Entrevista a Jorge Edelman, Presidente y Director General de Oracle Iberia

04 sep 2002

Jorge Edelman lleva casi una década al frente de Oracle Iberia, un período extrañamente largo dirigiendo la misma compañía dentro del azaroso mundo de las tecnologías de la información. El directivo pasa revista a la situación de este mercado y analiza con la perspectiva del tiempo el momento de aceleración imparable que vivió hace dos años.

Ustedes fueron uno de los grandes beneficiarios del boom de la Red. ¿Cómo se ve Oracle a sí misma después de la euforia de Internet y en pleno momento de recesión económica mundial?

El 2001 fue un año extraordinario para Oracle y para casi todas las compañías del sector de Tecnologías de la Información (TI). Veníamos arrastrando toda la alegría de los proyectos Internet; la famosa burbuja y la palabrería de las “punto com” se había superado y empezaba a perfilarse la etapa de madurez de la nueva economía en Red.

La tecnología calaba en el conjunto de la sociedad y el clima era optimista. Llegó septiembre y el efecto catástrofe no se notó de inmediato porque las empresas ya habían hecho sus inversiones en tecnología para todo el año. Por eso en 2001 nos fue bien a casi todos. Actualmente la situación no es fácil, arrancamos 2002 con el síndrome de la depresión por la crisis americana. Ellos ya están saliendo, pero ahora es cuando más nos va a afectar en Europa.


¿Se impone la austeridad tecnológica?

De cara al 2002 nos hemos ido al otro lado del péndulo. Las compañías han establecido presupuestos muy restrictivos y en el caso de España esto se ha visto agravado por la crisis en Argentina.

¿Tanto le afecta una crisis local a una compañía como Oracle?

Por supuesto. No sólo le afecta al Banco de Santander, a Repsol o a Telefónica. Otras grandes compañías están tocadas: Endesa, las constructoras y cualquiera que tuviese intereses en Argentina. No hay que olvidar que España es el principal inversor en este país.

Han hecho, por tanto, presupuestos muy restrictivos y los recortes son especialmente duros en tecnologías de la información. Eso lo estamos sufriendo todo el sector. De cualquier forma, las cosas pintan ahora menos mal que en enero y todos esperamos que después del verano el mercado se reactive.

¿Cómo ha cambiado la manera de entender los proyectos tecnológicos en las empresas españolas a raíz de ese estancamiento?

En algunas ocasiones ha habido proyectos que directamente se han suspendido porque las empresas han preferido cancelar deuda o no gastar. Hay otras que siguen invirtiendo pero en cantidades muy pequeñas.

Los grandes proyectos planteados para toda la compañía se han congelado o son muy escasos. Ahora se escalona todo; empiezan probando en un departamento con un grupo de usuarios reducido, esperan a ver cómo les va y, en todo caso, se plantean la ampliación en unos meses.

El año fiscal de Oracle va de junio a mayo. ¿Qué crecimiento han registrado en España?

Hasta diciembre de 2001 nos fue muy bien, con un crecimiento del 20%, pero el estancamiento en la segunda mitad del año fiscal nos ha hecho quedarnos en un crecimiento total del 5%. De enero a mayo los resultados no han sido demasiado buenos. El año pasado facturamos más de 122 millones de euros en España y para 2002 la cifra será superior a los 132 millones de euros.

La coyuntura económica es incierta y estructuralmente el mercado de las TI cada vez está más complicado.

Eso es cierto. La crisis general no es demasiado preocupante porque la economía está compuesta de ciclos y todo lo que baja acaba subiendo. Ahora estamos en línea descendente pero en algún momento subirá. Si lo hará de la misma forma que antes, personalmente creo que no. En lo que respecta al mercado de las TI, en los últimos años ha habido muchos cambios.

Aparecieron grandes motores dinamizadores como la adaptación al euro y al año 2000; la implantación de los sistemas de gestión ERP; la transformación de las empresas tradicionales en negocios electrónicos... Fue una época dorada que no sé si volverá a repetirse, al menos dentro de mi vida profesional.

Se gastaba casi por gastar, porque lo aconsejaban prensa y analistas. Había una tremenda sensación de urgencia por hacer cosas nuevas. Las empresas se observaban unas a otras y si un competidor había puesto en marcha tal proyecto, tú estabas casi obligado a hacer lo mismo o un poco más.

¿Se cometieron muchos errores llevados por las prisas?

Como estamos viendo en las plataformas digitales o en las licencias UMTS no había mucho rigor a la hora de calcular el retorno de las inversiones. Las expectativas estaban basadas en un voluntarismo tremendo (lo que los americanos llaman wishful thinking para referirse a los razonamientos intoxicados por la voluntad, a la lógica mezclada con lo que uno desea). Avanzábamos sobre terreno nuevo, no había comparación posible que sostuviera los argumentos y las acciones. La televisión digital es un ejemplo clarísimo de todo esto.

¿Qué factores cree que coincidieron para que el mercado se acelerase de tal manera?

Hablar sobre hechos pasados siempre es más fácil que predecir el futuro. Coincidió con una época en la que se desmadró todo. Realmente hubo una burbuja alrededor de Internet y una sobrevaloración de las compañías tecnológicas en bolsa. Alan Greenspan llegó a decir que se habían acabado los ciclos económicos, que las economías estaban tan globalizadas e interconectadas que ya no habría recesión.

Estados Unidos estaba en un ciclo de diez años de crecimiento sostenido con técnicamente pleno empleo y sin inflación. Incluso fenómenos que en otro momento hubieran tenido un gran impacto como las crisis económicas rusa y asiática no afectaron.

No había conflictos ideológicos en el mundo, el petróleo no estaba amenazado, los asesores bursátiles no paraban de recomendar la renta variable porque todo parecía que iba a subir... El tema de la burbuja de Internet coincidió en ese justo momento. No es casual.

¿Qué queda de aquella aceleración?

Creo que todo lo que entonces se dijo es básicamente cierto, lo que ha ocurrido es que el fenómeno de la economía en Red no se ha desplegado con la rapidez prevista. El comercio electrónico no ha cumplido las expectativas en varios órdenes de magnitud, pero eso no significa que no haya oportunidades de que vaya a más. Lo hará, pero jamás sustituirá totalmente al mundo físico, igual que la televisión no acabó con la radio, los periódicos o el cine.

Las personas son multicanal, todos los canales de acceso a la información o al entretenimiento son válidos, complementarios y en ningún caso excluyentes. Pero es cierto que se dijeron muchas tonterías. Tal y como se presentaba el mundo del futuro las personas serían focas amorfas tumbadas en el sofá conectadas a Internet para satisfacer sus deseos. Todo lo harían en casa, todo se lo servirían y todo sería espantosamente impersonal.

El comercio electrónico, además, se centró mucho en el usuario final, pero no se hablaba tanto de las actividades de intercambio entre empresas.

Ahí es donde realmente se está moviendo el negocio electrónico. Las tecnologías de Internet ayudan a las empresas a ser más eficientes haciendo lo que han hecho toda la vida. Se utiliza Internet para gestionar mejor las compañías: portales para empleados, aplicaciones móviles para los trabajadores, servicios de localización o herramientas para la fuerza de ventas accesibles a través de la Red.

¿Cree que ha llegado el momento de la lucidez? ¿Qué cosas van a cambiar cuándo el ciclo vuelva a subir?

Al menos el sentimiento de urgencia ya ha pasado. En Oracle tenemos un lema que es hacer más con menos. Las exigencias de tu mercado, tus clientes, tus propios proveedores, o cómo operan tus competidores hacen que no te puedas parar. Hay que seguir innovando en productos y servicios pero hoy hay que hacerlo con menos recursos adicionales que antes.

Dentro de Oracle hemos ahorrado mil millones de dólares en términos absolutos mientras la compañía ha seguido haciendo muchas cosas. Nos hemos aplicado la utilización eficaz de las TI para gastar menos y ser más competitivos. Si nosotros lo hemos conseguido entendemos que muchos de nuestros clientes pueden hacer lo mismo.

El mercado de las TI, ¿camina irreversiblemente hacia la concentración de empresas?

Cuando hay momentos de bonanza surgen empresas como setas y proyectos que se crean alrededor de un nicho de mercado muy pequeño o de una funcionalidad muy concreta. Si cualquier gran fabricante incorpora esa función a su oferta, el pequeño competidor no tiene ninguna posibilidad de salir adelante. Por una parte es triste, pero a cambio las compañías de amplio espectro cubren un área funcional mucho mayor.

¿Dónde están las fronteras de la competencia y la cooperación entre empresas de tecnología?

Hoy resulta muy difícil trazar esos límites. Ahora todos estamos apostando fuertemente por los servicios, por las aplicaciones integradas que abarcan todo, y eso hace que ya no esté tan claro quién es tu amigo o tu enemigo. Por un lado, somos una compañía de infraestructura de tecnología de bases de datos y en esto competimos con Microsoft e IBM.

Todos los demás son nuestros amigos. Pero también desarrollamos un negocio de aplicaciones y en este punto ya no está tan claro; competimos con muchos productores que, a la vez, pueden ser aliados en nuestra faceta de fabricantes de bases de datos.

¿Cómo está organizado el canal de distribución de Oracle?

Nuestra venta es multicanal. Dependiendo del tamaño del cliente podemos vender directamente, en colaboración con un socio o a través de venta totalmente indirecta. Para esto último necesitamos socios de mucha confianza como es el caso de Afina, un mayorista que tiene incluso un segundo nivel de distribución. Ellos venden absolutamente todo, llevan la gestión comercial, la gestión de cobro con el cliente y nosotros no intervenimos en nada.

Los competidores en el mercado de bases de datos, ¿cómo molestan a Oracle y viceversa?

A todos nos gustaría ser un monopolio y no tener competencia pero creo que al final es bueno contar con oponentes. Es la forma de que estemos más despiertos, hagamos las cosas mejor y demos mayor valor al cliente. Oracle es el líder tradicional de este segmento. Según el año o el mes, como este mercado es muy activo, las cosas varían.

Ahora IBM está muy fuerte con la compra de Informix (competidor directo de Oracle) y nosotros no vamos a perder el sueño porque ellos lo digan e incluso porque sea verdad. En Oracle nos hemos concentrado en unas características diferenciales: sólo hacemos las bases de datos para las arquitecturas de sistemas que son modernas, Windows y Unix/Linux. Si sumamos estas dos opciones en las que hemos elegido trabajar somos líderes muy por delante de IBM, segundo en la lista.

¿Y Microsoft?

Microsoft sólo fabrica para plataforma Windows donde es líder con una diferencia de cuatro puntos sobre nosotros. Según datos de la consultora IDC, si ellos tienen el 39% del mercado de bases de datos sobre Windows, Oracle posee el 35%. Pero nuestra característica diferencial es la independencia de cualquier plataforma.

Ésta es una ventaja importante en cuanto a mensaje y penetración que acaba calando frente a la teoría de Microsoft. IBM hace un juego más parecido al nuestro porque funcionan sobre Windows y también sobre todos los sistemas Unix. No obstante, nuestro discurso al cliente le resulta más atractivo.

¿España está preparada para la nueva economía?

Si escogemos algunos sectores como la banca, la española está entre las primeras, a años luz del resto y además gastando menos que en otros países. En España se le saca mucha rentabilidad a las inversiones, aunque ahora se gasta menos dinero porque están bastante afectados por la crisis argentina.

Telefónica también se encuentra a la cabeza de todo el mundo en su sector: desde cómo gestiona sus proveedores a los tipos de servicios que ofrece, pasando por la infraestructura tecnológica de su red. Nada que envidiar a nadie. En otras áreas hay de todo. Donde hay más distancia entre España y la media de los países de la UE es, en mayor medida, en el mercado de la pyme. Ahí estamos más lejos y es donde el Gobierno puede ayudar más.

Se trata de un tema multidimensional: es económico, de conocimiento, de recursos y de contar con soluciones adaptadas para sus criterios. La pyme y el sector público son los que hacen que España esté por detrás al compararla con el resto de países de la UE en lo que se refiere a inversión tecnológica con relación al PIB.

Los fabricantes estamos sugiriendo a la ministra de Ciencia y Tecnología que se haga un programa de convergencia dentro o fuera de Info XXI (programa de convergencia para que España se posicione al mismo nivel que los países de la UE) con objetivos y parámetros claros y medibles con la UE. Es la única forma de que esto de la sociedad de la información, que tan bien suena en los telediarios, sea un hecho.

¿Tiene una opinión formada sobre la fusión entre HP y Compaq?

Durante 16 años trabajé en HP, una escuela extraordinaria. Por apego y cariño deseo que les vaya bien y también por egoísmo debo decir que a Oracle le interesa mucho que esta fusión funcione. Sólo una compañía como la nueva HP-Compaq puede mantener en el mercado una opción distinta a IBM. Microsoft sigue siendo informática de baja intensidad. La informática corporativa seria de alta disponibilidad destinada a los grandes sistemas del mundo hoy sólo la cubren IBM y HP-Compaq.

¿A pesar de los históricos fracasos de las megafusiones?

La historia siempre se maneja para justificar que las fusiones en tiempos pasados no han tenido éxito. Revisando la realidad, en la mayor parte de los casos es cierto. No sé cómo se están llevando los detalles detrás de la cortina pero HP es muy especial y a mí me ofrece bastante garantía de que va a funcionar bien.

Hay tanto interés en ello que incluso la batalla legal ha motivado mucho más a los promotores de la fusión para que ésta sea ejemplar. Tienen todos los elementos en la mano para que así sea, lo cual no significa que vaya a ser fácil. HP no se caracteriza por haber cometido muchos errores, más bien lo contrario.

Fuente: Ana García Huerta
 


La primera en soluciones para empresas
 

Fundada en 1977 por Larry Ellison (uno de los hombres más ricos del planeta que todavía posee el 30% de la firma), Oracle es la segunda compañía de software del mundo y la primera de soluciones exclusivamente para empresas.

Los productos de Oracle ayudan a las organizaciones a gestionar su información y a manejar los millones de datos que mueven al día, tanto internamente como en la relación con sus clientes. Básicamente, sus soluciones resuelven cómo almacenar, recuperar y distribuir información.

Este empeño le ha llevado a evolucionar por diversas tecnologías, desde la clásica distribución cliente-servidor, es decir, toda la información importante se guarda en una “caja de seguridad” a la que cada usuario accede cuando la necesita y si le está permitido, hasta el sistema popularizado por Internet que distribuye los datos formando una red.

Oracle entendió en su momento que la Red no es otra cosa que una base de datos casi infinita. “"Si hay alguien que anteriormente había conseguido hacer negocio creando y vendiendo bases de datos esos éramos nosotros”", explica Jorge Edelman, el máximo responsable en España de la compañía.

En la etapa de mayor propaganda y apogeo de los negocios electrónicos, realizó más de 10.000 instalaciones de su plataforma Oracle e-Business a clientes entre los que se encuentran las diez sociedades “punto com” más importantes del mundo, léase Yahoo, eBuy, Amazon, America Online, eTrade, eToys, Living, Terra o Lycos. Además, el 80% de todos los negocios electrónicos de Europa utilizan la plataforma de Oracle, así como el 65% de las sedes digitales de las empresas pertenecientes a la clasificación Fortune 100.

En estos momentos, la firma cuenta con filiales en 145 países dónde trabajan más de 43.000 personas. En España, la sede fue inaugurada en 1986 con 160 empleados. Hoy en día factura una cifra superior a los 120 millones de euros y posee oficinas en Madrid y Barcelona, con una plantilla de 500 trabajadores bajo la supervisión de Jorge Edelman, al frente de Oracle Ibérica desde febrero de 1993.

Por otra parte, el éxito de Oracle no se puede terminar de entender si no se sabe que, como parte de su estrategia, la compañía ha defendido desde su creación la interoperabilidad de sus productos y de su tecnología con el resto de tecnologías existentes en el mercado.

Así, hoy en día, sus productos funcionan en 93 plataformas diferentes, entre las que se incluyen el sistema operativo de uno de sus máximos rivales, Windows de Microsoft. Esta forma de ver las cosas es precisamente la que, a lo largo de los últimos años, ha terminado por imponerse en el mercado.



Aplicarse el cuento
 

"“En casa del herrero cuchillo de palo"”. Este refrán popular tiene verdadera aplicación en muchas ocasiones pero no en el caso de Oracle. El fabricante de software utiliza todos sus productos para su propia gestión interna. De esta manera, ha eliminado prácticamente los trámites con papel, realizando todas las operaciones posibles a través de Internet: desde pasar los gastos hasta cualquier notificación corporativa.

Con ello ha conseguido recortar, en un solo año y sin despedir a una sola persona, un gasto interno no recurrente de 1.000 millones de dólares. La medida se implantó simultáneamente en la central y en todas las filiales del mundo. Ahora el objetivo está puesto en el recorte de otros 1.000 millones de dólares, aunque, en principio, no se han marcado una fecha para ello.