A pesar de su peso en la economía española (2,1% del PIB),el sector del plástico vive rodeado de nubes negras.La deslocalización,el enfriamiento económico de Francia y Alemania,la madurez del mercado nacional y las exportaciones por parte de productores asiáticos,algunas a precio dumping,son los retos que tienen que encarar los fabricantes.
El próximo mes de mayo, el mercado de plásticos del London Metal Exchange (LME) cumplirá un año. Al igual que el origen del LME se remonta a finales del siglo XIX como respuesta a la volatilidad en el precio de los metales, hoy los plásticos experimentan una tendencia similar. Según datos avanzados por el parquet londinense, algunos plásticos muy empleados en la industria actual han llegado a tener variaciones en sus precios de entre un 50 y un 60% al alza durante el último ejercicio. La razón de este comportamiento se debe, fundamentalmente, a un incremento de la demanda no satisfecha en todo el mundo.
En estos momentos se está produciendo menos plástico del que se necesita, lo que junto con la subida del precio del petróleo está provocando especulación en el mercado y el consiguiente aumento de precios.El desarrollo económico de China es uno de los principales detonantes de esta complicada situación.
Mientras que Europa se ha estancado (Alemania y Francia han dejado de necesitar tanta materia prima), el gigante asiático, con su particular revolución industrial, emplea plástico actualmente a un ritmo muy considerable.En los países en desarrollo, el repunte del consumo de esta materia prima suele situarse unos tres puntos por encima del crecimiento del producto interior bruto. Sin embargo, con una economía que progresa a un ritmo del 10% anual, las necesidades de plástico por parte de los chinos se acrecientan exponencialmente.
Una amenaza relativa
El director general de ANAIP, la Confederación Española de Empresarios de Plásticos (a la que también están adheridos los fabricantes de materia prima a través de PlasticsEurope), Enrique Gallego, comenta que “China es una amenaza para el sector y en estos momentos es nuestro primer proveedor fuera de la Unión Europea en plástico transformado, se importan 80.000 t anuales, lo que representa unos 178.000 euros”.
Una cantidad no muy significativa si se compara con los 2,8 millones de toneladas de materias primas y transformados que España exportó en 2004 (por un valor de 3.812 millones de euros) o las más de 300.000 t que se reciclan en nuestro país cada año. Pero, como explica Enrique Gallego, el problema es que la importación se concentra en algunos productos determinados, “por ejemplo, en las bolsas, en el menaje, en juguetes y en el calzado”.
Una situación que, de hecho, ya ha tenido sus primeras víctimas en el Reino Unido,en donde la fabricación de bolsas de plástico casi ha desaparecido. La incipiente amenaza china es uno de los problemas pero hay otros.
Nuestro propio mercado del plástico está ya empezando a ser muy maduro, por lo que el consumo interno admite pocas alegrías. Además, otros fabricantes europeos, que encuentran en sus países falta de demanda debido al enfriamiento económico, han visto en España una atractiva oportunidad de negocio.
`Dumping´asiático
Empresarios españoles, junto con otros de Francia, Portugal, Alemania,Polonia,Italia y Bélgica,han denunciado el dumping asiático; es decir,la práctica de vender los productos por debajo del precio que tienen en su propio mercado, treta que llevan a cabo productores de China,Tailandia, Malasia, etc.
A pesar de que todos ellos compran la materia prima al mismo precio en el mercado internacional, las asociaciones europeas creen que los asiáticos se aprovechan de ayudas, subvenciones y exenciones de impuestos.Y este recelo es lógico, porque hay mucho en juego.
El sector representa el 2,1% del PIB español y proporciona trabajo directo a más de 100.000 personas repartidas en unas 4.000 empresas. La mayoría de las compañías de transformación son pymes, mientras que la producción de materias primas se concentra en menos de una docena de grandes firmas.
Según datos de ANAIP,los principales clientes de plástico en España son la industria del envase y el embalaje, con un 38% del consumo total. Seguida por la construcción –14,8%–, que necesita el material para elementos como tuberías, revestimientos y ventanas. Mientras que el tercer cliente es el sector de la automoción –cada coche emplea en su fabricación unos 150 kg de media–, lo que supone un 8,5% del total de todo lo consumido en nuestro país.
Las cifras de ANAIP reflejan que el consumo aparente de plásticos creció en España un 3,4% en el primer semestre de 2005 (datos más recientes),lo que indica que el sector está maduro. Se trata de una situación similar a la del resto de países de la Unión.Por otra parte, la industria del plástico español tiene un crecimiento cada vez más contenido por lo que necesitará recurrir a la exportación para mejorar sus números.
Las exportaciones de transformados no tuvieron el comportamiento esperado y aumentaron un 5,9% durante la primera mitad de 2005, lo que además se amortigua con el dato de la importación, que se incrementó en un 5,3%. La situación, como puede apreciarse, no es sencilla y menos con la gran volatilidad de la materia prima, que afecta, principalmente, a los transformadores.
Éstos suelen firmar los contratos a precio cerrado con sus clientes a principios de año,por lo que cuando hay una subida significativa de la materia no pueden repercutirla en sus productos,y el margen se estrecha.Una circunstancia que ya se dio en 2005 y para la que hay difícil remedio.
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REPSOL YPF: PLÁSTICO “MADE IN SPAIN”
Repsol YPF Química es uno de los productores de plásticos más importantes del país. Sus dos plantas en Puertollano y Tarragona fabrican compuestos químicos plásticos como polietilenos de baja y alta densidad, además de polipropileno. En concreto, el complejo de Puertollano fue desarrollado en la década de los años sesenta con el objetivo básico de abastecer al mercado local.
A lo largo del tiempo se ha ido dotando de tecnologías que, en la actualidad, le permiten ofrecer más de 170 productos. La planta puede generar 90.000 t de polietileno de baja densidad; 60.000 de polietileno de alta densidad y 120.000 t de polipropileno. Por su parte, el complejo de Tarragona tiene aún una capacidad mayor, con una producción anual que puede llegar a las 195.000 t de polietileno de baja densidad, 145.000 de polietileno de alta y 265.000 t de polipropileno.
Este complejo fue creado en los años setenta y produce más de 2,6 millones de toneladas de productos químicos al año. Situado a 100 km de Barcelona, las instalaciones comparten la localización con una refinería de petróleo y se encuentran estratégicamente cerca de los puertos de Tarragona y de la Ciudad Condal.
OPINIÓN
“La alternativa es innovar”
Enrique Gallego, director general de la confederación de asociaciones de transformadores del plástico (ANAIP).
“La alternativa es innovar”
¿Cómo está el sector del plástico en España?
Se puede decir que nos hemos ralentizado. Entre 1992 y 1999 tuvimos crecimientos por encima del 10% anual. Hoy, sin embargo, la fuerza del euro y el enfriamiento de economías que tradicionalmente consumían nuestro plástico, como Francia y Alemania, han provocado que las exportaciones decaigan. Actualmente crecemos solamente al mismo ritmo que el PIB.
¿El mercado exterior es una amenaza?
Hay una deslocalización de la producción que nos preocupa. Por ejemplo, los proveedores de plásticos para construcción están en estos momentos en buena situación, pero la automoción ha decaído y se está marchando fuera. Y una situación similar es la que atraviesa la electrónica, que es también un buen consumidor de nuestra materia prima.
Entre la situación que comenta y la llegada de nuevos jugadores como China, ¿cuál es la alternativa?
Intentar mejorar las exportaciones, aunque la cotización del euro no lo facilita. También innovar, dotar de valor añadido a los productos, sobre todo en la industria transformadora. Por ejemplo, hay bolsas de innovación europeas en las que las empresas españolas participan. Pero tenemos que plantearnos la situación de aquí en adelante. El eslogan de nuestro próximo congreso en Zaragoza –15 y 16 de junio– es: “Cómo afrontar los retos del futuro”. Justo el momento que vivimos actualmente.