Casilleros digitales en la entrega de la última milla

14 dic 2022

Susana Val, directora del Zaragoza Logistics Center

POR SUSANA VAL
Directora del Zaragoza Logistics Center

En el campo de la logística y el transporte, el concepto “última milla” se refiere al tramo final de la cadena de suministro en que la mercancía se traslada hasta el destino indicado por el cliente. Representa un paso crucial en la logística e-commerce, ya que tiene un impacto directo en los costes y en la satisfacción de los clientes.

La última milla supone un gran desafío para todo tipo de empresas, porque la mercancía puede encontrar numerosos obstáculos a lo largo del trayecto hasta el punto de entrega. Algunos impedimentos están relacionados con el propio transporte y otros con el tipo de producto que se entrega. En la actualidad, tendencias como el auge del e-commerce han dibujado un panorama todavía más complejo para ejecutar la última milla con eficiencia.

Retos de la última milla

La distribución urbana de la mercancía ─o última milla─ es la parte más crítica de la cadena de suministro dado que enfrenta distintos desafíos como:

  • Sostenibilidad, considerando los acuerdos del Pacto Verde de la Comisión Europea (Green Deal). En España, por ejemplo, las zonas de emisión cero en ciudades de más de 50.000 habitantes serán obligatorias a partir del 1 de enero de 2023.
  • Integración con la movilidad urbana, para la cual las ciudades están desarrollando planes de movilidad urbana sostenibles.
  • Normativas de las administraciones públicas para los vehículos de mercancías, que limitan su acceso a las ciudades en función de un peso máximo. Las normas varían según el tipo de vía, vehículo o franja horaria.
  • Hábitos de consumo, que se han transformado con el auge del e-commerce derivado de la pandemia de COVID-19. Los envíos B2C (empresa a consumidor) no han parado de crecer y los envíos B2B (empresa a empresa) se han mantenido estables. Como resultado, los operadores logísticos se han visto obligados a rediseñar sus procesos, empezando por la última milla, y a apostar por las últimas tecnologías para mejorar la gestión de inventarios y flotas de transporte.

En relación a este último punto, el boom del e-commerce ha acelerado el crecimiento del transporte de última milla a nivel mundial. España, por ejemplo, se ha convertido en el tercer país europeo con más ventas online, con una facturación que asciende a 69.400 millones de dólares. En 2021, durante la pandemia de la COVID-19, el 76% de los internautas españoles afirmaron realizar compras online de manera habitual. Ese mismo año, el comercio electrónico europeo creció un 13% hasta alcanzar los 730.000 millones de dólares. El aumento de las ventas online ha impulsado un crecimiento imparable de las entregas de última milla.

Para hacer frente a todos los desafíos, las empresas están implementando soluciones innovadoras basadas en tecnología e infraestructuras logísticas que permitan entregar los pedidos en un menor tiempo, al mínimo coste posible y de modo eficiente. Las soluciones de última milla más vanguardistas combinan procesos de gestión de datos intensivos con algoritmos de ruta, sensores, inteligencia artificial y combustibles alternativos. Estas soluciones incluyen tanto vehículos eléctricos (vehículos de 2 y 3 ruedas, scooters eléctricos, etc.), vehículos no contaminantes como nuevos centros o pequeños almacenes en áreas urbanas, que facilitan la consolidación de los pedidos y la gestión del transporte de última milla.

Los casilleros digitales o inteligentes emergen como una solución que integra tecnología e infraestructura. Se trata de un espacio de almacenaje para los clientes finales que hace que la entrega de los pedidos sea más conveniente para todas las partes interesadas.

¿Qué es un casillero digital?

Los casilleros inteligentes son compartimentos en los que las personas pueden recoger o devolver paquetes de forma sencilla, sin concertar una cita previa. Esta solución limita el impacto medioambiental de la última milla en las ciudades al reducir el número de kilómetros que recorren los vehículos de transporte. Los casilleros inteligentes también son útiles para realizar cargas consolidadas, optimizando el espacio del camión.

Los casilleros inteligentes son compartimentos en los que recoger o devolver paquetes

Los casilleros digitales simplifican el proceso de entrega de la última milla a los proveedores de servicios 3PL, al disminuir los viajes realizados cuando un cliente no está en casa. Entregar los pedidos en taquillas inteligentes representa un ahorro para los operadores logísticos y también aporta ventajas a los clientes: disponen de tiempo suficiente para recoger la mercancía y, además, suelen situarse próximos a sus domicilios.

Los casilleros suelen funcionar 24/7, otorgando una flexibilidad total a la hora de recoger y entregar los pedidos. Hoy en día las taquillas inteligentes también se usan para otros propósitos como, por ejemplo, almacenar bienes temporalmente o favorecer el intercambio de mercancía entre personas. Los casilleros digitales pueden rebajar el coste de las entregas a domicilio, puesto que acostumbran a ubicarse en lugares céntricos como tiendas, oficinas o cerca de áreas residenciales. Una de las ventajas de las taquillas inteligentes es que pueden personalizarse a fin de gestionar toda la información desde la nube, lo que facilita la recuperación de paquetes (Kum Fai Y. et al, 2019).

Los casilleros digitales pueden rebajar el coste de las entregas a domicilio al estar ubicados en lugares céntricos como tiendas, oficinas o cerca de áreas residenciales

Pruebas piloto de casilleros digitales en la entrega de última milla

Los casilleros digitales, que en el ámbito privado llevan años funcionando, también han sido adoptados por los gobiernos como solución a la hora de optimizar la movilidad y el transporte urbano. Como parte del programa Horizon 2020, la Unión Europea ha impulsado la implementación de taquillas inteligentes a través de proyectos pioneros en distintos países de Europa. En España e Italia, por ejemplo, se han desarrollado dos aplicaciones de casilleros digitales que podrían mejorar la movilidad en las ciudades:

  • Piloto 1. Implementación de casilleros digitales en estaciones de metro, para que los pasajeros en tránsito se beneficien de la entrega de pedidos en la última milla.
  • Piloto 2. Casilleros inteligentes para promover la inclusión en zonas rurales, ofreciendo servicios a personas mayores y extranjeros en la comunidad.

➤ Piloto 1: Implementación de taquillas inteligentes en estaciones de metro

Este piloto, realizado en la ciudad de Valencia (España), fue diseñado en el marco del proyecto europeo SPROUT. Se colocaron casilleros digitales en las estaciones de metro para que los pasajeros pudieran recoger los pedidos de camino a su destino, en lugar de tener que enviarlos a sus domicilios. Las taquillas inteligentes en las estaciones de metro reducen el número de viajes que hacen los transportistas, ya que pueden entregar una gran cantidad de paquetes en una única parada.

En Valencia, el servicio de casilleros digitales ya estaba disponible en lugares privados como, por ejemplo, en gasolineras, supermercados y edificios residenciales, pero no en espacios públicos como las estaciones de metro. A la hora de elegir la ubicación en la que instalar las taquillas, se consideraron las preferencias de los usuarios potenciales y otros criterios técnicos como el suministro eléctrico, la cobertura wifi o el campo de visión de las cámaras de seguridad en la estación de metro.

El estudio mostró que los casilleros digitales mejoraron la movilidad de Valencia, además de ayudar a aliviar la congestión del tráfico y, por ende, las emisiones de gases de efecto invernadero. En concreto, las taquillas fomentaron el uso de la estación de metro como punto de recogida de paquetería, disminuyendo así el número de vehículos de transporte de última milla en la ciudad.

El servicio de casilleros digitales implementado en el metro funcionó del siguiente modo:

  1. Cualquier usuario (de metro o no) podía registrarse para recoger sus paquetes en las taquillas a través de la página web de la empresa que proporciona el servicio.
  2. Cuando un usuario se registraba, podía elegir la taquilla en la que recoger sus pedidos.
  3. En las compras online en tiendas asociadas al sistema, el usuario podía indicar que quería recoger el pedido en el casillero digital.
  4. Cuando el paquete estaba disponible en la taquilla inteligente, el usuario recibía un código de barras por SMS, correo electrónico o a través de una aplicación que le permitía abrir el casillero.
  5. El usuario podía abrir el casillero y recoger el paquete utilizando el código de barras.

Gracias a la prueba piloto se recopilaron datos valiosos como, por ejemplo, el promedio de kilómetros que recorría un paquete hasta que se entregaba. Al entregarlos en un único punto de recogida en la estación de metro, en vez de en el domicilio del cliente, el ahorro en kilómetros recorridos fue sustancial.

De acuerdo con los datos extraídos, se estimó que los vehículos de entrega de paquetería de última milla tenían un factor de emisión promedio de 0,254 kg de CO2/km y recorrían una distancia promedio de 2,5 km por paquete. En los dos casilleros digitales instalados en estaciones de metro, el ahorro de emisiones de efecto invernadero fue de 48,26 kg de CO2 y 117,47 kg de CO2, respectivamente. En términos generales, el ahorro de emisiones de efecto invernadero por casillero digital en un año —que maneja 6.200 paquetes/año— fue de aproximadamente 3.937 kg de CO2.

➤ Piloto 2: Casilleros digitales para promover la inclusión en zonas rurales

La segunda prueba piloto de taquillas inteligentes se hizo en el marco de INDIMO, un proyecto europeo que tiene como objetivo garantizar que todos los miembros de la sociedad puedan beneficiarse de los servicios de movilidad digital. Este piloto consistía en instalar casilleros digitales en un área rural de Bolonia (Italia) con el objetivo de mejorar la inclusión y extender varios servicios a personas mayores y extranjeros en la comunidad. Situadas lejos de los centros urbanos, las comunidades rurales no tienen acceso a los mismos servicios que los habitantes de las ciudades. Impulsar el uso de los casilleros digitales tiene el potencial de mejorar en gran medida el nivel de servicio en estas comunidades.

El casillero inteligente para esta prueba piloto se implantó para efectuar envíos y entregas de paquetes/correspondencia, así como el pago de facturas y la recarga de tarjetas telefónicas de prepago.

El envejecimiento de la población es una realidad en Bolonia: en 2018, el 24,4% de los residentes tenía 65 años o más (247.800 personas). Al mismo tiempo, el porcentaje de población extranjera había aumentado significativamente. La localidad seleccionada para realizar el piloto fue Monghidoro, un municipio rural a 40 km del centro de Bolonia, con una población total de 3.702 habitantes y una densidad de población de 76,4 hab/km².

En el municipio se recogieron varios indicadores para medir el nivel de inclusión de la sociedad. Los resultados mostraron que el 16% de la población no tenía servicios a una distancia de 30 minutos a pie, el 28,5% no había usado nunca un ordenador y el 67% estaba en riesgo de pobreza o exclusión social.

El objetivo de la prueba piloto era introducir el comercio electrónico y la digitalización en un grupo de la población que, por lo general, queda excluido de estas mejoras debido a su ubicación. ¿Cómo? Con un modelo de casillero digital que ya se emplea en entornos urbanos. En otras palabras, este piloto tenía el propósito de llegar a ciudadanos que, por varias razones, no podían acceder a los mismos servicios que los habitantes de las ciudades. El target del estudio incluía personas mayores, extranjeros y personas con un bajo nivel económico, educativo y de conocimientos digitales.

La taquilla inteligente instalada en esta zona rural ofrecía múltiples servicios a los usuarios: envío y recogida de paquetes, pago de facturas postales y recarga de tarjetas telefónicas de prepago. Los usuarios podían acceder al casillero digital a través de una aplicación instalada en sus dispositivos móviles (smartphone o tablet). Es importante destacar que un casillero de este tipo nunca se había probado en áreas rurales. Hasta entonces, solo se había emplazado en edificios privados de núcleos urbanos.

Los principales desafíos que hallaron los responsables del estudio a la hora de implementar el casillero digital fueron la falta de familiarización con las nuevas tecnologías y el bajo nivel de digitalización de la población, así como los escasos servicios de transporte público en la zona. Con la instalación de este casillero inteligente el objetivo era aumentar el número y la accesibilidad a los servicios básicos y al comercio electrónico.

Funcionamiento de los casilleros digitales

La pantalla de inicio de la aplicación para utilizar el casillero digital describía las funciones básicas: recogida y envío de paquetería (comercio electrónico y consumo), recogida de correspondencia firmada, gestión de pagos y administración de casillas para artículos personales.

Los casilleros digitales reducen viajes realizados por empresas que distribuyen pedidos

Las principales operaciones del usuario se resumen a continuación:

  1. En el caso de recogida de paquetes, los destinatarios recibían la información en la aplicación de la empresa de mensajería indicando la llegada de su paquete y el código QR necesario para recogerlo. En el casillero, escaneaban el código QR para que se abriese la casilla que contenía su paquete.
  2. En cuanto a los envíos de paquetes, los usuarios accedían a la funcionalidad mediante un código QR. Después de rellenar la información del envío, los usuarios depositaban el paquete dentro de la casilla y, por último, recibían una confirmación del envío en su correo electrónico.
  3. En el caso de recibir correspondencia firmada (por ejemplo, una carta certificada que requiera acuse de recibo) se solicitaba a los destinatarios, mediante una notificación en la aplicación de la empresa de mensajería, que aceptaran la carta mediante firma digital antes de poder ver el código QR con el que recoger los documentos. La firma digital equivale a una firma manuscrita, garantizando la autenticidad, integridad y validez legal del documento. Para recibir la correspondencia firmada, los usuarios debían verificar su identidad digital.
  4. Para hacer un pago, los usuarios iniciaban la sesión en el casillero digital y accedían a la funcionalidad mediante un código QR. Una vez dentro del sistema, elegían la operación a realizar mediante las aplicaciones financieras pertinentes. Los métodos de pago podían ser con tarjeta o en efectivo. Finalmente, los usuarios recibían la confirmación del pago en el correo electrónico.

 


 

La Dra. Susana Val es directora del Zaragoza Logistics Center (ZLC). También es profesora asociada de Investigación en el programa internacional de logística del MIT-ZLC, investigadora afiliada en el Centro para el Transporte y la Logística del MIT e investigadora principal del Grupo de Investigación de Transporte.