La visión y gestión de las infraestructuras aeroportuarias en Brasil han cambiado en los últimos años. Las estrategias de los aeropuertos se están modernizando en lo que respecta a la prestación de servicios logísticos de cargas y pasajeros, y al desarrollo de actividades comerciales. Estas mejoras dotan al aeropuerto de mayor capacidad para contribuir al desarrollo socioeconómico de la región donde están ubicados y tienden a ser un factor diferencial para la competitividad y crecimiento de una ciudad.
Los aeropuertos son un elemento fundamental para el desarrollo económico de una comunidad. Una infraestructura aeroportuaria adecuada y eficiente no sólo facilita el aumento de la accesibilidad a una determinada zona, sino que es una ventaja competitiva para la región: es un reclamo para la inversión y el desarrollo de nuevos negocios, favorece la ampliación de las relaciones comerciales y posibilita, también, la expansión de actividades económicas asociadas a la disponibilidad de servicios que añaden valor a la función del transporte.
Una mejor prestación del servicio logístico, en definitiva, influirá en la mejora del concepto de calidad en la recepción de las importaciones, facilitando de esta forma el incremento de las relaciones de comercio internacional. Un aeropuerto ejerce la función de atender la demanda de transporte aéreo pero, en algunos casos, además, (especialmente en países de grandes dimensiones como Brasil), desarrolla una función de apoyo a las operaciones aéreas de localidades donde el transporte por avión asume características de servicio esencial.
En resumen, se presenta como la alternativa modal más eficiente y adecuada, e incluso a veces la única. El aumento de la capacidad de los aeropuertos brasileños es resultado del programa de inversión puesto en marcha por INFRAERO (empresa brasileña de Infraestructura Aeroportuaria vinculada al Ministerio de Defensa), que asciende a más de 385 millones de euros para el periodo 1996-2004.
Según el DAC (Departamento de Aviación Civil), Brasil cuenta con un total de 703 aeropuertos públicos, de los cuales 66 son administrados por INFRAERO y 235 administrados mediante convenio entre la Comandancia de Aeronáutica y los Estados y Municipios. Los aeropuertos de INFRAERO concentran el 97% del movimiento del transporte aéreo regular en Brasil. En el año 2000 se registraron un total de 2,09 millones de despegues y aterrizajes de aeronaves nacionales y extranjeras, 67,9 millones de pasajeros y 1,31 millones de toneladas de carga.
El movimiento doméstico de pasajeros creció fuertemente en el periodo 1994-2000 (9% anual), así como el movimiento de carga aérea internacional soportado, sobre todo, por las importaciones (12,6% anual). En los aeropuertos domésticos se realizan exclusivamente rutas aéreas de ámbito nacional y no cuentan con los servicios de Aduana y Policía Federal. De los aeropuertos de la red INFRAERO, en 41 se fletan sólo vuelos regulares domésticos.
Los aeropuertos internacionales tienen autorización del DAC para realizar vuelos regulares con puntos de origen o destino en territorio extranjero, además de contar con servicios de instituciones públicas como los de Aduana y Policía Federal. Estos aeropuertos funcionan como hubs, concentrando los vuelos de las grandes aeronaves y redistribuyendo cargas y pasajeros a otras localidades. Esta gestión permite desarrollar economías de escala mejorando las operaciones de los aeropuertos con tráfico aéreo congestionado.
Actividad estratégica
El mercado de carga aérea, a diferencia del de pasajeros, se caracteriza por tratarse de transporte en una sola dirección, por la concentración de grandes usuarios, por la decisión de compra en función de criterios racionales y técnicos, y por unas importantes perspectivas de crecimiento, que residen en el segmento high yield (ej.: insumos y productos de la industria de telecomunicaciones).
Además, en el caso brasileño se manifiesta un desequilibrio entre las mayores importaciones y las exportaciones, justificado por la adecuación del modo aéreo a cargas de alto valor añadido y por la importancia de la regularidad y rapidez del flujo de los insumos en la producción de las empresas transnacionales.
Los clientes desean cada vez más soluciones logísticas completas y la carga aérea para las compañías operadoras ha pasado de ser una actividad marginal a convertirse en un factor estratégico de crecimiento. El objetivo de las empresas aéreas es que su flete no sea tratado como una mercancía, en el marco de un proceso controlado por operadores logísticos y agencias mundiales de carga con alto poder de negociación.
Las empresas buscan desarrollar un papel en la logística puerta a puerta, abandonando la función transporte aeropuerto-aeropuerto, y utilizando conexiones flexibles en aeropuertos hubs (centros de distribución). De este modo, participan de un mercado que se estima es cuatro veces mayor. Todo tipo de carga puede ser transportado por el modo aéreo si se tiene en cuenta que, en ocasiones, los costes relativos más elevados pueden ser compensados por un menor nivel de pérdidas, mayor rapidez y seguros más bajos.
Éste es el caso de productos perecederos físicos (frutas, flores y carnes), artículos perecederos desde el punto de vista económico (periódicos y revistas), cargas peligrosas sujetas a autorizaciones (explosivos, gases, inflamables, aerosoles, barómetros, baterías), animales vivos, cargas de bajo peso (por volumen) y mercancías con fecha de entrega rígida y prioridad de urgencia (documentos, productos perecederos, muestras, etc.).
La carga ofrece una significativa fuente de ingresos adicional para las compañías aéreas y representa, en algunos casos, el 30% de la facturación total. En Brasil, el transporte de cargas supone, aproximadamente, el 15% de la facturación total de las compañías aéreas de pasajeros. Sin embargo, esta participación podrá aumentar a ritmo rápido, según las necesidades de servicios para cargas de alto valor añadido.
Además, destaca el incremento en el servicio expreso internacional (cargas de hasta 30 kg), que está aumentando del mismo modo que la industria de mensajería en Europa y Estados Unidos. La presencia de integradores (servicios puerta a puerta), que incluyen las funciones de agentes de carga sumadas a las de las compañías aéreas, se hace cada vez más imprescindible a la hora de mantener la participación en el mercado de transporte de carga aérea en Brasil.
Mayor capacidad
La apertura de la economía brasileña en los años noventa promovió el crecimiento de las importaciones, que prácticamente ocuparon la capacidad de las principales terminales de carga internacional del país. Esto conllevó problemas de capacidad en los principales aeropuertos cargueros (por la dificultad de ofrecer de inmediato espacio para almacenaje), la ejecución de inversiones de ampliación de las Terminales de Carga Aérea (TECA) de INFRAERO, la introducción de sistemas más ágiles de liberación aduanera de mercancías por el organismo competente y la implantación de Estaciones Aduaneras de Interior (EADI).
Estas estaciones tienen un diferencial competitivo frente a las terminales en la liberalización de mercancías de importación por su proximidad al punto de almacenaje del cliente final y por la liberación parcial de lotes, según sus necesidades. Actualmente, existen 54 EADI en funcionamiento en Brasil. Los principales aeropuertos internacionales de carga son Guarulhos y Viracopos, ambos en São Paulo.
El de Viracopos es un hub para América del Sur destinado a aeronaves exclusivamente de carga. Es importante tener en cuenta que la mitad de la carga aérea mundial es transportada en aviones de pasajeros y la otra mitad en aviones puramente cargueros. En el año 2000, como resultado de la nueva gestión de los aeropuertos, el movimiento de cargas internacionales en Brasil fue de 605,3 mil toneladas, con un crecimiento de 103% en relación con el año 1994.
Fuente: Mónica E. Stender (Socio consultor de QMS mstender@quarkms.com Datos extraídos de BNDES-Brasil).