La línea Betuwe, una alternativa al Rhin y a la carretera

27 mar 2014

Los Estados comunitarios se han propuesto descongestionar las carreteras y poner en marcha otras alternativas igualmente válidas para el transporte de mercancías. Es el caso de la línea de ferrocarril Betuwe, que unirá el puerto holandés de Rotterdam con Alemania. A partir de 2005, fecha en la que comenzará a ser transitable, podrán circular por esta vía hasta diez trenes por hora en los dos sentidos.
El libre tráfico de personas y mercancías que posibilita la Unión Europea (UE) hace indispensable la existencia de una red de transporte eficiente entre todos los Estados miembros y los países colindantes.

En este sentido, los ministros europeos están apostando por la armonización de sus políticas, la competencia entre las empresas que integran el sector, una rigurosa limitación al apoyo que los Gobiernos prestan a los operadores nacionales y, por supuesto, un mayor equilibrio entre el transporte de mercancías por carretera y otros modos alternativos, que a menudo son más seguros y respetuosos con el medio ambiente, como es el caso del ferrocarril.

Sin embargo, las cargas a través de esta modalidad, que circulan en la UE, han disminuido del 21% al 8% en los últimos treinta años. De este modo, se están implementando medidas para frenar esta tendencia a la baja y, en lo posible, invertirla totalmente. Pero antes de que el tren sea capaz de aumentar su capacidad, se tienen que poner en práctica toda una serie de mejoras.

Ante todo, hay que liberalizar el sector: los proveedores deben atender más las exigencias de los clientes y ofrecer un buen producto a un precio razonable. También es un requisito indispensable desarrollar una red ferroviaria internacional, lo que supone un enfoque coordinado en la creación de nuevas infraestructuras, que incluye la puesta en marcha de una Red Transeuropea (TEN) y una Red Transeuropea de Mercancías (TERFN). A partir de marzo de 2003, el sistema ferroviario tendrá que abrirse al transporte internacional y en marzo de 2008 todos los operadores europeos podrán acceder al conjunto de líneas de la zona euro.
 

Primeros trenes

Dentro de este proyecto que favorecerá el transporte de mercancías por ferrocarril ya están en marcha diversas fases. Una de ellas es la construcción de la línea ferroviaria Betuwe, que unirá el puerto de Rotterdam, en Holanda, con el núcleo intermodal de Duisburg, en Alemania.

La ministra holandesa de Transportes y Obras Públicas, Tineke Netelenbos, ha afirmado que en 2005 empezarán a circular los primeros trenes de mercancías. En la consecución de las obras, para las que se ha presupuestado una inversión de 20.933,2 millones de euros, es vital una gestión conjunta entre los Países Bajos y Alemania.

De este modo, según palabras de la ministra, se ha llegado a un acuerdo con su homólogo germano Kurt Bodewig, por el cual los 160 km de la sección alemana de la línea Betuwe —desde la frontera en Emmerich (Holanda)— tendrán la capacidad suficiente como para soportar el creciente aumento de los cargamentos, ya que el tránsito será de diez trenes por hora en cada sentido.

Según la previsión del Gobierno alemán, su red de ferrocarriles será capaz de hacer frente a este aumento del tráfico durante algún tiempo. Actualmente, se están realizando mejoras, pero no será hasta aproximadamente el año 2010 cuando será necesario incrementar la capacidad así como, en un futuro, extender sus líneas.
 

Exclusiva para mercancías

Hoy, en Holanda, el tráfico de pasajeros es el que tiene mayor prioridad en su red ferroviaria y esta nueva línea Betuwe es el primer enlace en los Países Bajos creado exclusivamente para el transporte de mercancías.

Claramente, su importancia será vital para la entrada y salida de la carga del puerto de Rotterdam, que ya dispone de unas conexiones excelentes con el interior del continente por medio de canales y ríos —sobre todo por el Rhin— y de una buena red de carreteras.

Las ventajas que aportará la línea Betuwe le crean una seria competencia al transporte terrestre, ya que se convierte en una nueva opción para los transportistas. La red no sólo será importante para el tránsito combinado de contenedores y de cajas desmontables, sino también para muchas otras tipologías.

Por otra parte, será un factor fundamental la cooperación entre las grandes conexiones ferroviarias internacionales de Alemania, Dinamarca, Suiza y Holanda. Los usuarios se beneficiarán en un futuro próximo de un concepto de ventanilla única para toda la ruta entre Rotterdam (Holanda), Duisburg (Alemania), Basilea (Suiza) y Copenhague (Dinamarca), lo que supondrá que se podrán realizar las reservas a todos estos destinos desde un solo mostrador de billetes.

Corriente alterna

Actualmente, el proyecto de construcción se encuentra en pleno desarrollo: se están realizando las pruebas de tensión de los cables aéreos de la línea ferroviaria del puerto, que tienen una capacidad de 25 kV. La locomotora que circulará por esta red ha de estar preparada para funcionar con esta corriente de nueva implantación en Europa occidental. En tales pruebas se emplearán las máquinas de los trenes húngaros con las que sí será posible realizar las mediciones.

Este programa de electrificación cubrirá toda la línea Betuwe, desde Rotterdam hasta la frontera alemana. La fase inicial, que corresponde a la del puerto, estará lista a finales de 2002 o a principios de 2003. Gracias a dicha electrificación se podrán emplear locomotoras eléctricas en toda la ruta.

Hoy, es necesaria la tracción con gasóleo en muchos tramos de las redes europeas y, además, en ocasiones se requieren hasta tres locomotoras para un solo tren. Cuando la línea Betuwe esté en funcionamiento, del trayecto completo se encargará una única máquina eléctrica, que también podrá arrastrar vagones de mercancías con mayor tonelaje; la corriente alterna de 25 kV posibilita una fuerza de tracción superior.

La electrificación no es nada sencilla. El principal factor a tener en cuenta son los distintos sistemas de voltaje, tanto de corriente alterna como de corriente continua, utilizados por las compañías ferroviarias de Europa occidental y diferentes a los de los países orientales, en los que el estándar es la corriente alterna de 25 kV.

En el año 2005 los primeros trenes que realizarán el trayecto estarán capacitados para circular bajo los distintos voltajes. Por ejemplo, en Emmerich, punto en el que comienza el tramo holandés, la corriente de los cables aéreos cambia a 15 kV. Las empresas del sector deberán contar con locomotoras que se puedan ajustar a este cambio de voltaje en los diferentes países europeos.

En este sentido, la división de mercancías de la sociedad ferroviaria francesa ya ha realizado el pedido de varios centenares de unidades de locomotoras de cuatro corrientes y DB Cargo, la división de mercancías de la alemana Deutsche Van, ha solicitado otras 500 unidades.

Estas máquinas podrán transitar prácticamente por todas las vías de ferrocarril europeas a excepción de las correspondientes a España, Portugal, Finlandia y a las de los países de la antigua Unión Soviética, debido a las diferencias en la anchura de los raíles.

Además de la electrificación, actualmente se está construyendo toda la subestructura de la línea Betuwe, lo que incluye los cimientos, cinco túneles y 130 viaductos, entre otras muchas obras. A su vez, se están realizando diversas pruebas en varios países europeos para la puesta en funcionamiento de un nuevo sistema de seguridad ferroviaria, el ERTMS-level-2. En el puerto de Rotterdam se instalará otro sistema distinto, el ATB de nueva generación, para el direccionamiento automático de trenes.

El hecho de que la línea Betuwe vaya a estar capacitada para el tránsito máximo de diez trenes de mercancías por hora en cada sentido pone de manifiesto las considerables mejoras que se llevarán a cabo en pocos años en el transporte interno entre el puerto de Rotterdam y Alemania.

Asimismo, este aumento del volumen del tráfico conlleva un incremento de los niveles de ruido aceptados durante el día, pero sobre todo en los establecidos por la noche. De esta forma, se realizará una fuerte inversión en la instalación de paneles de insonorización a lo largo de varias líneas.

 

La colaboración en el sector

A fin de crear una red europea que favorezca el transporte de mercancías por ferrocarril y libere el tráfico que sufren las carreteras, las empresas del sector tendrán que colaborar en las siguientes áreas:
 

  • -Materiales: puesta en común de voltajes principales, raíles, cableado aéreo y sistemas de seguridad interconectados para no tener que cambiar las locomotoras en las fronteras.
  • -Horarios: tanto los trenes de carga como los de pasajeros compartirán la red.
  • -Personal: en la formación del personal se ha de considerar el carácter europeo de la actividad.
  • -Logística: para planificar y regular el recorrido completo será necesario establecer una one stop shop, una oficina de reservas que suministre información sobre la disponibilidad de las rutas, su coste, las condiciones técnicas de las líneas y las terminales, etc.

Fuente: Wim Scheurkogel, revista Port of