La planta causa impresión

01 jun 2008

Al margen de los dispositivos ubicados en entornos ofimáticos,en los que se requiere la impresión de documentos de diversa naturaleza (por ejemplo, una tabla en Excel o un Powerpoint), el segmento de las impresoras ofrece otra clase de modelos destinados a nichos de mercado más específicos. Este es el caso de los equipos que deben emplearse en ambientes industriales como, básicamente, almacenes y plantas de producción.

En este contexto, se precisan dispositivos que provean, por ejemplo, de etiquetas o códigos de barras; incluso, existen propuestas capaces de imprimir sobre materiales que van más allá del papel, como el cartón. Si bien cada sector se caracteriza por necesitar un tipo de impresora en particular, ya que las exigencias de impresión son distintas, cuando se habla del sector logístico, la demanda de los clientes pasa por solicitar máquinas sólidas y robustas capaces de resistir las condiciones más duras de trabajo.

Dado que estos equipos suelen destinarse a entornos hostiles, la necesidad de contar con modelos fiables es una propiedad que las empresas deben valorar. “Por este motivo, las impresoras matriciales siguen teniendo una presencia muy destacada. El tipo de tecnología que emplean permite que se adapten perfectamente a estos ámbitos”, explica Carlos Cabildo, jefe de producto de color y soluciones de Oki Printing Solutions.

Para hacer frente a este tipo de contextos, los modelos cuidan en particular su acabado: algunos quedan protegidos por estructuras especiales, otros se sirven de carcasas metálicas y mecanismos interiores de acero inoxidable. Asimismo, tiende a valorarse la velocidad de impresión (este factor queda supeditado a la producción), el fácil manejo para que el operario no encuentre complicaciones y la durabilidad de las impresiones.

Esta característica es muy apreciada, sobre todo cuando se están manipulando códigos de barras o etiquetas que clasifican cajas. Por último, cabe apuntar que entre las funcionalidades demandadas también se encuentran aquéllas relacionadas con el soporte, tipo y ancho de impresión. En este sentido, las impresoras que se instalan en entornos de almacén con un ancho máximo de impresión de 104 mm son las que más interesan.

De todas formas, dependiendo de lo que se rotule, la etiqueta obliga a utilizar una mayor o menor superficie de impresión. “Por ejemplo, cuando se han de imprimir etiquetas de paletas, las impresoras que se emplean suelen ser como mínimo de seis pulgadas”, indica Sergi Batet, product manager de Sinel Systems.

 

El futuro y la RFID

El año pasado, la consultora Frost &Sullivan hacía público el estudio “World RFID Printing Solution Market”.Los resultados que se desprendíande este informe fueron reveladores, en especial porque ponían de manifiesto el excelente momento que atraviesa el mercado de las impresoras y codificadoras RFID (identificación por radiofrecuencia). De hecho, en 2005 se generaron unos ingresos de ocho millones de euros y se espera que esta cifra alcance los 160 millones en 2012.

Uno de los argumentos que explica el incremento de esta clase de dispositivos, que soportan la producción de etiquetas dentro de los almacenes, se halla precisamente en la demanda creciente de los tags compatibles con la identificación por radiofrecuencia.

Y es que las empresas son cada vez más conscientes de los beneficios que concede el sistema llamado a sustituir a los códigos de barras.Roberto Muñoz, responsable de marketing de producto de Toshiba Tec Europe en España, valora de manera muy positiva la inclusión de la RFID en tareas de impresión dentro del ámbito industrial, “ya que los modelos disponibles se pueden convertir a esta tecnología mediante módulos específicos, lo que permite que la impresión y la grabación en los tags RFID sea un valor añadido y una ventaja competitiva a medio plazo”, puntualiza este directivo.

Tanto es asíque la compañía nipona ha introducido en sus impresoras la función Head up, gracias a la cual el cabezal de la máquina se levanta automáticamente para que el chip del tag no se dañe al imprimir. En términos de producto, la gama SX de Toshiba integra varios modelos con tecnología RFID. Es el caso de la impresora de etiquetas y código de barras SX8 que imprime directamente sobre tags RFID a una velocidad de 200 mm/seg.

Incluye, además, una función de ahorro de cinta.de hasta 300 ppp (puntos por pulgada), es idóneo para etiquetas adheridas a paletas y cartones. Con una estructura resistente al polvo y la suciedad, el codificador RFID resulta muy versátil. Promete una anchura y longitud máxima de impresión de 168 mm y 991 mm respectivamente.

 

Modelos portátiles

La evolución del mercado de las impresoras industriales ha permitido que los modelos portátiles adquieran una relevancia cada vez mayor.Gracias a ellos, el trabajador puede imprimir en el lugar y en el momento donde le surja esta necesidad. Jaume Bros, business development manager para España y Portugal de Zebra,se muestra contundente en este tema: “La portabilidad ha llegado, sin duda, a este entorno”. De reducido tamaño y con un diseño resistente, proporcionan un elevado rendimiento,una cualidad que mejora los procesos habituales de trabajo y, por tanto, la productividad.

Otra característica que se ha perfeccionado con el paso del tiempo es la referida a la conectividad y las interfaces. La inclusión de conexiones USB ha facilitado su instalación, lo que explica que muchos de estos dispositivos sean Plug & Play (enchufar y empezar). Asimismo, la llegada de conexiones wireless o inalámbricas, como Wi-Fi, son importantísimas. Se constata que cada vez son más las empresas interesadas en imprimir sin que el ordenador tenga que estar próximo a la impresora.

Si, además, se tiene en cuenta que en algunos almacenes el diseño de las etiquetas que se requieren se efectúa desde una ubicación distante del lugar donde la impresora tiene que estar colocada,“las diferentes propiedades que nos ofrece el poder utilizar comunicaciones de red, sean inalámbricas o no, resultan fundamentales”, señala el responsable de Sinel Systems.

Por otra parte, la posibilidad de trabajar en red se ha generalizado. Esto es factible, entre otros argumentos, porque las impresoras integran la función SNMP (Simple Network Management Protocol).Se trata de un protocolo de gestión de red que permite administrar, de forma remota, tanto la gestión de la impresora como su configuración.

En otro frente, se encontraría la cuestión de las certificaciones (por ejemplo, las impresoras de Toshiba tienen la homologación de Cisco, SAP u Oracle), gracias a las cuales el cliente integra los dispositivos de una forma fiable y sencilla en el entorno. Finalmente, hay que apuntar los avances en velocidad de impresión y acceso y monitorización vía web.

 

Tecnología

Establecer con exactitud una clasificación que catalogue este tipo de soluciones en contextos industriales resulta complicado, ya que esta dependerá, en gran medida, de la actividad a la que se dedique la empresa. No obstante, y atendiendo a las fuentes consultadas, un posible criterio a considerar es el referido al tipo de tecnología que se emplea. En este sentido, estaríamos hablando de impresoras matriciales, térmicas y láser, “aunque estas últimas no se utilizan mucho en entornos puramente industriales”, matiza Juan Galetas, director de Tally Genicom.

En concreto, este fabricante presentó hace unos meses su nueva impresora matricial 2365 MC, destinada a los negocios que gestionan considerables cargas de trabajo. Al elaborar formularios de hasta nueve divisiones, esta característica simplificará labores de tipo logístico e industrial en las que se precisan impresos de facturación y producción de justificantes de entrega.

Asimismo, esta firma incluye en su catálogo la impresora T2250, que proporciona cargas de trabajo de hasta 26.000 páginas al mes (su velocidad de impresión ofrece 430 páginas en una hora). Su funcionalidad da respuesta a las siguientes necesidades: listas de recolección, manifiestos de carga, etiquetas de envío, etc.

Por su parte, Oki también dispone de impresoras matriciales útiles para etiquetas. Es el caso de la Microline 320 Elite destinada a fábricas y talleres. De entre los modelos que usan transferencia térmica, destacamos la impresora Monarch 9825 de Avery Dennison, que se utiliza con etiquetas adhesivas y cartulinas.

Otro criterio que podría emplearse es el que permite distinguir entre los modelos de sobremesa y manuales o portátiles en respuesta a “la tendencia actual de movilidad e impresión descentralizada que existe en los almacenes,centros de distribución y otros entornos similares”, indica Jordi Baeta, sales manager PSD-RFID de Avery Dennison.

Por su parte, en el caso de que una empresa precise de una impresora para etiquetas, conviene valorar el tamaño que hay que imprimir porque no todos los modelos soportan el mismo ancho (la medida viene fijada en pulgadas o milímetros). Asimismo, hay que reparar en el volumen de etiquetas que se imprimirá si no se quiere infravalorar la operativa de la máquina.

 

Desembolso

La horquilla de precios varía mucho.No basta con barajar un modelo u otro. Es básico valorar, igualmente, otros aspectos: grado de industrialización de la máquina, velocidad o ancho de impresión requeridos.

Así, por ejemplo, Avery Dennison oferta soluciones a partir de los 600 euros si lo que el cliente demanda es un sistema de impresión sencillo y portátil; importe que se eleva a los 9.000 euros en caso de requerir impresoras más avanzadas como las referidas a etiquetado en línea. Si nos fijamos en Toshiba, el abanico también resulta diverso. Si la gama de sobremesa se sitúa entre los 420 y los 2.595 euros, la portátil está disponible desde 850 euros.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones las compañías no solo tienen que pagar el importe que se les pide. Es posible que tengan que adquirir accesorios complementarios como, por ejemplo, cortadores, rebobinadores o dispensadores, por lo que el importe final se acrecentará. En cualquier caso, y según indica el directivo de Zebra, el desembolso económico “es mucho menor del que se pueda llegar a pensar.Por su efectividad y consiguiente reducción de costes, el retorno de la inversión es siempre rápido”.

 

Varios sectores

Sectores como la logística, la distribución, la industria farmacéutica o de almacenaje, por citar algunos ejemplos, han podido comprobar el uso de las impresoras de códigos de barras y etiquetas en entornos industriales. En alimentación, por ejemplo, la cadena de hipermercados Al campo cuenta con impresoras de Tally Genicom para listados de venta y recepción de producto en los que es necesario imprimir numerosa información relacionada con cada uno.

Asimismo, la productora y distribuidora de artículos alimenticios Del Monte utiliza impresoras RFID en uno de sus productos: el atún Starkist. Dado que el metal y el fluido eran elementos que a priori podían interferir en la lectura de las etiquetas RFID, la solución pasó por emplear la impresora Monarch 9855RFID de Avery Dennison.

Ésta comprueba el chip y lo graba, imprimiendo en la etiqueta, si así fuese necesario, información variable, códigos de barras o gráficos.Por otro lado, Zebra ha conseguido suplir las exigencias de impresión del fabricante mundial de pinturas AkzoNobel que, en la actualidad, tiene más de 80 plantas de fabricación.

Su producción estaba basada en un trabajo de 14 horas diarias los 7 días de la semana, lo que dificultaba la tarea de imprimir y aplicar 60.000 etiquetas al día que identificasen sus artículos y paletas. Zebra, con sus soluciones, ha conseguido incrementar la productividad diaria (24 horas x siete días) y ofrecer un sistema con un mantenimiento muy bajo.

 

Conclusiones

Calidad y velocidad de impresión, fiabilidad, sencillez de manejo y robustez. Dadas las necesidades de los entornos industriales, esta categoría de producto pone especial empeño en la producción de etiquetas y códigos de barras, aunque no se olvida de otras alternativas como las que permiten imprimir sobre otro tipo de materiales (cartones) y superficies (paletas).

La oferta resulta muy completa ya que este mercado va incorporando soluciones para adaptarse a las demandas de los clientes: impresoras compactas o destinadas a sistemas de etiquetado de uso puramente industrial, por ejemplo. En este contexto, conviene reparar en los avances en materia de conectividad y la llegada de las tecnologías inalámbricas.

La enredadera de interminables cables comienza a desaparecer mientras que la RFID se consolida, quizá como prueba fehaciente de que las empresas son ya conscientes de que la tecnología por radiofrecuencia (aplicada al terreno de la impresión) efectivamente reporta beneficios y agiliza los procesos de trabajo.

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TRES TIPOS DE TECNOLOGÍA BÁSICA

Matricial: las impresoras matriciales, o de matriz de puntos, tienen un funcionamiento parecido al de las máquinas de escribir ya que la cinta de tinta que emplean se oprime contra el papel. No obstante, se diferencian en que las letras se obtienen a partir de la selección de puntos que hace una matriz, lo que permite producir distintos tipos de letras y gráficos. Ofrecen un coste bajo por página, pudiendo manejar papel continuo (de utilidad para imprimir registros de datos).Se recomiendan para aquellas situaciones en las que prima la durabilidad y la resistencia de la impresión en detrimento de la calidad final. Útiles para tickets y etiquetas, el ruido que emiten se amortigua con una carcasa aislante.

Térmica: la imagen que proporciona una impresora térmica es fruto del calentamiento del papel, que es sensible al calor. Su mantenimiento no resulta complicado, ya que solo requiere sustituir el rollo de papel cuando este se termina. Estas impresoras están pensadas para crear etiquetas o imprimir recibos. Aunque el coste por página es bajo, las copias son monocromas y de una calidad limitada. La velocidad de impresión se mide en mm/seg (esta medida hace referencia a los milímetros de rollo de papel que expulsa la impresora). En contrapartida, tienen un ciclo de vida bastante corto.

Láser: la inclusión de esta tecnología en una impresora posibilitadisponer de textos y gráficos de calidad. Existen modelos monocromo (un único tóner) y a color (cyan, magenta, negro y amarillo). Sus ventas han aumentado de forma considerable, en especial por la duración de sus consumibles y el coste por página que brindan.

 

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FRENTE A FRENTE – IMPRESORAS EN EL ALMACÉN

Limitronic APL-7100/7160

Para la impresión y el aplicado de etiquetas de paletas a dos caras adyacentes. Con motor SATO de impresión térmica directa y transferencia también térmica, proporciona una longitud máxima de impresión de 1.249 mm y una anchura de 152 mm. Esta impresora, con varias interfaces como USB y ethernet, tiene un brazo aplicador que se puede adaptar a las superficies no regulables. Su programa de software específico hace factible, por ejemplo, proceder a la lectura del código de producto y generar la etiqueta de la paleta. En otro frente, Limitronic también dispone de la línea de impresoras Limitag v4 (modelos L128, L256y L580).

 

Avery Dennison ALX92x

Descripciones de producto, datos de fabricación, lotes de números, códigos de barras, etc. La cantidad y complejidad de la información disponible en los artículos, así como su embalaje, incrementa paulatinamente. Para dar respuesta a este requerimiento, Avery Dennison tiene en su portafolio esta impresora aplicadora de etiquetas. Su rendimiento resulta loable, en especial porque incorpora un sistema operativo multitarea y una CPU de 64 bits. Ofrece una velocidad de impresión de hasta 300 mm/seg, imprimiendo y dispensando la etiqueta (resolución de 300 ppp) en muy poco tiempo.

 

Oki DP- 8500

Se trata de un equipo reprográfico que emplea tecnología láser/LEDcolor. Esto le permite basarse en tóneres, de modo que las empresas que lo adquieran se libran de arduas tareas como las referidas, por ejemplo, al cambio de cartuchos o planchas de impresión. La impresión de etiquetas bajo demanda se traduce en un volumen de impresión superior a las 1.000 etiquetas en una hora y con unas dimensiones de 4 x 6 pulgadas.Este modelo, por su parte, es compatible también con rollos de papel con un diámetro máximo de 61 cm. Su manejo y mantenimiento son sencillos.

 

Tallygenicom T2265

Fácil de usar y flexible a la hora de tratar el tipo de papel que el operario esté utilizando. Esta es la carta de presentación de la impresora matricial de TallyGenicom, un modelo caracterizado por su robustez, durabilidad y que mensualmente puede imprimir un volumen de 40.000 hojas.

Con un panel de cristal líquido que incluye seis teclas, puede emplearse con formatos de papel muy diversos, lo que resulta bastante útil a la hora de producir una factura, un código de barras, una nómina, un listado administrativo, etc. De entre las funciones que incorpora sobresale AGA (Automatic Gap Adjustment, en español ajuste automático del espacio).

 

Toshiba SP2D

Compacta y ligera (solo mide 114 x 91 x 44 mm y pesa 380 gr) puede utilizarse con dispositivos fijos y móviles a través de diversas conexiones como, por ejemplo,Wi-Fi y bluetooth. Se ha desarrollado para imprimir etiquetas y recibos con una longitud de hasta 50 cm. En este sentido, la batería puede imprimir 600 etiquetas con una altura de 40 mm antes de que el indicador avise al operario de que debe cargarla otra vez (para optimizar la eficacia de la impresora, esta posee una función de autoapagado). Además, se usa en posición horizontal y vertical, lo que es muy útil.

Zebra ZM600

Esta impresora para códigos de barras, perteneciente a la serie Z de Zebra, se presenta en una caja de metal fundido.Cabe destacar sus prestaciones desde el punto de vista de la conectividad, ya que es compatible con los estándares USB 2.0 y Wi-Fi (802.11 b/g).Incluso, con ZebraNet 10/100. Se trata de un servidor del propio fabricante que otorga una conectividad ethernet y paralela. Está dotado de un útil panel central, una característica que facilita la puesta en práctica de los ajustes que el usuario crea oportunos.

 

 

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LA OFERTA DE LOS FABRICANTES

Avery Dennison

En su catálogo tienen cabida actualmente impresoras RFID y de códigos de barras de diversa naturaleza. Por ejemplo, dentro de la gama industrial se encuentra la familia de impresoras 64-0X, con anchos de impresión de entre 100 y 200 mm. Asimismo, hay una gama semi industrial a la que pertenece el modelo Monarch 9855 destinado a etiquetajes de productos y expediciones. En cuanto a la gama portátil,despunta, sobre todo, la Monarca 9344 y 9460 dirigidas a impresiones de etiquetas adhesivas y de cartulina de hasta tres pulgadas. En esta categoría, además, se encuentra la etiquetadora multifuncional Pathfinder Ultra Platinum 6039.

 

Toshiba

La oferta del fabricante japonés se caracteriza por su alta configurabilidad. Los clientes tienen a su disposición más de cien accesorios para satisfacer las necesidades que, en un momento dado,pudieran surgirles. El denominador común de sus modelos industriales es que son compatibles con la tecnología RFID. Este es el caso de los equipos SX6 y SX8, que pueden emplearse en el terreno de la logística yel transporte, la industria pesada, la automoción, etc. Son modelos que se aplican para la impresión de etiquetas de gran formato, apuestan por un diseño robusto y admiten diversas interfaces.

 

Zebra

Su oferta aglutina cuatro categorías: portátiles industriales,industriales fijas, codificadoras RFID y sistemas de aplicación automáticos que reciben el nombre de Pax. Físicamente, son impresoras que no tienen carcasa y que sirven para integrar aplicadores a fin de desempeñar una doble función: la de impresión y la de aplicación directa y automática sobre una paleta, una caja o embalaje. Dentro de cada una de estas propuestas, Zebra ofrece a sus clientes modelos cuyos anchos de área de impresión son diversos porque las necesidades no son para todos iguales. En este caso, la firma brinda soluciones con un ancho de entre los 50 y los 200 mm.