Visita guiada a la robotización

01 ago 2008

Cuando una empresa piensa en términos internacionales, sus objetivos inmediatos pasan por extender su mercado a otras zonas geográficas y, a la vez, su capacidad productiva. El pasado ejercicio, el Grupo Mecalux realizó distintas inversiones para aumentar la productividad de sus delegaciones tanto en España como en Europa y Estados Unidos.

De entre esas inversiones destaca la que se ha materializado en la planta de producción de la compañía en la localidad de Gliwice (Polonia). Mecalux produce buena parte de sus estanterías en una fábrica de 35.000 m2. En febrero de 2007, a esa planta se le ha unido una nueva en la misma localización.

El resultado son 20.000 m2 en los que trabajan 168 personas dedicadas a una actividad por la que la empresa ha apostado fuertemente en los últimos ejercicios y que resulta complementaria a la de la estantería:la robotización. La puesta en marcha de la nueva instalación no solo ha pasado por montar un centro de producción, sino por hacerlo, además, adaptándolo desde el principio a nuevas estrategias de fabricación y montaje de las máquinas utilizadas en los almacenes automáticos.

Esta estrategia se basa, fundamentalmente, en la estandarización de los elementos y en la modularidad de los mismos. Con estas premisas, a mediados de 2007, ha empezado a operar ya a pleno rendimiento la planta de Gliwice, equipada para efectuar trabajos a muy diferentes niveles, desde la transformación de la materia prima –el metal básicamente–, al montaje final de las máquinas que darán servicio en almacenes de todo el mundo.

 

Estandarización

Una de las estrategias que Mecalux está impulsando para conseguir una mayor flexibilidad y rapidez en el montaje de instalaciones automáticas es la estandarización. Para ello se están desarrollando los distintos elementos automatizados en los almacenes, como los transelevadores o los transportadores de cadenas y rodillos, con el propósito de que en el catálogo figuren varias referencias estándar de cada elemento, que posibiliten,combinándolas, elaborar soluciones a la medida del cliente.

Con esta estandarización se consigue un mejor control en la calidad de soluciones probadas y puestas a punto, reduciendo notablemente el tiempo de disposición de los diferentes elementos automatizados.

La estandarización permite, además, una mejor estrategia de fabricación,ya que facilita hacer tiradas en serie.La personalización a la medida de cada cliente se logra mediante la modularización de las piezas o elementos, de modo que, por ejemplo, en la construcción de transelevadores modulares no resulta preciso producir toda una columna a la medida, sino solo el tramo final de la misma.

En fabricar un transelevador completo se tardan, actualmente, unas tres semanas. Cada mes y medio o dos meses se crean entre seis a ocho máquinas. No se monta cada una puntualmente de principio a fin, sino que cuando se contrata una instalación se construyen en grupo.

Todo depende de la planta, del tipo de maquinaria que se use y de cómo los encargados de grandes obras quieran organizar el montaje. Los transportadores, ya sean de cadenas o de rodillos, tienen una cadencia de fabricación más elevada –de 150 a 200 a la semana–, porque un buen número de ellos se usa en cada almacén automatizado.

Estas cifras, sin embargo, van a cambiar a corto o medio plazo, ya que en estos momentos la dirección de la fábrica está estudiando el dimensionamiento necesario para llegar a desarrollar cada transelevador completo en solo uno o dos días.