La fiscalidad acelera el gasóleo profesional

01 jun 2006

Insostenible. Ésta es la palabra con la que coinciden en calificar las asociaciones que representan al transporte profesional en España la situación vivida en los dos últimos años ante el progresivo incremento del precio del combustible. Un panorama que se ha cebado en las pequeñas empresas, ya que no cuentan con la posibilidad de negociar los precios con los proveedores petroleros.

El incremento del precio del gasóleo afecta especialmente a dos colectivos:agricultores y transportistas, y desde principios de 2004 el sector ha soportado una subida de casi un 50%.

El carburante representa el 35% de los costes del segmento del transporte, lo que acarreó movilizaciones a finales del año pasado que culminaron en octubre con un pacto entre transportistas y Gobierno. Fruto de este acuerdo –cerrado el pasado 21 de octubre– es el compromiso del Ministerio de Economía y Hacienda de crear las condiciones para establecer un gasóleo profesional, es decir, más barato para que quienes más lo utilizan puedan sobrellevar los vaivenes del mercado del crudo, ya que durante 2005 el precio del oro negro ha tocado máximos históricos por encima del os 60 dólares el barril.

Con el término gasóleo profesional se alude a la distinción de impuestos especiales entre el consumo profesional y particular del gasóleo utilizado como carburante de automoción con el fin de posibilitar un combustible a un precio razonable. Esta medida está prevista que entre en vigor en 2007. Durante este año se mantiene el actual nivel impositivo del impuesto de hidrocarburos por encima de los 60 dólares el barril y, actualmente, ronda los 70.

"El constante y acelerado crecimiento que viene experimentando el precio de los combustibles desde hace meses ha provocado un serio desfase entre los costes soportados por las empresas de distribución de mercancías por carretera y los precios a los que se contrata el transporte, sin que, dada la deficiente estructura de la oferta de transporte, los mecanismos del mercado estén actuando de forma suficientemente eficaz para propiciar un razonable traslado de los primeros a los segundos", explica la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM)

 

Sin negociaciones

Desde la CETM se indica que para paliar esta situación de desigualdad se defiende la creación de un gasóleo profesional, según reflejan los acuerdos de octubre firmados entre el Comité Nacional de Transporte de Mercancías (CNTC), los cargadores y la Administración. "Estos pactos recogen el compromiso del Ministerio de Economía y Hacienda de mantener durante 2006 el actual nivel del gravamen del impuesto sobre hidrocarburos y definir las condiciones de aplicación de un gasóleo profesional para su entrada en vigor a partir de 2007, cuyo tipo impositivo será el mínimo permitido por la Unión Europea", afirman.

Sin embargo, desde Economía comentan que hasta la fecha no se han iniciado negociaciones para el desarrollo del gasóleo profesional ya que en España se está aplicando la mínima fiscalidad que se marca desde la directiva de la UE, con lo cual no existe por ahora un margen para poder subirla al resto de vehículos que emplean gasóleo.La directiva comunitaria 2003/96CE permite el establecimiento del gasóleo profesional para el 2007, aunque no habrá ninguna rebaja con respecto al impuesto que se aplica en la actualidad.

Esta normativa distingue entre el consumo profesional y el particular, en lo que se refiere a los impuestos especiales, y establece también el impuesto mínimo aplicable en cada país. En España,al regir el nivel impositivo mínimo, no es posible disminuir ese gravamen a los transportistas.No obstante, a partir de 2007, esa normativa comunitaria obligará a subir a los particulares el mínimo del impuesto especial del gasóleo.

Como indican en la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), integrada por las principales compañías del sector,"la carga fiscal sobre el gasóleo A es superior al 46% de su precio, por lo que este sector ha solicitado en repetidas ocasiones una reducción de la misma para ajustar más sus costes<. Hay que tener presente que la fiscalidad de los productos petrolíferos constituye uno de los argumentos que utilizan los poderes públicos para la protección del medio ambiente.

 

Desenfreno en los precios

"El gasóleo profesional no existe en ningún país europeo, por lo que parece una quimera obtener su aprobación por el Gobierno, ya que si la compensación económica a los transportistas se efectúa mediante subvenciones, estas ayudas no inciden en el abaratamiento de costos. A lo que el Gobierno debe poner coto es al desenfreno de cambio de precios del carburante, dado que si el índice de referencia del barril de crudo no se ha modificado al alza últimamente y el euro está más fuerte que el dólar ¿por qué desde enero de este año se ha encarecido un 3,84% el gasóleo en España?", reflexiona Jaume Ballester, presidente de la Comisión Terrestre de FETEIA (Federación Española de Transportistas, Expedidores Internacionales y Asimilados).

En FETEIA se lamenta el hecho de que parece que haya interés en bajar el coste cuando existen protestas del sector, y luego,"paulatinamente, y sin hacer ruido, el precio sube de nuevo". Consideran que la solución es repercutir el encarecimiento al consumidor final, "pero teniendo un precio fijo como mínimo durante seis meses, para que la industria y el comercio en general puedan establecer sus escandallos por períodos a medio plazo, y, por descontado, lo mismo los transportistas, transitarios e industria logística en general".

 

Dos tipos de ayudas fiscales

En teoría pueden barajarse dos caminos para materializar la distinción fiscal, según argumentan desde Mariano Aguayo Abogados, bufete especializado en el sector energético, entre cuyos casos destaca, en 1977, la primera reclamación en España al Gobierno de entonces en la cual aparece el término gasóleo profesional. En ella la Asociación de Propietarios de Estaciones de Servicio de Andalucía proponía que se realizara para los transportistas y profesionales una reducción de la carga impositiva del carburante gestionada desde la estación.

Las dos opciones son: por un lado, la introducción de un nuevo tipo de gasóleo, parecido al método existente de gasóleo bonificado; directamente comercializado a un tipo impositivo inferior, y, por otro, un sistema de devolución periódica, tras la presentación de su correspondiente solicitud, de una parte del impuesto especial a los profesionales legitimados.

 

Medidas de control

Crear un nuevo tipo de gasóleo implicaría unos importantes cambios en la infraestructura de las estaciones de servicio, ya que se trataría de un producto distinto que se almacenaría en unos depósitos diferentes. "Este sistema precisaría además de un método de control similar al del gasóleo bonificado –utilizado para agricultura, pesca o calefacción–, con el objetivo de garantizar su uso exclusivo por los profesionales así reconocidos", precisan desde Mariano Aguayo Abogados.

Este bufete señala que la devolución parcial del impuesto especial de hidrocarburos se aplica actualmente en Francia y Bélgica desde 1999. Esta medida no afectaría de manera tan profunda a las estaciones de servicio, ya que ni el producto repostado ni los precios de venta al público aplicados por los establecimientos variarían, trasladándose la labor administrativa de la distinción fiscal a la Hacienda Pública

"En España todavía no se ha optado expresamente por una de las dos posibilidades, si bien todo parece indicar que será más probable la mera aplicación de devoluciones fiscales",apuntan en el despacho jurídico. La AOP considera que se podría hallar el modo de dar respuesta a la creación del gasóleo profesional,sin necesidad de crear un producto nuevo ni de usar marcadores fiscales, sino por medio de una devolución de parte del impuesto, posterior al consumo. En estas condiciones, con un producto indiferenciado, el actual gasóleo A –gasóleo profesional– podría utilizar, sin modificaciones, la infraestructura de suministro existente,l o que permitiría su aplicación inmediata.

8.654 estaciones de servicio

Los productos petrolíferos (gasolinas y gasóleos) se distribuyen para su consumo a través de diversos canales pero dos son los principales para el transporte: las estaciones de servicio (EESS) o instalaciones de suministro a vehículos, y las ventas directas (extra red) para suministros realizados por operadores o distribuidores directamente al consumidor final.

Actualmente, España cuenta con un parque de 8.654 estaciones de servicio que incluye las diferentes redes comerciales de operadores (7.460), los hipermercados(194) y los minoristas independientes y cooperativas (1.000).Desde la AOP se indica que la proporción de gasóleo A consumido en las estaciones por transportistas profesionales que pudiera estar afectada por el gasóleo profesional se estima en un 40%.

Por lo tanto, el volumen de combustible que podría tener la consideración de gasóleo profesional será de aproximadamente 10 millones de toneladas métricas. Una gran mayoría del gasóleo A suministrado por el canal de ventas directas o extrared va dirigido a transportistas profesionales:el proveedor, bien sea un operador o un distribuidor, envía el producto a granel directamente a las instalaciones del transportista.

Las asociaciones de propietarios de estaciones de servicio optan por la creación de un gasóleo profesional, similar a los actuales bonificados.La peculiaridad del mercado español es que la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), entre cuyos socios están las principales firmas petroleras, es la empresa líder en transporte y almacenamiento de productos petrolíferos, desde los oleoductos a las refinerías y centros de almacenamiento y de ahí a las estaciones deservicio.

Para ello cuenta con 39 instalaciones de almacenaje, que suponen en total 36 millones de m3 y tiene ocho refinerías.Las tres compañías que tienen capacidad de refino para producir gasóleo en España son Cepsa, BP y Repsol. El gasóleo de importación es normalmente importado por estas tres empresas o por los denominados operadores de productos petrolíferos, dedicados a la distribución al por mayor.

 

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EL FIN DEL PETRÓLEO BARATO

La Organización de Países Exportadores de Petróleo(OPEP) señala en su último informe que la demanda de crudo podría aumentar este año una media de 1,6 millones de barriles diarios,hasta 84,9 millones al día, lo que supone un incremento del 1,9% con respecto a 2005.

En estos momentos, el 30% de la producción mundial de crudo procede de Oriente Medio, le sigue Europa y Eurasia, con un 22% y en tercer lugar,América del Norte (18%). El llamado oro negro vive un periodo de fuerte volatilidad de sus precios. Los expertos achacan este comportamiento,entre otras razones, a la gran incertidumbre geopolítica y bursátil.

Por encima de los 60 dólares

El barril de Brent, crudo de referencia para Europa, cerró precio para su entrega en mayo a 64,21 dólares. Como indica Juan Carlos Ureta, presidente de la agencia de Bolsa Renta 4: "La época del petróleo barato ha llegado a su fin, por lo que los mercados tendrán que acostumbrarse a que elcoste del barril del crudo esté por encima de los 60 o incluso 70 dólares". Actualmente existen importantes factores en su coste que presionan en diferentes direcciones.

Por un lado, el precio debería moderarse como consecuencia del aumento del nivel de stocks en la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) y el descenso de la demanda esperada por el fin del invierno boreal. Sin embargo, persisten los conflictos en regiones petrolíferas como Nigeria, Irak, con sabotajes a instalaciones,o Irán, algo que reaviva el temor a los problemas de abastecimiento.

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ANDRÉS DELGADO, DIRECTOR GENERAL DEL BUFETE ESPECIALIZADO EN HIDROCARBUROS MARIANO AGUAYO

“Nunca ha existido voluntad política de crear un gasóleo profesional”

 

La reivindicación del sector de un gasóleo profesional viene de muy lejos. Vuestro bufete fue el primero en promover una reclamación de este tipo en España. Veinte año más tarde, ¿cómo valora la situación actual? Desgraciadamente se ha avanzado muy poco;por no decir nada, ya que aún no se ha implantado este nuevo producto.

¿El incremento de los costes está provocando la aparición, o intensificación, de determinadas conductas encaminadas a reducir costes de forma ilícita o fraudulenta?Tal vez éste sea uno de los motivos por el que los sectores implicados no presionan más al Gobierno para que se instaure el gasóleo profesional.No hay duda de que la implantación de este producto exigirá una mayor transparencia en su uso. Si la Administración no da respuesta al verdadero problema, esto es, que el profesional adquiera el combustible a unos precios más bajos, se está obligando a que recurra a otros medios para abaratar los costes.

¿Qué posibles vías de aplicación tiene en España el gasóleo profesional? El verdadero gasóleo profesional, entendido éste como un combustible que tiene una diferencia de precio sustancial con respecto al gasóleo de los vehículos particulares, a día de hoy difícilmente se podrá aplicar en nuestro país. El principal obstáculo para ello es la falta de competencia real y efectiva que existe en el mercado nacional,derivada de la alta concentración que todavía existe en las compañías con capacidad de refino en España.

¿Hay razones actualmente para homogeneizar los tipos de gravamen atendiendo a cuestiones medioambientales?Una de las razones a la que se puede atribuir la dieselización del parque automovilístico es la diferencia entre el precio de la gasolina y el del gasóleo, lo que evidentemente está perjudicando al profesional,ya que éste debe adquirir el combustible al mismo precio que un particular. Con sólo equiparar el precio del gasóleo de uso particular al de las gasolinas,y si las diferencias de ingresos se destinaran en beneficio del profesional, no sólo ganaría este último sino también el medio ambiente.

España vive la dieselización del parque de vehículos. ¿Esto hace más problemático tomar medidas fiscales específicas para el consumo profesional? Evidentemente lo que acabo de plantear no es,como se suele decir ahora, políticamente correcto,sin embargo, sólo cabe esta solución,dado que el incremento del precio para el profesionales el primer eslabón que existe para que se inicie la escalada de precios en todos los demás productos, por la importancia que el sector del transporte y la logística tiene en la economía de nuestro país.

¿Cómo valora que el Ministerio de Economía y Hacienda no se plantee el gasóleo profesional hasta que no entren en vigor las directrices de la Unión Europea, que van de 2007 a 2012, sobre homologación fiscal del combustible? Nunca ha existido una verdadera voluntad política para la creación de un gasóleo profesional,dado que el mismo conlleva tomar medidas que implican una subida de precios para el consumidor no profesional; hoy es esta excusa y mañana será otra.

¿La aplicación del gasóleo profesional sólo al sector del transporte incurre en discriminación frente a otras profesiones donde también repercute de forma importante el precio del combustible?Nuestro despacho nunca hablará del "gasóleo del transportista", sino que siempre lo ha llamado "gasóleo profesional", porque entiende que todo profesional, ya sea un modesto autónomo o una gran empresa, tiene derecho a adquirir el combustible a un precio totalmente diferente al consumidor particular. La razón está bien clara: es su herramienta básica y el coste principal que tiene su empresa.

 

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ELIMIINAR EL CÉNTIMO SANITARIO

El Ministerio de Economía se ha comprometido a habilitar a las autonomías, tanto a lasque ya aplican esta tasa, como Madrid, Asturias,Galicia y Cataluña, como a las que puedan implantarlo en su momento, para que eximan al transporte profesional a partir de 2006 del Impuesto sobre Ventas Minoristas de Hidrocarburos, el llamado céntimo sanitario que persigue recaudar fondos a través de las gasolinas para financiar la sanidad. La no aplicación de este tipo impositivo, como ocurre actualmente, se mantendrá hasta la entrada en vigor del gasóleo profesional.

 

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EUROPA FIJA TASAS MINIMAS

La Directiva Europea 2003/96/CE sobre imposición de productos energéticos incluye los nuevos mínimos marcados para la fiscalidad del gasóleo. Esta normativa obliga a España a aumentar el tipo impositivo de este hidrocarburo a un mínimo de 30,2 céntimos por litro a partir del 1 de enero de 2007, y permite la aplicación de un tipo reducido especial al gasóleo utilizado como carburante para fines profesionales,siempre que el nivel impositivo de este combustible profesional no sea inferior a 28,7 céntimos de euros por litro, y cuando no se reduzcan los niveles nacionales de imposición vigentes a 1 de enero de 2003.Este tipo impositivo mínimo será aplicable hasta el 31 de diciembre de 2009. Se considerará gasóleo de uso profesional el utilizado –en el caso de transporte de mercancías– en los trabajos realizados por carretera,por cuenta propia o ajena y en vehículos de peso máximo autorizado igual o superior a 7,5 t. A partir del 1 de enero de 2010, y hasta la misma fecha de 2012, el tipo impositivo mínimo del gasóleo profesional será de 30,2 céntimos por litro o aquel que eventualmente esté vigente el 1 de enero de 2010, siempre y cuando sea superior a 30,2 céntimos por litro. Desde el 1 de enero de 2012, el gravamen mínimo para el gasóleo de uso no profesional será de 33 céntimos por litro, según las regulaciones de la Directiva Comunitaria.