El carburante da problemas

27 mar 2014

El precio del petróleo ha superado los 90 dólares por barril en Nueva York. Se trata del crudo ligero de referencia en Estados Unidos, el más fácil de refinar, y, a su vez, el más caro. En un año esta cotización ha aumentado un 45%. Eso sí, en términos reales, es decir, si se elimina el efecto de la inflación, el barril de petróleo debería alcanzar los 101,70 dólares para situarse en la cota que registró en abril de 1980, un año después de la revolución iraní.

Las razones hay que buscarlas en la inestabilidad del Golfo Pérsico, en las nuevas tensiones entre Irak y Turquía, entre Estados Unidos e Irán y en los movimientos de los grandes fondos de inversión que se refugian en las materias primas para sortear la caída del dólar. No hay que olvidar que el petróleo aún se paga en dólares.

A pesar de esta negra coyuntura, todavía surgen voces más o menos tranquilizadoras. Así, la Federación Nacional de Usuarios de Transportes francesa ha recordado que los precios de las gasolinas han bajado un 50% entre 1970 y 2005, si se los compara con la evolución del poder adquisitivo.

Sin embargo, la evolución de la renta per cápita en España es bien diferente, a pesar de los últimos progresos. Esta cifra ha aumentado de 19.000 euros en 2004 a 23.000 en la actualidad. Tal dato supone un incremento nominal del 18% y una subida real del 8%, una vez descontados los efectos de la inflación.

 

Gasóleo profesional

Según uno de los últimos informes de la Fundación BBVA, más de la mitad del retraso español en renta per cápita con Europa y Estados Unidos se debe a la menor productividad. Esta entidad bancaria apunta como solución: “Cambiar la dirección de la especialización, reforzando la inversión en los activos que son más productivos, como la maquinaria, los equipos tecnológicos y el capital humano”.

No obstante, el precio de la materia prima, que para un operador logístico es el carburante, se ha convertido cada vez más en una “losa familiar” que invita a soñar con camiones eléctricos o impulsados por hidrógeno, como los últimos proyectos de los fabricantes de turismos.

La externalización de la flota de transporte terrestre en un operador logístico es un coste variable, pero sin una gestión competitiva, ni unos contratos adecuados, el servicio se puede depreciar en una relación inversamente proporcional a la efervescencia imparable de la cotización del dichoso oro negro.

Porque el gasóleo profesional tampoco ha sido la gran solución y se ha quedado en un mero maquillaje de devoluciones fiscales. El profesional del transporte debería contar con un programa especial de tarifas para que el carburante no suponga la mitad de sus costes estructurales.

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DE PERFIL

Casado y con dos hijos, Manel Torres Pedroza ha desempeñado casi toda su carrera profesional en el mundo logístico. Hoy compagina su cargo de director general del operador Moldstock Logística con el de director de la consultora logística T&P Interlogística. También socio de ambas compañías, inició su carrera en ellas en 2004 tras nueve años en FR Servicios Logísticos como director comercial primero y como director general después.