No es ninguna novedad que la producción se esté trasladando a países de economías emergentes.Europa del Este, India y China están absorbiendo las fábricas que se deslocalizan en mercados más maduros, como el español; si bien actividades de alto valor añadido y servicios, como las logísticas, ayudan a equilibrar la balanza.
La creciente necesidad de infraestructuras de transporte y distribución, altamente especializadas e intermodales, está dinamizando el desarrollo de las plataformas logísticas. La llave del éxito de estos productos radica en su ubicación, pero también en la accesibilidad a las redes de transporte por tierra, mar y aire.
En la actualidad, varias entidades públicas,como Cimalsa o el Gobierno de Aragón, promueven y estructuran el crecimiento logístico de sus respectivas comunidades autónomas,y lo hacen con políticas que giran en torno a tres ejes fundamentales: infraestructuras,dotaciones y conexiones.
Nuevas plataformas
Los fondos de inversión, por su parte, ven con creciente interés el mercado logístico debido, al menos en parte, a la baja rentabilidad de otros productos inmobiliarios.Así, en el último lustro se han puesto en marcha 20 nuevas plataformas en España. El atractivo que despierta este segmento se traduce también en que los principales ámbitos logísticos del país: Comunidad de Madrid y Cataluña, principalmente, acusan unos elevados precios por la subida del suelo.
Este handicap, junto con la mejora de as infraestructuras, está impulsando el desarrollo de los centros logísticos en las terceras coronas metropolitanas. En Barcelona, por ejemplo, las futuras plataformas se ubican en un radio que oscila entre los 50 y 70 km de la ciudad. El nivel de precios de los productos logísticos en Madrid y Barcelona continúa su tendencia al alza, aunque contenida por la competencia que ofrecen ciudades como Zaragoza, Toledo, Guadalajara o Sevilla, con una oferta de elevada calidad y más competitiva en cuanto a precio.
La ambición de plaza
En el apartado de nueva oferta, hallamos nuevos y ambiciosos proyectos, como PLAZA, en Zaragoza, una auténtica ciudad logística con intermodalidad y modernas instalaciones. El éxito y consolidación de este tipo de iniciativas están garantizados, pero, en mi opinión, sólo a medio y largo plazo, ya que el fuerte magnetismo que aún ejercen ciudades como Madrid y Barcelona no ayuda a la absorción de los espacios disponibles en la capital maña.
El crecimiento proyectado en la ZAL de Barcelona,por su parte,responde a la gran demanda de espacios de calidad y bien ubicados en la zona, y su aliciente se acrecienta por el proyecto de conectar por ferrocarril la ZAL catalana con la nueva de Toulouse.Esta conexión con Francia hará del puerto de la Ciudad Condal una entrada eficiente al país vecino.
En conclusión, se observa un aumento constante de las plataformas logísticas y una fuerte presión de la demanda de este tipo de producto que, ordenada y planificadamente, puede hacer más eficiente el mercado español en un entorno cada vez más competitivo.