatamente con destino a los distintos clientes. Por eso el almacén del manantial es el único que la empresa tiene en propiedad. No obstante, cuando en ocasiones está próximo a la saturación, Font Vella recurre al alquiler de almacenes reguladores para retener momentáneamente el stock. Los que utiliza habitualmente están situados en Sant Hilari Sacalm, Girona y Alcalà de Henares (Madrid), pero puntualmente puede recurrir al arrendamiento de otros.

La empresa requiere este tipo de subcontrataciones durante los meses de primavera, cuando, en previsión de los picos de demanda que se producirán en verano, aumenta la producción. El objetivo de estas contratas no es sólo evitar la insuficiencia de espacio en el almacén, o los problemas que provocaría la distribución masiva en un periodo relativamente corto de tiempo: debe hacerse así porque en verano no puede fabricarse a diario todo lo que el mercado demanda. Con esta sistemática se consigue que los picos de la demanda no alteren la producción.

El programa informático que gestiona la instalación controla en todo momento el stock disponible en el almacén, así como lo que va a producir la fábrica durante esa jornada y los pedidos que se van a servir a lo largo del día. Si el stock final que resulta de realizar estas operaciones se prevé demasiado alto, los responsables del almacén “provocan” pedidos para los almacenes reguladores. De esta gestión se encarga el departamento de logística, que es quien, cuando sobra producto y falta espacio en el almacén, debe contratar el transporte necesario para que durante la mañana siguiente se retire cuanta mercancía sea necesaria.

La producción de la planta se hace contra ese stock, a partir de un programa mensual preestablecido en base a las previsiones de venta. No obstante, esta planificación va sufriendo modificaciones conforme pasan las semanas, de forma que se adapta la producción a las necesidades que van surgiendo. En cuanto a los envases, Font Vella compra la materia prima y fabrica sus propias botellas. Para ello compra el plástico (granulado en pequeñas bolitas) y lo transforma: hace las preformas (tubos), que se bufan dentro del molde de cada envase que se comercializa.

Tres millones de litros
 

La captación del agua que comercializa Font Vella no procede de un único punto o manantial, sino que se extrae a través de varios pozos localizados en el perímetro de protección de la fábrica (los pozos no se encuentran a la vista y su acceso está restringido y controlado por cuestiones de higiene y salubridad). Desde ellos se bombea hasta unos grandes depósitos centrales, de donde las máquinas de envasado van succionando el agua. La producción diaria de la planta se sitúa entre los 2,5 y los 3 millones de litros.

Font Vella posee un segundo manantial de agua, situado en Sigüenza (Guadalajara), donde también cuenta con una planta embotelladora y un almacén. En este caso, el almacén es más pequeño que el de Sant Hilari de Sacalm, hasta el punto de que no cabe ni tan sólo la producción de un día, por lo que debe estar continuamente expidiendo mercancía. En esta planta también se recurre al uso de almacenes reguladores, tanto para el stock sobrante como para realizar la distribución, ya que desde este manantial se suministra a la zona centro, el sur y el oeste de España. El manantial de Sant Hilari Sacalm, por su parte, se encarga de la distribución en Cataluña y la zona de Levante.

La empresa no tiene camiones propios, de manera que todo el transporte está subcontratado. Font Vella suministra a los almacenes de las grandes superficies y a los grandes distribuidores, que son quienes se encargan de hacer llegar el agua a los miles de puntos de venta (tiendas, bares, restaurantes, etc.). En total, de la instalación salen cada día entre 160 y 170 camiones contratados desde las oficinas centrales de la compañía en Barcelona, a los que hay que sumar los de los clientes que optan por ir hasta el manantial a recoger sus pedidos.


Ficha técnica del almacén de paletización dinámica de Font Vella
Longitud de la estantería: 12,2 m y 27 m
Anchura de las estantería: 4,8 m y 19 m
Altura de las estantería: 5,5 m y 6 m
Niveles de carga (altura): 3
Nº de huecos: 12 y 27
Caminos de picking dinámico: 12 y 27
Unidad de carga: Europaleta de 800 x 1.200 x 1.700/1.500 mm
Carga máxima: 900 kg/paleta
Capacidad total: 1.242 paletas (1.122 + 120)