Las dos caras de un euro fuerte

01 feb 2005

Cuando Marcus Haffman –un joven y brillante broker que trabaja en una reconocida agencia de valores– encendió su pantalla en la mesa de tesorería de una de las principales plazas financieras de Europa y vio que la señal electrónica que había introducido en su computadora estaba activada; el corazón le dio un vuelco. El operador del mercado de divisas pudo ver que la alarma digital le alertaba deque el euro había alcanzado su máximo histórico frente al dólar. Parecía una locura, pero la divisa estadounidense cotizaba casi a 1,38euros. Un cambio que hace bien poco era impensable para cualquier analista.

Una vez comprobada la exactitud de la cifra, Haffman reflexionó sobre las repercusiones que esto tendría. Pocas semanas después ya empezaban a conocerse y, desgraciadamente, la economía española se hallaba entre las peor paradas. Así lo ha puesto en evidencia un informe realizado hace unas semanas por la Unión Europea. España es uno de los cuatro países de la eurozona que más competitividad ha perdido desde 2002 debido al imparable crecimiento del eurofrente al dólar.

La situación no es como para mirar hacia otro lado. En coste por trabajador, nuestro país es el que más puntos ha bajado en tasas reales de cambio (12,9%), sólo por detrás de Irlanda, Italia y Grecia. ¿Por qué ha sucedido esto? La economía española tiene una serie de déficits estructurales que bien pudieran estaren el origen de esta situación. Encontrarlos no es una tarea difícil: excesivos costes laborales, rigidez del sistema salarial y fallos al ajustar la producción a un menor crecimiento de la economía. Este escenario repercute de forma directaen las empresas nacionales, sobre todo las exportadoras que con un tipo de cambio tan elevado pierden competitividad.

Como bien señala Emilio Ontiveros, consejero delegado de Analistas Financieros Internacionales: "Un euro alto afecta negativamente a aquellas empresas que tienen sus exportaciones dolarizadas, y que por lo tanto trabajan con América,Asia o Estados Unidos".Y es que la moneda europea no ha dado treguaal dólar en los últimos años. El euro comenzó a imponerse frente a la divisa estadounidense en 2002, desde esa fecha y hasta finales de diciembre de 2004 la apreciación frente al billete verde ha sido del 47%. La situación no es para tomarla a la ligera y algunas voces ya han mostrado su preocupación.

Klaus Regling, director general para Asuntos Económicos y Monetariosde la Comisión Europea, ha reconocido que está"preocupado" por la situación de debilidad que este cambio tan elevado produce en las exportaciones españolas. El estudio hace una comparación de los 12 países de la eurozona (Irlanda, Alemania, Francia, España, Portugal, Italia, Austria, Finlandia, Holanda, Luxemburgo, Bélgica y Grecia) con otros 41, entre los quese encuentran las principales economías del mundo. Los resultados han llenado de inquietud al mundo financiero europeo. ¿Cuál va a ser el comportamiento de la economía de Europa durante este año? La respuesta a esta pregunta es vital para conocer el futuro de nuestras exportaciones y del sector industrial. Como ocurre muchas veces, el vaso se puede ver medio lleno o medio vacío.

 

El dólar, bajo control chino

Hay muchas incertidumbres flotando en los mercados mundiales. Según el semanario The Economist, las principales incógnitas que afectarán al resto de las industrias occidentales (y con ellas las europeas) proceden de China y, una vez más, del dólar. Es bien conocida la importancia que tiene el coloso asiático en el desarrollo económico global, sin embargo el mercado de capitales está preocupado. Durante los últimos años las autoridades económicas chinas se han dedicado a hacer un acopio ingente de dólares (no hay datos oficiales, ya que se mantieneen secreto).

Pues bien, en el momento en el que decidan –y algunos expertos dan un plazo de 10 años para que esto suceda– los sacarán al mercado, los sustituirán por una cesta de monedas y la divisa americana se encontrará en una situación de vértigo.

Tanto es así que los analistas esperan que el billete verde deje de ser la moneda de referencia, pero el gran problema es que lo haga de una manera brusca. Y aquí los chinos y los japoneses (que también han acaparado gran cantidad de divisa europea y americana) tienen la sartén por el mango. De hecho, podríamos asistir en los próximos años a ver un dólar que esté fuera de control. Está claro que el papel del euro como moneda de reserva se está consolidando.

Si recurrimos a los libros de economía veremos que una divisa con esas características tiene que cumplir tres principios: actuar como reserva de valor, dar liquidez de cara al comercio internacional y proporcionar una moneda con la cual comprar armamento en una situación de conflicto. Hasta el momento este papel lo desarrollaba la divisa americana. Ahora, con la guerra soterrada deI raq –que no tiene ningún viso de acabarse a corto plazo– resulta difícil pensar que los países de Oriente Próximo quieran incrementar sus reservas en dólares y, por si fuera poco, la carencia de disciplina fiscal de la Administración Bush ha supuesto que la agencia de calificación de riesgo Moody´s se plantee revisar a labaja el rating AAA de la deuda americana.

Todos estos peligros han llevado al presidente americano a afirmar que "sigue apostando por una política de un dólar fuerte" y que reducirá los déficits comercial y fiscal; de momento los mercados ponen en cuarentena este mensaje. En esta partida monetaria de Estratego, una pieza básica, como hemos visto, es China. Bastantes analistas son de la opinión de que al país asiático le interesa mantener su actual política monetaria, que le ha permitido crecer a tasas del 8% anual y tener un peso enorme dentro del comercio mundial. Pero lo cierto es que ambas decisiones están en sus manos.

Y mientras todo esto sucede, ¿qué hace Europa? El Banco Central Europeo parece que no quiere o no puede hacer nada para que el euro vuelva a unos niveles que no perjudiquen a la industria del continente."La falta de decisión de la principal autoridad monetaria europea está perjudicando considerablemente a las compañías exportadoras", afirma un reconocido experto de una caja de ahorros. Algunos estudios, comoel que realizó en diciembre pasado el Instituto de Estudios Económicos (IEE), con el premonitorio título: Hay que mantener la confianza, prevén que no se va a producir una subida de lostipos de interés superior a los 25 puntos básicos (una estimación que también comparte el Instituto de Crédito Oficial).

Dicho de otra forma,el Banco Central tiene la intención de dejar al euro seguir un mes sí un mes no flirteando con máximos históricos. En esta situación no es de extrañar que el IEE vaticine que el sector exterior tendrá una aportación negativa al PIB denueve décimas en 2005 (dos menos que el año pasado).

El informe de esta entidad reconoce que "la economía española se ha estabilizadoen torno al 2,6% en 2004, por una perturbación negativa de la oferta, como consecuencia del encarecimiento del petróleo y del deterioro significativo del sector exterior". Peor paradas están saliendo economías como la alemana o la francesa. La fortaleza del euro le está resultando cara. Un ejemplo. Los datos de la producción industrial de noviembre pasado (últimos disponibles) reflejan un estancamiento en la producción de ambas locomotoras.El país galo registró en noviembre un déficit comercial de 1.080 millones de euros, lo que eleva sus números rojos a 5.696 millones durante los 11 primeros meses de 2004.

A pesar de este alarmante déficit, mantiene un superávit comercial frente a España de 634 millones. Por su parte, Alemania ha visto cómo descendíasu producción industrial un 1,7%, una caída que se centró en los sectores de la construcción (0,9%) y la energía (1,5%).

 

Impacto negativo sobre el crecimiento

La situación que se está viviendo la explica muy bien Sara Silano, analista de fondos de la agencia de Bolsa Mornigstar, en una información que recoge el periódico de información económica Cinco Días: "Un euro fuerte reduce la competitividad de los productos europeos. Cerca de un30% de las exportaciones están denominadas en dólares, por lo que habrá un impacto negativo sobre el crecimiento económico".

Y continúa:"En particular, las empresas dependientes de las exportaciones tendrán problemas si el billete verde se sigue debilitando hasta un 1,40 ó 1,45 respecto al euro y si se mantiene aestos niveles durante varios meses, aunque, en una fase de recuperación mundial como laq ue estamos viviendo en la actualidad, parte de este impacto negativo puede ser compensado con un incremento de las ventas".

Un aspecto muy interesante que conviene nodejar de lado es analizar cómo afecta esta apreciación del euro a la industria de los nuevos países de la Unión (ver cuadro Superpoblación en la divisa europea), que tenían puestas muchas de sus expectativas de competitividad en unos bajos costes laborales y de producción. Los primeros datos que se están analizando indican que se está originando una ralentización del crecimiento,incluso en países que son los pesos pesados de esta zona (Polonia, Chequia o Hungría).

Esta situación también se ha trasladado a gigantes como Alemania, cuyo PIB subió en el tercer trimestre de 2004 al menor ritmo en más de un año. Tal circunstancia es, sin duda, peligrosa, porque si Alemania no despega, sus socios y clientes comerciales europeos tropezarán a su vez con dificultades para exportar allí sus productos y esto influirá en sus niveles de crecimiento.Francia, la segunda economía de la zona euro, se encuentra en una coyuntura similar.Mientras todo esto sucede, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, ha intentado detener verbalmente la escalada del euro. Pero de nada ha servido que calificaralos movimientos en los mercados de capitalesde "brutales" y que intentara restar importancia a la apreciación de la moneda europea.

 

Cómo aprovecharse de un euro fuerte

Pero tampoco conviene abandonarse a un pesimismo exacerbado. La primera ventaja de un euro caro es que gracias a él se abarata la factura del petróleo. Las compras de crudo se realizan utilizando el billete verde. Este escenario resulta más favorable que nunca ya que este combustible fósil está oscilando entre los 40 y45 dólares el barril tipo brent, que es el que se utiliza de referencia en Europa. La factura saldrá más barata, algo que agradecerán muy especialmente empresas intensivas en consumo de combustibles, como las acerías.

Pero también trae buenas noticias para los consumidores.Al amortiguar el precio del crudo,se consigue controlar su efecto inflacionista en los precios de artículos y servicios. Hay que tener muy presente que el oro negro influye en infinidad de productos con los que convivimos diariamente. Por lo tanto también previene de una subida de los tipos de interés en la eurozona.Si tenemos en cuenta que la mejor política monetaria es la que mantiene el coste del dinero en el nivel más bajo posible, es evidente que ésta es una ventaja más que considerable.

Además, a pesar de que la subida del euro ha perjudicado a las exportaciones de la primera economía de la eurozona (Alemania), éstas continúan siendo competitivas. El mismo Bundesbank no parece tener ninguna preocupación por la apreciación del euro, ya que la competitividad de los productos alemanes aún es muy notable debido a la moderada evolución alcista de precios y costes, así como gracias al impulso de la economía mundial. Hay un hecho cierto que ha señalado en su último informe trimestral la Comisión Europea:"Un euro alto es un muro defensivo contra la inflación", que, sin duda, es una de las grandes preocupaciones históricas de las economías europeas, como por ejemplo la española o la italiana sin irnos muy lejos.

Una divisa europea cotizando en niveles altos ayuda, pues, a controlar la inflación. Además, esta fortaleza está teniendo un efecto beneficioso en la estabilizaciónde la confianza de los hogares y en una mejora de las condiciones de financiación, que benefician especialmente a las familias que conviven con altos niveles de endeudamiento,sobre todo por los elevados precios de la vivienda.No hay que olvidar que la demanda de crédito bancario por parte de las familias mantiene un ritmo de crecimiento muy fuerte, por encima del 20% interanual, y los préstamos inmobiliarios crecen el 24%.

Otro aporte positivo es que "una moneda alta invita a la entrada de capital internacional. Es cierto que primero con un componente especulativo, pero más tarde se transforma en inversiones directas", revela José Luis Martínez, economista jefe de Citigroup.

 

Ventajas según el Servicio de Estudios del BBVA

 

En una línea similar a la Comisión se ha manifestado el Banco de España en su último informe mensual sobre la economía española. La institución prevé, por efecto del euro, un descenso a medio plazo de la tasa de inflación hasta niveles por debajo del 2%.El Servicio de Estudios del BBVA ha señalado que la subida de la divisa europea no es tan perjudicial en este momento concreto como podría haberlo sido en otras épocas, puesto que la fortaleza de la economía mundial compensa los perjuicios que pudiera suponer para la Unión Europea o para España. Esta fuerza del euro está beneficiando a las importaciones que proceden tanto de países fuera de la Unión como las que provienen del sur de Asia, lo que ha supuesto un respiro para economías como la alemana, tanto para moderar los precios como para desarrollar el consumo interno.

Según el Servicio de Estudios, la influencia en España será menor a la que van a sufrir otros países ya que la economía nacional importa menos y,además, las exportaciones se realizan a países miembros de la Unión, con lo que la moneda que se utiliza es el euro y, por lo tanto, desaparece el efecto tipo de cambio. Además, algunos expertos, como Juan Antonio Cabrera, director del departamento de mercados financieros del Servicio de Estudios, ha comentado que los efectos negativos son principalmente a corto plazo; a medio y a largo la fortaleza del euro hace a Europa más atractiva en el exterior

.El capítulo de las ventajas se cierra con las oportunidades de compra que surgen para el consumidor o, incluso, para las pyme, ya que,por ejemplo, pueden comprar en dólares a través de páginas de Internet de grandes cadenas estadounidenses. Algo que facilita un ahorro económico considerable. Una vez más se demuestra que en economía detrás de cada acción aparentemente negativa se esconde una oportunidad para los sectores más ágiles.

 

_____________________________________________________________________________

 

SUPERPOBLACIÓN EN LA DIVISA EUROPEA

 

En estos últimos meses flota en los ambientes financieros una pregunta muy interesante. ¿Cómo va a influir en el euro la llegada a la Unión Europea de los nuevos socios? Los diez países (Lituania, Eslovenia,Estonia, Polonia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Chipre y Malta) que acaban de incorporarse a la Unión tienen que adoptar la divisa europea como moneda entre 2006 y 2010.

En este caso no hay posibilidades de renunciar a ella, como en su día hicieron Reino Unido, Dinamarca y Suecia. Están obligados a aceptarla. Aparte de que muchos de ellos ya están familiarizados con su manejo –puesto que son países fronterizos con territorios que tienen al euro como moneda– no está muy claro cómo reaccionará el tipo de cambio, aunque hay alguna teoría. "En una primera etapa es seguro que aumentará la volatilidad [oscilaciones bruscas de la moneda]. El mayor o menor impacto en la cotización dependerá del nivel de entrada de los países grandes (Polonia y Hungría). Dicho de otra forma, del cumplimiento de los criterios de convergencia en mayor o menor grado",indica José Luis Martínez, economista jefe de Citigroup.

Hay que recordar que estas naciones para entrar en la moneda única deben cumplir los mismos requisitos que se le exigen a los actuales miembros de la Unión Europea: déficit público por debajo del 3%, deuda pública inferior al 60% e inflación no superior en 1,5 puntos a la media de los tres estados que disfruten de un mejor índice de precios.

 

_____________________________________________________________________________

ORO Y EURO, PERFECTOS CONOCIDOS

 

En los últimos tiempos, en los mercados financieros, el oro y el euro van de la mano. Ambos se han convertido en refugio para los ahorradores. Atrás ha quedado una época en la que se consideraba que comprar este metal era una reliquia del pasado, sobre todo en unos tiempos de instrumentos financieros cada vez más sofisticados. Ahora las tornas están cambiando y el noble metal y la divisa europea prosiguen juntos su escalada. El Gobierno Bush, ante la necesidad de Estados Unidos decubrir un déficit por cuenta corriente superior a los 1.600 millones de dólares, está lanzando cada vez más billetes al mercado, lo que ha provocado que los inversores de medio mundo sedirijan al oro como lugar donde guarecer su dinero ante la depreciación del dólar.Y es que de pronto el oro, apoyado en su buen comportamiento en los mercados de capitales,se ha convertido en una fuente de ingresos, y no sólo para los particulares. Hace escasos meses, Francia planteó la posibilidad de vender parte de sus reservas para reducir su déficit. Según la informaciónpublicada en septiembre de 2004 po rel diario Le Monde, la idea es vender unas 100 t procedentes de las reservas del Banco Nacional.El dinero obtenido por esta operación sedestinaría a fondos de inversión, con cuyas plusvalías se haría frente a gastos públicos. En una línea similar se ha manifestado el Bundesbank alemán, el cual venderá en los próximos cinco años un máximo de 600 t (a un ritmo de120 t anuales). Las ganancias en este caso sedestinarían a proyectos de educación e I+D.