Alemania: regresa la ‘locomotora’

27 mar 2014

Es el gran gigante de Europa, la locomotora de la economía comunitaria, la dinamo que históricamente ha estimulado al resto de países colindantes. Recuperada en gran medida de la desaceleración económica reciente, Alemania vuelve a hacer valer con más fuerza que nunca sus cualidades como país receptor de inversión foránea.

Nunca dejó de ser, a pesar de los malos tiempos, el epicentro europeo favorito para la instalación de empresas extranjeras. Más de 22.000 de estas compañías están asentadas en el país y emplean a casi tres millones de trabajadores. Con una facturación por encima del billón de euros, los datos hablan por sí mismos de la bonanza de estas firmas internacionales.

¿Cuáles son las bazas que siguen avalando el protagonismo de Alemania en la esfera europea? En primer lugar, por supuesto, su estratégica posición en el corazón del continente, que lo convierte en un país perfecto para relanzar las exportaciones en toda Europa. Alemania fue en 2003 el mayor exportador a nivel mundial y, aunque desde entonces, el tirón del consumo interno se ha reducido, su potencial de abrir nuevos negocios permanece inalterable.

En esta área reviste especial importancia el papel de mediador que desde siempre se ha atribuido la potencia europea respecto de economías emergentes como Polonia. El país germano sigue alzándose como un trampolín de valor incalculable si la intención empresarial es penetrar en estos mercados en plena efervescencia.

Alta cualificación

Sin duda, una de las grandes ventajas de establecer a Alemania como centro productivo continúa siendo la buena reputación que la acompaña. De esta inmejorable fama de los productos alemanes tiene la culpa su extensa y bien formada masa de trabajadores, que se sitúan entre los mejor cualificados de toda Europa.

Un simple dato sirve para ejemplificar la preparación de los empleados alemanes ante las nuevas necesidades de la globalización: el 70% de los asalariados domina el inglés. Tampoco hay que pasar por alto el renombre de algunas instituciones de formación reconocidas internacionalmente como el Max Planck-Gesellschaft o el Fraunhofer-Institute.

Precisamente del buen hacer de estas instituciones formativas, a lo que se suma el apoyo del Gobierno, se debe la fortaleza de Alemania en sectores como la I+D. Alrededor del 20% de las patentes internacionales son presentadas por alemanes. Además, el país dedica el mayor volumen de población activa de Europa a labores relacionadas con la innovación.

En los últimos años se ha insistido especialmente en que este esfuerzo de adaptación y experimentación no se limite a las grandes multinacionales, sino que las medianas empresas (muy competitivas en el país) puedan también desarrollarlo en la medida de sus posibilidades.

Las notas que completan este tapiz de eficiencia tienen que ver con la estabilidad de sus infraestructuras, su solidez jurídica y política, además de sus esfuerzos recientes por adaptar su tradición empresarial a las nuevas demandas del mundo globalizado.

En este último punto radica alguno de los aspectos más débiles de la capacidad competitiva alemana: el papel tradicional del Estado y la dificultad de adaptar su legislación laboral a las necesidades de los mercados globales. Esto ha obligado a una profunda reestructuración económica que el país todavía no ha concluido.

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A favor

✑Situación estratégica en el corazón de Europa.

✑Relación privilegiada con países emergentes del este de Europa.

✑Infraestructuras robustas y eficientes.

✑Reconocimiento internacional de su calidad productiva.

✑Gran tradición como destinataria de inversión foránea.

 

En contra

✑Altas remuneraciones salariales.

✑Desaceleración económica reciente.

✑Frecuentes movimientos sociales y sindicales.

✑Reducción del consumo interno.

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Caso Práctico: Pepper + Fuchs

Especialistas en todo lo relativo a la automatización industrial, la empresa ha apostado desde el principio por aprovechar el potencial productivo y de innovación de países punteros como Alemania. Su asentamiento en esta nación ha beneficiado sobre todo al desarrollo y perfeccionamiento del que se ha convertido en el producto estrella de la compañía: una amplia gama de sensores industriales.

El sello Made in Germany también ha constituido un importante respaldo para la firma española a la hora de introducirse en el mercado y ganarse la confianza de clientes de primer nivel dentro del sector farmacéutico, químico y pretroquímico.

Cerca de la I+D

Otro de los princiaples aspectos que destaca la compañía de las ventajas de instalarse en Alemania es mantenerse conectada al mayor foco de innovaciones del sector, hecho que constituye una obligación si se quiere ser competitivo. Además, la mayoría de los clientes más prestigiosos del mercado, de cuyas necesidades es básico mantenerse informado, se encuentran instalados, precisamente, en Alemania.