Estanterías Cantilever para decoración y mobiliario

28 mar 2014

Los artículos de decoración y el mobiliario que comercializa Becara destacan, en gran medida, por sus grandes volúmenes y poco peso, lo que en definitiva supone la necesidad de almacenar “aire”. Una silla, un delicado jarrón de porcelana o un pie de lámpara requieren espacios abiertos con los mínimos obstáculos para ubicar el máximo número de unidades. La solución: estanterías Cantilever en cuyos brazos se han colocado tableros de madera a modo de baldas, tan largas y despejadas como la totalidad de los módulos.

El ritmo al que ha crecido Becara desde su fundación en 1964 es considerable y en consecuencia la operativa ha tenido que evolucionar a la par. Begoña Zunzunegui es la artífice y fundadora de este negocio, que tras sus inicios como mayorista de antigüedades en Madrid, y creando moda de vanguardia, se ha convertido en una de las primeras empresas europeas de diseño, fabricación y distribución de muebles, artículos de decoración y de regalo, además de textiles para el hogar.

En 1987 Becara participa por primera vez en el Salon du Mueble de Paris con la intención de poner sus miras fuera de las fronteras españolas. Hoy, las ferias son el muestrario de la compañía, que ha sustituido la edición de uno o dos catálogos anuales por la participación en los eventos internacionales del sector con más renombre. El procedimiento es presentar los muebles, las lámparas, las telas, las vajillas... en un stand que, con una superficie de unos 700 m2, simula una casa decorada con las últimas tendencias. El resultado es la exportación actual de un 60% de las ventas a todo el mundo, destacando Alemania, Francia o Arabia Saudita como destinos con un mayor volumen de compra.

Hasta hace un año la operativa logística se repartía entre 24 naves distintas, separadas por una distancia de 800 m como mínimo, aunque ubicadas en el mismo polígono industrial madrileño. La complejidad era obvia. Sólo confeccionar un pedido compuesto de referencias muy variadas suponía la necesidad de realizar multitud de viajes de enlace entre muchas de las naves.

La solución llegó hace prácticamente un año con la compra de una nave de 22.000 m2 construidos, en la localidad madrileña de Valdemoro, donde se han agrupado todas las operaciones comprendidas entre la entrega de cada referencia por parte del fabricante hasta su expedición con destino a las dos tiendas propias de Becara en Madrid y a las de sus 10.000 clientes, que están repartidas por todo el mundo. Lo característico es que en estas instalaciones no sólo se llevan a cabo las actividades típicas de almacenaje, picking y expedición, sino que se realiza el acabado final y la reparación de cada artículo importado, antes de la entrega, en el caso de que sea necesario.

Mercancía a granel

Además de los artículos (muebles, telas, butacas, ropa de mesa, etc.) que Becara diseña y subcontrata su fabricación, completa su catálogo comprando a otros productores, principalmente de países asiáticos como Indonesia, la India, China o Tailandia. De este modo, diariamente llegan a estas dependencias de Valdemoro unos dos contenedores con mercancía a granel. “En principio, contamos con datos de los pedidos realizados y podemos conocer de antemano lo que nos va a llegar para ir planificando su ubicación en el almacén”, explica Juan Carlos Barredo, responsable de este centro de Becara. “No obstante —continúa—, estos proveedores no emplean nuestros mismos procedimientos en lo que a trámites y documentación se refiere. Van fabricando de forma aleatoria y caprichosa hasta que llenan un contenedor, por lo que un solo pedido lo podemos recibir en ocho partidas distintas en el transcurso de un mes”.

La intención es que la mercancía no toque el suelo para evitar roturas o roces, por lo que para su manipulación y transporte se utilizan unos carros metálicos con ruedas que se han adaptado a las necesidades de Becara. Una vez se vacían los contenedores, se colocan los productos en estos carros para proceder a su etiquetado. De este modo, cada artículo adquiere un código cuyos primeros dígitos indican la familia a la que pertenece y los siguientes el material del que está hecho (madera, hierro, piedra, bronce, etc.). Después, cada referencia se embala individualmente para que no sufra ningún tipo de alteración.

Aunque el centro está informatizado y en unos meses se pondrán en funcionamiento pistolas y terminales de radiofrecuencia, es el jefe del almacén el que decide la ubicación definitiva. Por el momento, trabajan cuatro preparadoras de pedidos, adaptadas a transportar estos carros especiales, en dos bloques de estanterías con 28 y 24 pasillos de unos 1.750 mm de anchura cada uno. En estas dependencias se trabaja con unas 12.000 referencias que sufren una gran rotación, aunque en “catálogo” el número es mayor.

Almacenaje en Cantilever

Teniendo en cuenta la unidad de carga con la que se trabaja en este centro, que no se paletiza, en la zona de almacenaje se han instalado estanterías con baldas de madera aglomerada para colocar directamente sobre ellas los artículos. Son de tres tipos:
 

  • A.- Estanterías de tipo Cantilever de paletización convencional para picking de muebles. Son 25 filas dobles de cuatro niveles de carga y 6,5 m de altura. Cada una se compone de un bastidor central del que parten los perfiles o brazos en los que se han colocado las baldas. Los módulos no están limitados por puntales delanteros, lo que hace que el hueco sea libre en la totalidad de cada estantería. Para dar mayor seguridad y estabilidad a la estructura todas las alineaciones están aporticadas (arriostradas), es decir, cada dos filas de estanterías se han unido con puntales en la parte superior.
  • B.- Nueve estanterías dobles de paletización convencional con tres niveles de carga: el primero de 2,5 m de altura para muebles de gran envergadura, el segundo de 1,2 m y el tercero de 2 m. Estas unidades ya se encontraban en la nave cuando Becara la adquirió, lo único que se hizo fue modificar y reforzar su estructura para esta operativa.
  • C.- Un conjunto de 16 estanterías sencillas de picking, para muebles y unidades de tamaño mediano y pequeño, de 6 m de altura y siete niveles de carga. Los seis primeros miden unos 600 mm de alto dejando el último nivel de 2.100 mm para referencias grandes o aquellas que tienen muchas unidades en stock. Cada una de las filas se compone de siete módulos, no están aporticadas como en el caso anterior, y al ser de picking y no Cantilever, sus huecos sí que están limitados por puntales delanteros. “El mayor problema de Becara es que se trabaja con demasiado “aire”. Son unidades que ocupan mucho espacio, muy voluminosas, pero de pocos kilos. La instalación de este sistema de estanterías Cantilever ha sido una solución muy oportuna; multiplica los metros de suelo porque permite aprovechar totalmente los niveles de carga al no tener puntales”, asegura Juan Carlos Barredo.


Otra característica de este almacén es que muchas ubicaciones de los niveles superiores se han reforzado con un gran número de travesaños. El resultado es que el operario puede acceder a ellas utilizando un recogepedidos, que incluye un sistema de sujeción especial con un arnés, de modo que puede ponerse de pie encima de la balda para hacer picking.

Junto a esta zona de almacenaje se ha construido otro área separada con medidas más estrictas de seguridad, donde se colocan unidades de un alto valor económico (cuberterías, artículos de plata o bronce, artesanía, etc.) y aquellas que requieren una cuidada y delicada manipulación. Es el caso de las pantallas de las lámparas, que aquí mismo se plastifican para protegerlas del polvo, al igual que los rollos de tela, que además se sacan de su ubicación con el fin de cortar los metros que ha solicitado el cliente para volver a depositarlos después en su posición.

Las estanterías de esta zona son de picking, de unos 3 m de altura y cinco niveles de carga, con tableros de madera aglomerada, a los que accede el operario directamente. Algunas de ellas son dobles formando una base de 2 m de longitud que permite guardar cómodamente hasta dos rollos de tela, uno a continuación del otro. Otras estanterías tienen sólo tres niveles de carga y en el superior se han colocado barras transversales que se utilizan para colgar los muestrarios de telas que la compañía comercializa.

Los pedidos que requieren unidades de esta zona son canalizados de forma diferente dependiendo de su destino. Por ejemplo, en el caso de las telas, se suelen enviar a las tiendas con más urgencia que el resto de unidades porque los clientes las necesitan para tapizar algún mueble. No obstante, si forman parte de un pedido para exportar se unirán al resto de referencias en el área de expedición para enviar la totalidad de la carga en un contenedor.

Tal y como se ha explicado antes, aquí no se trabaja con paletas y en muy poca proporción con cajas. La unidad de trabajo es el carro, que se ha adaptado con barandillas plegables, de modo que protegen los productos de caer al suelo cuando son transportados por la maquinaria de manipulación. Otra medida de seguridad es que en el caso de que este carro no se hubiera colocado correctamente un mecanismo impide que el mástil lo eleve. Por otro lado, a diferencia de otras operativas, en Becara los pedidos no se envían inmediatamente después a la zona de expediciones, sino que antes pasan por un proceso de reparación y acabado. De esta forma, una vez hecho el picking y colocadas las referencias en el carro, se trasladan a los talleres de acabado, que se encuentran junto al almacén. Se trata de las siguientes áreas:
 
  • Taller de electrificación de lámparas: debido a que estos artículos se comercializan en todo el mundo se realiza un montaje eléctrico adecuado a los requisitos que exige el país de destino.
  • Taller de ebanistería: las unidades de madera proceden de países tropicales donde la humedad del aire es muy superior a la de Madrid. Al llegar aquí es lógico que al secarse completamente se produzcan grietas en dicha madera, lo que requiere un proceso de reparación para que el mueble quede en perfecto estado.
  • Taller de acabado: cualquier pieza de madera o hierro, haya sido reparada o no, necesita un acabado (barnizado, lacado, decapado, etc.) que también puede hacerse por encargo del cliente final o ser un diseño exclusivo de Becara.


Después, las piezas llegan a la zona de expedición en el mismo carro, donde tras ser limpiadas o enceradas, en el caso de la madera, se procede a su embalaje. Al igual que durante todo el proceso se hace un estudio muy exhaustivo e individual de todos los pedidos. Dependiendo del destino se necesitará un tipo u otro de embalaje. “No es lo mismo preparar una lámpara de gran envergadura con destino a Arabia Saudita, que se introduce en un cajón especial de madera, que la entrega de un sillón a una tienda de Madrid, que se transportará en una furgoneta propia”, insiste Barredo. A lo que añade: “Contamos con las últimas tecnologías y métodos de embalaje, pero al final depende del buen criterio de los empleados que se han formado aquí”.

 

Fuente: Ana de la Hoz
Destacados: La intención es que la mercancía no toque el suelo para evitar roturas o roces, por lo que para su manipulación y transporte se utilizan unos carros metálicos con ruedas que se han adaptado a las necesidades de Becara A fin de dar mayor seguridad y estabilidad a la estructura que forman las estanterías Cantilever todas las alineaciones están aporticadas, es decir, cada dos filas se han unido con puntales en la parte superior
Ficha técnica del almacén de Becara:
Estanterías Cantilever tipo A:
Altura: 6.500 mm
Nº de módulos por estantería: 9 y 4
Ancho de la estantería: 2.550 mm (exterior “cama”)
Ancho de calle: 1.750 mm
Nº de niveles de carga: 4

Estanterías de paletización convencional tipo B:
Altura: 6.000 mm
Nº de estanterías: 9 dobles
Nº de módulos por estantería: 7
Ancho de módulo: 2.700 mm
Ancho de la estantería: 2.100 mm
Ancho de calle: 1.750 mm
Nº de niveles de carga: 3

Estanterías de picking tipo C:
Altura: 6.000 mm
Nº de estanterías: 16 sencillas
Nº de módulos por estantería: 7
Ancho de módulo: 2.700 mm
Ancho de la estantería: 1.000 mm
Ancho de calle: 1.750 mm
Nº de niveles de carga: 7