Garavilla: la logística de las conservas

28 mar 2014

La empresa Conservas Garavilla ha logrado reducir en un 50% el tiempo dedicado al reaprovisionamiento de almacenes y ha aumentado su nivel de servicio, hasta alcanzar el 98,3%, gracias a la implantación de la solución DPM para la planificación de la demanda, las compras y el aprovisionamiento. Son sólo algunas de las mejoras que la compañía ha logrado introducir a través de su departamento de logística, que dirige Patxi Gómez.

Con una facturación de 175 millones de euros, Conservas Garavilla es una de las empresas líderes en España en la fabricación y comercialización de conservas de pescado y marisco (atún claro, mejillones, sardinas, etc.). Sus orígenes se remontan al año 1887, aunque la consolidación de la compañía se sitúa a partir de la década de los sesenta, con el nacimiento de su conocida marca Isabel, que fue la primera del sector conservero en tener una presencia masiva en los medios de comunicación.

Las cuatro plantas industriales de Garavilla la convierten en una de las principales empresas europeas en la elaboración de conservas de pescado. Estas fábricas están estratégicamente distribuidas a lo largo de la geografía mundial y próximas a puertos pesqueros: Mundaka (Vizcaya), El Grove (Pontevedra), Agadir (Marruecos) y Manta (Ecuador). Sus instalaciones están dotadas de la más avanzada tecnología, tanto en la elaboración como en la conservación y son las responsables de elaborar y envasar todos sus productos con la máxima garantía de calidad y seguridad alimentaria.

La implantación en Garavilla de DPM (Distribution Planning Model), una tecnología SCM diseñada por Toolsgroup para llevar a cabo la planificación integral, es fruto de un acuerdo estratégico entre la conservera y Toolsgroup Spain, que hace las veces de socio tecnológico y consultor logístico. El proceso se inició a principios de 2004.

El sistema está interfaseado con el ERP de Garavilla (SAP R/3), para calcular diariamente el MPS (Plan maestro de fabricación y los reaprovisionamientos de los almacenes de todos los niveles) teniendo en cuenta las necesidades de toda su red, formada por las cuatro fábricas mencionadas arriba y 13 almacenes. Transpuesto al mercado nacional, esto significa que, con DPM, “calculamos y ajustamos los planes de fabricación de las dos plantas de la Península, en lo que se refiere a productos de distribución en el mercado nacional, así como los reaprovisionamientos de todos los almacenes de segundo nivel en territorio nacional (nueve almacenes)”, afirma al respecto el director de logística de Conservas Garavilla, Patxi Gómez.

Gracias a DPM, en los nueve primeros meses de 2004 Conservas Garavilla ha aumentado su nivel de servicio hasta llegar al 98,3% (porcentaje de líneas que se han servido completas con respecto al número de líneas de pedido recibidas) sin aumentar el stock inmovilizado. Al mismo tiempo, la compañía ha logrado reducir el tiempo dedicado a la planificación de la demanda y del reaprovisionamiento en un 50% (de 12 a 6 horas diarias). Estas mejoras han sido posibles con a la puesta en marcha de la nueva solución para la planificación integral.

El proceso de recopilación de datos y evaluación de los nuevos indicadores aún no ha concluido. No obstante, Gómez asegura que las primeras estimaciones revelan que, con DPM, la empresa ha podido reducir aproximadamente en un 20% los costes administrativos y en un 30% el número de reclamaciones, con la consecuente mejora para su imagen. Pero además de una tecnología de planificación, Conservas Garavilla requería una tecnología flexible que pudiera adaptarse al dinamismo de la sociedad y del propio sector. Por ejemplo, la compañía necesitaba predecir y medir el efecto de las promociones o la publicidad en las previsiones de venta. En este sentido, su director de logística afirma que “cualquier acción especial que se haga con un producto (promociones, publicidad, etc.) se ‘modela’ en DPM matemáticamente y se analizan y archivan los resultados. Esto permite crear bibliotecas de eventos que sirven para predecir y cuantificar futuras acciones”.

Logística subcontratada

Las instalaciones de Mundaka tienen una superficie construida de 7.000 m2 sobre una parcela de 30.000 m2. La distribución de las infraestructuras dentro del recinto es la siguiente: planta procesadora, 5.000 m2; zonas de preparación, 400 m2; vestuarios, 200 m2; almacén de producto terminado, 700 m2; oficinas, 600 m2; y muelles de carga, 100 m2. De hecho, la planta del País Vasco es la más pequeña de cuantas posee Conservas Garavilla, ya que la de Marruecos duplica las superficies construidas, mientras que las de O Grove y Ecuador son aproximadamente cuatro veces mayores que las de Mundaka.

Los sistemas de almacenaje que se utilizan en las plantas están compuestos por estanterías compactas (más del 90% de la capacidad), convencionales y dinámicas de rodillos (éstas últimas sólo en la fábrica de Mundaka). Los almacenes situados en las plantas de producción actúan como depósitos reguladores (almacenes propios), mientras que el resto de almacenes de la red logística, los subcontratados, se utilizan para el servicio de pedidos de escaso volumen. A excepción de los almacenes de primer nivel situados en las plantas de producción, toda la logística está subcontratada.

Los almacenes de producto terminado contienen en un 99% elaborados preparados para su expedición y venta. El 1% restante corresponde a semielaborados que, normalmente, están pendientes de encajonar y/o estuchar. El número de referencias que manejan estos almacenes ronda las 600, entre mercado nacional y exportación, y su rotación es muy variable, aunque suele producirse entre cinco y seis veces al año.

La unidad de carga para la mercancía es la paleta europea, fundamentalmente de pool externo. Sin embargo, para algunos clientes se utiliza paleta blanca propiedad de Conservas Garavilla. Cada paleta situada en cualquier almacén es monorreferencia y, en un 97%, también monolote. A pesar de que Garavilla no dispone de un sistema informático que gestione las ubicaciones en el almacén, la empresa asegura que se utiliza “un sistema FIFO con aceptables resultados”.

Las plantas procesadoras trabajan contra previsiones de venta en los productos de marca propia, mientras que los artículos ligados a otras marcas, o los que cuentan con características especiales (bajo especificaciones de contrato diferentes, por ejemplo) son trabajados contra pedido. Todos los productos tienen que pasar necesariamente por el almacén antes de ser expedidos.

Trazabilidad del producto La mercancía se puede servir desde los almacenes de primer nivel directamente a los clientes a partir de los pedidos recibidos, o bien puede tener como destino los almacenes de segundo nivel, contratados a operadores logísticos para que estos sirvan los pedidos de poco volumen. La preparación de los pedidos en las instalaciones de Garavilla se hace de forma manual, mientras que los operadores utilizan soluciones de radiofrecuencia.

En cuanto al transporte, el de larga distancia se utiliza para servir directamente a los clientes (60% del volumen) o reaprovisionar almacenes de segundo nivel. La flota que se usa para el reparto es totalmente subcontratada, y entre Mundaka y O Grove se cargan una media diaria de 15 camiones (la mayoría en O Grove). La distribución se lleva a cabo a nivel nacional y abarca todo tipo de establecimientos: hipermercados, supermercados, tienda tradicional, etc. El plazo de entrega medio es de cuatro días, si bien para zonas alejadas de los almacenes de segundo nivel puede llegar a ser de hasta seis días.

El director de logística de Conservas Garavilla asegura que la trazabilidad del producto hasta su expedición está garantizada, y que la compañía está ultimando los detalles para poder cumplir con la nueva normativa de trazabilidad que comenzará a aplicarse desde el próximo día 1 enero.

 
Más de 60 años exportando
 

Fue en el año 1887, en la villa marinera de Elantxobe, donde José de Garavilla y Quintana fundó las bases de uno de los mayores grupos europeos de pesca extractiva y conservas de pescado. El negoció creció y su fundador trasladó, en 1906, su conservera a la localidad de Bermeo (Vizcaya), que contaba con un puerto y una flota mayores, lo que permitía un mejor aprovisionamiento de materias primas y facilitaba la comercialización de la producción. En 1917, la compañía inauguró lo que en esos tiempos fue considerada una de las más modernas fábricas de conservas de Europa, que fue bautizada con el nombre de La Equitativa, que a su vez fue la marca bajo la que la empresa comercializó durante años buena parte de su producción.

Tras un largo paréntesis provocado por la Guerra Civil, en 1952 se inició un lento pero progresivo reflotamiento de la empresa, sobre todo gracias a la visión de empezar a enlatar atunes de la especie Skipjack (el popular atún), trabajados por los estadounidenses pero no por los europeos hasta ese momento.

Ya en los años sesenta, Conservas Garavilla crea la marca Isabel y aumenta la dimensión de la empresa con la apertura de hasta once fábricas por toda la Península y Canarias. Isabel sería la primera marca del sector conservero con gran presencia en los medios de comunicación, a través de una campaña publicitaria que conseguiría que toda España tarareara el eslogan del anuncio.

Comenzaba una época de expansión que continuaría, bajo el liderazgo de la tercera generación familiar, en los años setenta, ochenta y noventa, con la creación de una potente red comercial, una activa presencia en los medios de comunicación y una moderna flota pesquera. En el año 2002, la empresa inauguró sus nuevas oficinas centrales y su nuevo centro de producción en el municipio de Mundaka, que sustituía a la antigua fábrica de Bermeo.