La unión hace la fuerza y la seguridad

01 ene 2004

Fusionarse significa crecer, crecer en volumen de negocio, crecer en beneficios, crecer para enfrentarse mejor a las hostilidades del mercado. Las uniones fortalecen y las sociedades necesitan compartir cada vez más sinergias para encarar la creciente competitividad entre sectores afines. De ahí, las fusiones empresariales. Ganar envergadura también significa ganar seguridad.

A principios del pasado diciembre, los accionistas de ACS y Dragados aprobaron en sus respectivas juntas extraordinarias la fusión por absorción de ambas sociedades, decisión que da nacimiento al primer grupo constructor- el tercero en Europa- bautizado ACS Actividades de Construcción y Servicios.

La operación favorece a Dragados, que acusó mucho la depreciación del peso argentino hasta el punto de que los analistas calificaron sus resultados de 2002 de “muy flojos”. La amenaza de la holandesa HBG (construcción y dragados) se evaporó a mediados de 2002 para alivio de muchos que veían con cierto miedo la entrada de un riesgo añadido y una dificultad más en esta operación a dos bandas.

El “gigante” resultante de esta unión tiene como consejero delegado a Florentino Pérez y a Antonio García Ferrer, presidente de Dragados, aunque- a fecha de 15 de diciembre de 2003- se desconocen los nombres de presidente y vicepresidente. Tampoco se sabe a ciencia cierta si el poder ejecutivo irá vinculado a la figura del presidente de la compañía.

Sí se ha previsto que la capitalización bursátil de ACS Actividiades de Construcción y Servicios ascienda a unos 4.400 millones de euros, con unos fondos propios de cerca de 2.000 millones y una deuda neta inferior a los 1.500 millones. La operación de compra por parte de la sociedad liderada por Florentino Pérez ha supuesto para ACS 110 millones de euros que, entre 2004 y 2006, ACS tendrá que desembolsar hasta la total integración de ambas empresas.

El buen ejemplo se llama Abertis

El sector de las infraestructuras ofrece un ejemplo claro de cómo la unión ciertamente hace la fuerza; es el caso de Abertis Infraestructuras, nacida en 2002 de la mano de Acesa y Aurea con efectos el 1 de enero de 2004. Abertis se ha convertido en el gestor directo de más de 1.500 kilómetros de autopistas de peaje y posee un holding que arroja un beneficio anual de 300 millones de euros.

Todos los analistas coincidieron en su día en que el acuerdo beneficiaba sin duda a ambas partes por la posición privilegiada que ganaba Abertis en su sector y por las posibilidades de desarrollo que se abrían de cara al futuro; no en vano, Acesa y Aurea son dos sociedades con mucha experiencia y capacidad tecnológica en el ámbito de las infraestructuras. Eso sí, las dos han querido mantener su tradición empresarial propia, así como su retribución al accionista.

A fecha de noviembre de 2003, Abertis puede estar satisfecha de un beneficio neto atribuido de 280 millones de euros, es decir, un 9,8% con respecto a los resultados agregados de 2002 de Acesa Infraestructuras y Aurea Concesiones de Infraestructuras. Durante los primeros 10 meses del pasado año, sus inversiones han superado ligeramente los 285 millones de euros, de los cuales sólo 266 se han destinado a operaciones de expansión.
 

El romance Iberia-British Airways continúa

Para una buena operación de fusión, hace falta dar el paso y luego saber dotar a esta unión de contenido. Así lo hicieron en su día la francesa Air France y la holandesa c, un patrón a seguir por Iberia y la British Airways en sus actuales relaciones de fusión.

En julio del año pasado, ambas compañías anunciaban sus deseos solicitando ante la Unión Europea una inmunidad antimonopolio para incrementar su colaboración. El pasado 10 de diciembre, Bruselas avaló esta alianza, pero este “sí” suponía para las dos partes renunciar a ciertas rutas, concretamente doce entre Londres y cinco capitales españolas, en las que ocuparía un régimen de monopolio no autorizado.

Este proceso de integración entre Iberia y BA conlleva un reparto de mercados y de red comercial, de forma que la española permanecería con su “porción” de América Latina- donde es líder en conexiones- y la británica explotaría sus rutas asiáticas. El objetivo que se ha marcado esta fusión es facilitar el ahorro de costes de las compañías y evitar la entrada de un tercer operador.

Este hito ha sido considerado por la prensa del sector como “un primer paso hacia la plena fusión”. La situación se asemeja a la de Air France-KLM – actualmente en manos de los servicios comunitarios de la Competencia- hasta tal punto que, muy probablemente, Iberia y BA esperarán el dictamen de Bruselas para continuar su camino hacia la integración total.

Los dos casos mencionados tampoco serán los últimos a buen seguro. Desde instancias comunitarias se ha revelado que durante 2004 se podrían producir en otras alianzas en el panorama aeronáutico, y entre las parejas que se barajan están Lufthansa-Austrian Airlines, Air France-Alitalia, y BA-SN Brussels Airlines. Y no hay que olvidar que ya hay un acuerdo sobre la mesa para que el grupo Scandinavian Airlines Systems (SAS) tome bajo su control un 21% más de Spanair de manos de la sociedad Teinver. Con esta operación, SAS ha desembolsado 73,9 millones de euros logrando así una participación del 94,9% en la aerolínea española, que ha sido quizá la más rentable para SAS durante el pasado año.
 

El tándem inmobiliario Metrovacesa-Bami

Desde que se decidiera su fusión, el tándem Metrovacesa-Bami figura entre los diez primeros grupos inmobiliarios de la Unión Europea, el primero en España. Más recientemente, saltó a la prensa que un tercer nombre querría entrar en el juego: se trata de Colonial, que ya ha mantenido contactos de cara a lo que se ha denominado en la prensa económica “una fusión amistosa”.

Parece evidente que Colonial no quiere perderse una situación de claro liderazgo dentro de un sector inmobiliario español que se caracteriza por su atomización. De momento, La Caixa, la entidad que controla Colonial, ha dejado en manos de InverCaixa la prospección en el mercado a este respecto.

El mercado inmobiliario español está fuertemente segmentado. A día de hoy, Vallehermoso capitanea el mismo con una capitalización bursátil de 1.386, 7 millones de euros. De cualquier forma, es sorprendente que las cinco grandes inmobiliarias de nuestro país sólo sumen entre ellas el 3,5% del conjunto de la cuota de mercado. Además, el conjunto de todas las inmobiliarias que cotizan en Bolsa apenas llegaría al 5% del mercado de la vivienda en España.

Transcamer y Transportes Gómez, juntos en la paquetería industrial

El mundo de la paquetería industrial en España ha abierto sus puertas en 2003 a un nuevo grupo fuerte: Transcamergómez. La alicantina Transportes Gómez- fundada en 1929- logró el objetivo que llevaba tiempo persiguiendo: una operación de adquisición que le permite fortalecer su presencia en el mercado nacional aunque no se ha divulgado el importe de tal operación. Es una empresa que goza de una excelente cobertura (45 delegaciones en la geografía española), situación que beneficia claramente a Transcamer.

Este comprador catalán ha sabido auparse a la tercera posición en el ranking de la paquetería industrial- detrás sólo de Guipuzcoana Express y Azcar- gracias, en gran parte, al empuje de su accionista de referencia: el grupo de capital riesgo británico 3i. Éste fue el artífice- y la inyección de capital- en la compra de Transportes Gómez.

Ahora, la nueva empresa Transcamergómez ha previsto una facturación que ronda los 140 millones (datos de finales 2003) y tiene estudiado un ambicioso plan de ampliación de instalaciones por valor de 12 millones de euros en los próximos años. Parte de este dinero irá destinado a la automatización de procesos, a hardware y software de gestión, así como a la integración de sus redes y la internacionalización de tráficos, entre otras metas.

El sector bancario y la “`fusionitis´”

Barclays-Zaragozano fue una decisión acertada, en la opinión la agencia de calificación Moody´s. Aunque el deseo de compra fue hecho público en mayo de 2003 por parte de Barclays Bank España a modo de “OPA amistosa”, la fusión legal no se lleva a cabo en enero de 2004.

A pesar de que la entidad británica decidió la renovación de toda la cúpula el pasado verano, esto no afectó a los actuales equipos, que se han conservado para garantizar la continuidad de las actividades y para mantener los niveles de captación de ingresos como hasta ahora. El presidente de Barclays Bank España, Carlos Martínez Campos, sí ha pasado a ocupar su puesto de consejero en Banco Zaragozano.

Si traspasamos las fronteras de nuestro país, las informaciones nos llevan hasta Alemania, donde cuatro grandes nombres del sector bancario han provocado rumores de fusión: Deutsche Bank, HypoVereins, Dresdner Bank y Commerzbank. La versión de la prensa del país es que el Gobierno germano estaría alentando este tipo de maniobra con vistas a “impedir” la entrada en su territorio de competidores de la talla de Royal Bank of Scotland o de Citygroup.

Esta posibilidad ha sido totalmente desmentida por Berlín, aunque se dice a los cuatro vientos que el ministro de Hacienda alemán, Hans Eichel, se reunió a finales de año con los cuatro presidentes implicados, a pesar de que ninguna de las partes se quiso pronunciar.

Tanto si la “megafusión” se consuma en Alemania como si queda en un simple rumor, ha empezado a sonar ya el término “fusionitis” en círculos mediáticos alemanes. Lo cierto es que la operación entre los cuatro bancos sería totalmente aceptable desde un punto de vista legal, ya que la cuota de mercado de la posible entidad resultante no rebasaría el 20%.

Y aunque todo resulte ser pura fantasía al final, – muchos analistas no creen en absoluto en una fusión bancaria de estas magnitudes – las debilitadas acciones de estos cuatro bancos lograron revalorizarse de forma prodigiosa cuando la noticia saltó a los titulares de la prensa económica en otoño de 2003.