El peligro de ‘tigres’ y ‘dragones’

01 ago 2005

Según la Organización Mundial del Comercio(OMC), China es ya la tercera potencia comercial del mundo, sólo por detrás de Estados Unidos y Alemania. En conjunto, las exportaciones de los países asiáticos aumentaron un 14,5% en 2004, pero en China crecieron el 35% y en Corea del Sur un 31%.Y esta tendencia no parece remitir.

Las economías asiáticas en desarrollo se consolidarán un 7% en términos globales durante 2005, de acuerdo con las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). El Banco Asiático de Desarrollo (BAD) es sólo algo más moderado y cifra su previsión en un incremento del 6,5%. Según estos dos informes, el aterrizaje de China ha empezado, pero es, de momento, muy suave.

Si en 2004 la expansión del gigante fue del 9,5%, el pronóstico para 2005 se sitúa en el 8,5%. La India –que está encontrando un mercado propio y a la que algunos miran ya como posible aliada de China, creció en 2003 un 7,5%, durante 2004 el 7,3% y sus estimaciones para 2005 apuntan en torno al 7%. El fuerte impulso de las economías asiáticas hace que muchos vean en estos países una gran oportunidad de negocio, pero hay que tener en cuenta las particularidades de cada uno, con sus precedentes históricos, económicos y su contexto actual.

De entrada, el director del Círculo de Negocios de Casa Asia –una institución catalana cuyo objetivo es promover las relaciones económicas y culturales entre España y los países de Asia y el Pacífico–, Amadeu Jensana, recomienda analizar al continente desde dos puntos de vista: "Como mercado para ir a invertir o como lugar donde fabricar. Si observamos a Asia como mercado: Japón es un país primordial, China empieza a serlo y la India, Tailandia y Malasia ocupan también un lugar de privilegio". En cambio, si nos planteamos qué lugares de Asia son una buena plataforma productiva, no hay dudas: "China, sinduda, y la India, que empieza a destacar también en este terreno".

 

Abrir mercado

Álvaro Alamillo es director de la Oficina de China Global Services en Shanghai. Se trata de una compañía española especializada en gestión yasesoramiento de negocios en China y que en la actualidad asume la representación en este país de los intereses de compañías nacionales de diversos ámbitos.

Para él, los sectores que están abriendo mercado en el país son: "Arquitectura, ingeniería, proyectos relacionados con el medio ambiente (depuración de aguas, eliminación y reciclaje de residuos, construcción de aerogeneradores), industria química, componentes de automoción y venta y transferencia de tecnología".En opinión de Inma Rodríguez, encargada de temas de Asia de la Agencia Catalana de Inversiones(CIDEM), "los sectores con más potencial en China son la electrónica de consumo, el textil, el sector del automóvil –más los componentesde automoción– y también la industria química".

Si nos fijamos en otros países, Japón se apoya en los servicios. "Buena parte de las principales multinacionales del mundo son japonesas, especialmente en sectores como la electrónica de consumo y el automóvil. Pero el problema es que Japón ya no puedecompetir con China. Muchas empresas niponas han tenido que cerrar y trasladar también parte de su producción al país vecino", aseguraRodríguez.

El caso de la India es diferente. Se ha convertido en la reina de los centros de servicios compartidos y del software. Como explica Gemma Cairó Céspedes, especialista en economía india de la Universidad de Barcelona, "en laindustria de software son los principales productores por delante de Estados Unidos". Sin embargo, esta experta puntualiza que "esta producción es exclusiva para el extranjero y no responde a las necesidades internas del país. Esto genera una dicotomía: hay una partede la India muy productiva, muy emergente, y otra que no ha hecho el cambio".

 

Fábrica mundialdel siglo XXI

Pero lo que ya le está dando a China el nombre de fábrica mundial son las exportaciones masivas del textil, que están provocando tensiones con la Unión Europea y Estados Unidos. La OMC (Organización Mundial del Comercio) recomendó ya en 1995 a los estados de destino de dichas exportaciones que elevaran progresivamente sus cuotas.

Pero algunos no lo hicieron y las mantuvieron entre el 70% y el 90%, hasta finales de 2004. Muchos países notaron la diferencia cuando en enero de 2005 se eliminaron totalmente las barreras. Desde entonces, laUnión Europea y Estados Unidos están pidiendo al país asiático que imponga medidas de control a sus exportaciones.

Esmeralda Paya,directora de Asia Med and Investement Group,que ha vivido siete años en Asia vendiendo y promoviendo productos españoles, revela que"es mucho más fácil comprar en China que vender, un trabajo que a veces puede resultar incluso frustrante". Paya asegura que desde principios de este año ha notado un incremento muy significativo de empresas españolas que "están perdiendo competitividad y deciden trasladar una parte de la producción a China para poder después venderla aquí a precios más altos". Esta ejecutiva no tiene dudas:"El gigante asiático es en este momentola fábrica del mundo".

En su tesina titulada "China, fábrica mundial del siglo XXI", Inma Rodríguez insiste en que"cada vez es mayor el número de productos fabricados allí. Son muchos los sectores que han ido trasladando y concentrando gran parte de sus actividades comerciales, bien a través de nuevas inversiones o bien con el traslado y cierre de sus fábricas en sus países de origen". Según la revista Far Eastern Economic Review, el gigante asiático produce en la actualidad el 50% de las cámaras fotográficas del mundo, el 30% de los aparatos de aire acondicionado y el 30% de los televisores.

Los motivos que impulsan a las empresas a instalar parte de su producción en China son fundamentalmente dos: el coste de mano de obra es ínfimo, en comparación con los países desarrollados,y, además, la fuerza laboral resulta muy abundante. Pero otra razón que acrecenta su atractivo, en comparación con otros países de la región, es que tiene las infraestructuras más desarrolladas que sus competidores.

Según Amadeu Jensana, de Casa Asia, "el gigante ha hecho un esfuerzo notable en puertos y carreteras, y el delta del Yangtzé es el centro neurálgico de ese desarrollo". Para Álvaro Alamillo, de China Global Services, "en algo más de dos décadas de intenso desarrollo se han conseguido grandes logros, pero existen zonas del país poco favorecidas. En líneas generales, podemos afirmar que el sur, el este y el cinturón industrial de Pekín cuentan con un buen nivel de infraestructuras y telecomunicaciones"

 

Los negocios de España en Asia

La llegada masiva de productos asiáticos a Españano se ha visto compensada con exportaciones españolas hacia este continente. El saldo de la balanza comercial fue negativo en 2004. En concreto ascendió a unos 22.000 millones de euros, según los datos del Instituto de Comercio Exterior.

A partir de estas cifras, son muchos los analistas que creen que España no está aprovechando las oportunidades que le brinda el mercado asiático. Amadeu Jensana, responsable del Círculo de Negocios de Casa Asia, asegura que "las empresas españolas están retrasadas en su proceso de internacionalización hacia este continente, si las comparamos con las francesas o españolas. Pero además hay estudios que constatan que España observa a Asia como una amenaza, mucho más que otros países europeos".

Álvaro Alamillo, de China Global Services, explica que "es cierto que España está verde a la hora de invertir en China, ya que el conocimiento sobre la realidad económica y comercial y, en consecuencia, dónde están las oportunidades de negocio, es bastante precario por parte de las firmas españolas".

Según explica este empresario,China es un mercado difícil que requiere por parte de las compañías una planificación y una inversión inicial de recursos que no están alalcance de cualquiera. No obstante, "el problema no es tanto la falta de recursos financieros. Tiene más que ver con la conceptualización de lo que supone el desarrollo de una planificación estratégica que tenga en cuenta las peculiaridades propias del mercado".

Para Alamillo, España carece en China de una imagen de potencia económica e industrial que pueda tener en otros mercados, una desventaja añadida que nuestras empresas han de superar cuando hacen negocios con ese país.Según datos de la consejería comercial de España en Shanghai, en China tienen presencia física casi 200 compañías españolas, la mitad de las cuales se encuentra en la zona más fértil para los negocios: el delta del Yangtzé.

Para Inma Rodríguez, el perfil de las firmas que inviertenen Asia es el de "empresas medianas y grandes, porque, por ejemplo, en China necesitas cierta inversión inicial. Para tener éxito en este país, es esencial una gran implicacióny eso puede suponer enviar durante meses a tus tres mejores ingenieros".

 

Analizar las dificultades

La mayoría de expertos advierte de que es difícil invertir en Asia y que España debería esforzarse más en hacerlo. Inma Rodríguez apunta que "hoy no podemos decir que todos los que vayan allí lo conseguirán, aunque en 2001 el 90% de las empresas hubiera tenido éxito.En China hay ya mucho mercado ocupado, y te lo tienes que pensar bastante, ver si tu producto se venderá y buscar un buen socio".

Además, tal como especifica esta experta, hay que tener mucho cuidado con las falsificaciones."A cualquier empresa que va a China se le aconseja que no lleve su tecnología punta y que traslade sólo productos de menor gama. En caso contrario es probable que se encuentre con que a las 24 horas la fábrica de al lado ya lo esté fabricando, con la misma calidad, una imagen casi idéntica y el 50% más barato".

Y es que en China los derechos de la propiedad intelectual no están regulados igual que en Europa. Son pocas las empresas que ganan un litigio por este motivo, precisamente porque es una parte de la legislación escasamente desarrollada. En esta línea, Amadeu Jensana añade que "el sistema legal no está tan estructurado como el nuestro y hay menos experiencia en la aplicación de la ley. Por ejemplo, en China a veces hay firmas mixtas con gobiernos locales, cosa que aquí no veríamo snunca".

Álvaro Alamillo explica que las diferencias culturales afectan a la forma de establecer y desarrollar negocios. "No resulta sencillo armonizar las distintas visiones, interpretaciones y criterios de valoración de las partes. Estecaso es especialmente complicado en el desarrollo de acuerdos estratégicos entre compañías y en el establecimiento y posterior gestión de empresas mixtas. Por otro lado, las diferencias culturales se hacen también palpables en la dirección de los recursos humanos locales. Es difícil transmitir la filosofía corporativa, motivar a los cuadros directivos y fidelizarlos", explica.

Además, Alamillo recuerda otras dificultades, como la falta de transparencia para conseguir la información de mercado, el exceso de burocracia y la ausencia de un marco legal claro y definido.A estos inconvenientes se añade que una de las asignaturas pendientes en España es la de conseguir más vuelos que nos unan directamente a los países asiáticos. Como explica Inma Rodríguez,"recientemente se ha inaugurado algún desplazamiento, pero hasta ahora había que hacer escalas en diferentes ciudades europeas, lo cual es un handicap de peso".

De hecho, Air Europa y Air Plus Comet han sido las dos primeras aerolíneas españolas que han iniciado este año vuelos directos a China desde Madrid. Además, próximamente se potenciarán las conexiones directas entre el aeropuerto de Barcelona y diferentes puntos de Asia.

 

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CONSEJOS PARA SU AVENTURA EN ASIA

Para hacer negocios en Asia hay que tener en cuenta que los detalles resultan trascendentales.Por ejemplo, los japoneses son muy estrictos, tienen reglas bastante tajantes, y es básico intercambiar con ellos la tarjeta de visita. Y no hay que entregarla de cualquier manera, sino con lasdos manos e inclinando ligeramente la cabeza.Se trata de una sociedad que tiene muy clara la jerarquía y el concepto de sumisión. En China, sin embargo, el consejo es aplicar el guanshi o contactos personales. Hay que ganarse la confianza y so nmuchos los que recomiendan tres cenas consecutivas antes de empezar a plantear cuestiones laborales. En el caso de este país hay que trabajar lentamente. Los que han hecho negocios en el gigante asiático aseguran que la planificación, el asesoramiento y el conocimiento del mercado son piezas clave para el éxito.1

 

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DOS GENERACIONES DE “DRAGONES ASIATICOS”

Los tigres y dragones, las economías asiáticas, han hecho un largo camino para llegar al punto actual. Como explica la profesora de Economía Mundial de la Universidad de Barcelona, Irene Maestro, ha habido en la región diversas oleadas de desarrollo, la primera de las cuales tuvo lugar durante los años sesenta. "Era cuando se hablaba de los famosos dragones asiáticos. En esta primera generación surgieron con fuerza Taiwán y Corea del Sur, además de dos centros atípicos de negocios: Hong Kong, que se especializó en el sector servicios, y Singapur, que se estableció como puerto de reexportación de productos. Una segunda fase llegaría en los años setenta,cuando Indonesia, Malasia y Tailandia fueron bautizados como los países de nueva industrialización de segunda generación. Malasia fue de los primeros de este grupo que se dedicó a la industrialización y exportación. En los años ochenta se hablaba de una tercera generación, la que daría a China el empujón inicial para llegar hasta donde hoy se encuentra. En nuestros días, aunque no hay mucho acuerdo entre los especialistas, se habla de una posible cuarta generación que incluye Myanmar (antigua Birmania), Laos y Camboya.