Solidez en el suelo de las empresas

27 mar 2014

La frenética actividad de las empresas es muy agresiva para los suelos, por lo que éstos han sufrido con el tiempo una progresiva tecnificación. Determinar el uso que se les va a dar, dimensionar la obra, elegir los materiales y establecer un protocolo de aplicación y ejecución son pasos esenciales para contar con un pavimento de calidad.

A la hora de elegir la capa de rodadura o revestimiento final de un suelo es vital acertar con las características adecuadas, ya que una mala elección del pavimento en este sentido puede tener consecuencias incalculables en un corto plazo de tiempo. Cuando hablamos de pavimentos decorativos, también debe tenerse muy en cuenta el factor estético.

Por ejemplo, los pavimentos para industrias pesadas son aquellos que soportan importantes fatigas o están sometidos a cargas elevadas, tráfico de vehículos pesados con una gran actividad, e incluso a fuertes impactos. Por tratarse de un material muy exigente, su diseño se basa en tres pilares: fatiga, desgaste e impacto.

Además de la actividad a la que se destinará, también es necesario tener en cuenta el uso que se le dará al pavimento. Prácticas laborales habituales como sentarse, caminar o empujar carretillas provocan descargas electroestáticas que pueden crear tensiones de hasta 20 kV.

Estas no son perjudiciales para el ser humano, a pesar de su gran voltaje, pero sí representan un riesgo que puede ser fatal para componentes electrónicos delicados y pueden resultar muy peligrosas en locales en los que existan productos inflamables o explosivos. Por esta razón, es conveniente instalar pavimentos conductivos o disipativos, que protegen a las personas de explosiones y fuegos, a la vez que a los equipos sensibles.

Protección máxima

Un claro ejemplo de la protección que ofrecen estos suelos a las personas se produce cuando se mani pulan o almacenan disolventes orgánicos, o se generan grandes cantidades de polvo, ya que un crecimiento de electricidad electroestática puede ocasionar un serio peligro de explosión o fuego.

Es entonces cuando el pavimento con baja resistencia conduce esta electricidad a una instalación de toma de tierra lo más rápido posible. Este tipo de suelo también se usa en quirófanos donde es vital proteger a los pacientes de cualquier descarga electroestática.

Los equipos o elementos electrosensibles son principalmente chips, transistores bipolares, diodos, circuitos integrados, semiconductores, etc. Si la resistencia del suelo es muy baja, o la conductividad muy alta, la electricidad electroestática es eliminada demasiado velozmente, lo que puede provocar una corriente inducida.

Los pavimentos disipativos o ESD se encargan de evacuar la electricidad estática hasta la instalación de toma de tierra de una forma más lenta y controlada. Con todo lo expuesto anteriormente, se puede deducir que los pavimentos, sean de la clase que sean, deben aportar unas prestaciones muy elevadas que se adapten a la gran evolución tecnológica que han experimentado las industrias y sus sistemas de producción y manipulación.

No obstante, existe un gran vacío en cuanto a normativa y recomendaciones en este sector. Por ejemplo, más del 80% de los pavimentos de hormigón instalados en España se elaboran con hormigón reforzado con fibra de acero, si bien la EHE (Instrucción Española de Hormigón Estructural) no prevé su utilización.

Dado que es imprescindible contar con un suelo de calidad y al ser inexistente la normativa al respecto, la empresa Rinol Rocland Suesco ha elaborado Rinol Systems, un sistema para pavimentos en el que se define perfectamente el uso al que están destinados. Son sistemas constructivos ya que además de concretar los materiales que se han de utilizar y dimensionarlos, detallan la forma de ejecutar este tipo de pavimento a fin de garantizar sus destacadas exigencias técnicas.

Asimismo, crea un protocolo de control con el objetivo de dotar a la solución de la calidad técnica necesaria. Algunas exigencias son fundamentales para el dimensionamiento del pavimento: tipo de hormigón, determinación del espesor, elección de la capa de rodadura, revestimiento final, etc. Para llegar al nivel requerido, hay que ser muy escrupulosos en la forma de ejecutar los suelos, demostrando una gran maestría en la aplicación de la planimetría, la formación de pendientes o la disposición de juntas, por ejemplo.

Pavimento correcto

Como conclusión, lo que finalmente condicionará la calidad y la vida de un pavimento industrial son una serie de variantes, todas igual de importantes e indispensables. Por un lado, las que se refieren al diseño –para lo que es esencial tener en cuenta el uso al que se destinará–, al dimensionamiento adecuado del pavimento –elección del tipo de hormigón, determinación del espesor, dimensionado de las armaduras– y a la elección de la capa de rodadura o revestimiento final.

Por otro, las que tienen que ver con la ejecución, fundamental para obtener el nivel de exigencia requerido, –como por ejemplo los trabajos de planimetría, formación de pendientes o disposición de juntas–. Además es esencial definir los materiales que se utilizarán y la forma de ejecutar el tipo de pavimento específico para garantizar el cumplimiento de las exigencias técnicas concretas en función de las necesidades, para lo que será preciso desarrollar un protocolo de control con el objetivo de dotar a la solución de la calidad final necesaria.

 

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EXIGENCIA AGROALIMENTARIA

El uso industrial no es exclusivo de un pavimento continuo de hormigón o con revestimiento sintético (resinas epoxi, poliuretano, etc.), sino que puede usarse en otros sectores como el agroalimentario. Los suelos empleados en dicho sector, debido a la manipulación de alimentos, deben poseer unas características higiénicas y sanitarias muy concretas y ser limpiados muy a menudo, fundamentalmente con agua. Además tienen que estar preparados para soportar cargas muy pesadas a causa del tráfico rodado de los diferentes sistemas de manipulación al que están sometidos.

 

GARANTÍA EFECTIVA

Lo que realmente condiciona el diseño y el nivel de exigencia de un pavimento industrial es el uso al que está destinado, como por ejemplo, la resistencia a la abrasión; a los golpes e impactos, a la compresión, a la flexotracción y a la corrosión por agentes químicos; la impermeabilidad al agua, aceites y grasas minerales; ser antideslizante, resistente al calor y de fácil mantenimiento; poseer una baja combustibilidad, etc.

No hay garantía más efectiva y real que el que una compañía de seguros Los pavimentos deben adaptarse a la gran evolución tecnológica de la industria pueda asegurar el pavimento. Éste es uno de los objetivos finales que puede ofrecer Rinol Systems ya que su sistema para pavimentos define a la perfección el uso al que están destinados, así como todo el proceso de instalación: desde el diseño a la ejecución.

Usar la planimetría

Asimismo, para llegar al nivel de maestría requerido, también resulta indispensable basarse en la planimetría a la hora de ejecutar los suelos.