AGV: el futuro viaja sobre raíles

01 jun 2008

La corporación francesa Alstom no ha querido darle ninguna opción a los muchos y diversos competidores que le habían surgido en los últimos años al célebre TGV, el tren de alta velocidad francés por antonomasia y uno de los pocos capaces de alcanzar los 320 km/hora en el transporte de pasajeros.

El lanzamiento el pasado 5 de febrero del AGV (Automotriz a Gran Velocidad), el nuevo tren de alta velocidad de la compañía, supone uno de los avances tecnológicos más importantes en el universo ferroviario y una de las principales bazas de la empresa para plantar cara a rivales comerciales tan potentes como Japón o Canadá.

No fue casualidad, por tanto, que el acto de presentación del prototipo contara con la presencia del mismísimo presidente francés, Nicolas Sarkozy. El líder galo alabó las virtudes del AGV y aventuró el éxito comercial del prototipo alentado y producido en exclusiva por la empresa. Se trata en definitiva de uno de los sectores estratégicos más emblemáticos para la economía del país vecino y uno de los que más ha difundido su fama de innovación puntera por el planeta.

Sarkozy también destacó la capacidad de recuperación de Alstom, su brillante determinación de mantenerse a la vanguardia tecnológica y la constante revisión de sus productos. Solo este esfuerzo permanente es lo que ha conseguido, según el mandatario, “que la compañía se recupere de la grave crisis de 2004, que estuvo a punto de obligarla a cerrar”.Una crisis motivada por algunos de los obstáculos que se han visto obligados a superar los fabricantes mundiales de trenes de última generación con remodelaciones de sus productos.

La competencia de las líneas aéreas de bajo coste; el encarecimiento de los precios de los combustibles; la necesidad de optimizar el precio del billete para poder competir; la pujanza de nuevos fabricantes en mercados emergentes…Bastantes son las causas que obligaron a Alstom al replanteamiento de una fórmula de transporte que ha llegado hasta los mismos cimientos.

Renovaciones tecnológicas ante todo, pero también modificaciones enel propio concepto de tren, su moldeabilidad y su papel dentro de lared de comunicaciones del siglo XXI.Estos son los retos a los que el AGV ha venido a plantar cara.

 

Retos tecnológicos

Muchos son los avances del AGV respecto del reputado TGV, pionero en el mundo de la alta velocidad ferroviaria pero cuya fórmula está en proceso de superación y revisión desde hace años. Entre las cualidades centrales del nuevo prototipo, que la empresa espera convertir en una de sus señas de identidad, está su velocidad.

El AGV es capaz de alcanzar 350 km/hora,treinta más que su inmediato predecesor. Lo más sorprendente es que esta sustancial elevación de la velocidad punta del tren viene acompañada de mejoras tecnológicas que disminuyen su consumo energético. La causa de esta reducción es el uso del sistema de “imanes permanentes” que recorta el consumo en un15%, lo que lo convierte además en una opción bastante más ecológica que la mayoría de los trenes existentes en el mercado.

Precisamente, una de las bazas futuras de los trenes de alta velocidades su baja contaminación en contraste con las elevadas emisiones de CO2 del avión, su principal competidor para distancias cortas. La lucha contra el inexorable cambio climático parece apuntar la tendencia a viajar en tren para trayectos de menos de tres horas de duración, ya que acaban no solo con las emisiones de los aviones, sino también con las derivadas de los desplazamientos entre los aeropuertos y el centro de las ciudades.

El AGV es el primer tren del mundo equipado con motores síncronos de imanes permanentes de gran potencia. Han hecho falta muchos avances para lograr la aplicación en el mercado ferroviario de este tipo de tecnología.Fue esencial, por ejemplo, la reducción del precio de los materiales y recursos empleados, como el cobalto-samario.

El encarecimiento del precio de los carburantes y los efectos sobre el medio ambiente han sido las dos razones centrales de que los esfuerzos se hayan multiplicado hasta lograr la superación de estos obstáculos en la utilización de los nuevos motores. La tecnología no es la única clave de esta optimización energética:el nuevo AGV es más ligero que el predecesor de la compañía y reciclable en un 98%.

Gracias a este esfuerzo, Alstom considera que su prototipo cumplirá sobradamente con los requerimientos ecológicos que se puedan derivar en los próximos años de la lucha mundial contra el cambio climático.

 

Usar imanes

En esencia, el punto de partida del funcionamiento de estos motores más ecológicos y eficientes no difiere de las bases del mecanismo de la dinamo de una bicicleta. Las ventajas residen en su relación potencia/peso potencia por unidad de masa) que supera los 1 kW/kg, comparado con los 0,8 kW/kg de las generaciones de motores anteriores.

Con un rendimiento excelente, presentan también la ventaja de ser compactos y eficientes. El uso de los imanes, que crean el campo magnético necesario para el funcionamiento del motor, suprime las pérdidas de energía ocasionadas en los motores eléctricos clásicos.Estos motores se alimentan de convertidores electrónicos a través de los alternadores de alta tensión de tipo IGBT, más compactos que los alternadores de clase GTO.

La utilización de estos nuevos sistemas de tracción ha posibilitado el desarrollo de otra de las diferencias sustanciales del AGV respecto de sus antecesores. El nuevo modelo ha optimizado el número de bogies motores, con lo que no solo se gana en seguridad, sino se aumenta a la vez el espacio disponible para los pasajeros y se reduce el coste de mantenimiento del tren.

Hasta ahora, como sucedía en el TGV, los motores eran de mayor tamaño y se concentraban en las zonas de la cabeza y la cola del tren. En el nuevo AGV se ha logrado distribuir estos motores a lo largo del tren, lo que favorece una utilización más ágil y libre del espacio disponible.

En concreto se ha conseguido liberar hasta un 20% de la superficie antes destinada a los motores. Los nuevos trenes de Alstom ofrecen la opción a sus clientes o líneas ferroviarias decidir cómo quieren usar este espacio, bien para la instalación de más filas de asientos, o bien para el diseño de nuevas salas de servicios para sus usuarios.

La mayor ventajaes que, de este modo, es posible rentabilizar los ingresos del tren, capaz de transportar mayor número de viajeros,sin que se vea afectada la comodidad o prestaciones que éstos tienen a su disposición.

 

Mejor distribución

No solamente se cuida más la comodidad de los viajeros en el interior de los compartimentos, sino también en su acceso a los mismos. La distribución de los motores a lo largo del conjunto del tren permite entrar en los coches desde cualquier punto del andén, a diferencia de los tradicionales donde el principio y la zona central (en el caso de trenes dobles) estaban vetados a los viajeros por albergar los sistemas de tracción.

Esta novedad se aprecia mucho a la hora de moverse por el interior del vehículo, con coches mejor conectados y bastante más espaciosos.Otra de las aplicaciones de estos avances tecnológicos tiene que ver con la modularidad del tren. Al contrario que los TGV, que deben formarse con uno o dos trenes de ocho coches, el AGV puede configurarse en varias versiones, con siete, ocho, diez, 11, 13 ó 14 coches.

Este diseño ofrece a los operadores una amplia gama de trenes que responden a sus diferentes necesidades. La rigidez en la arquitectura del tren se rompe abriendo la puerta a una nueva fórmula de tren más adaptable y menos atado a los esquemas convencionales.Para lograr esta mayor versatilidad del tren, Alstom se ha servido de un método innovador que la compañía ha bautizado ya como “triplete”.

Los coches se disponen en grupos de tres: dos de los coches van con un bloque motor en el bogie motor, y en medio se coloca el tercer coche con un transformador sobre un bogie remolque. Para formar un tren, los tripletes se agrupan y se añade un coche que contiene los equipos auxiliares entre cada uno de los conjuntos. De este modo, la longitud del tren varía según el número de tripletes ensamblados.Un nuevo método que puede revolucionar en el futuro la forma de concebir tanto el transporte de pasajeros como el de mercancías.

 

Trenes articulados

Junto con la introducción de novedades tecnológicas, el AGV se ha completado con el perfeccionamiento de técnicas que ya han demostrado su utilidad en generaciones pasadas de trenes. Entre las más destacadas, la articulación de los trenes mediante bogies intercalados entre los coches, una de las señas de identidad de los vehículos fabricados por Alstom. En los trenes tradicionales, los bogies (que contienen los ejes y las ruedas) están ubicados bajo los coches donde viajan los pasajeros.

Esta localización redunda inevitablemente en un aumento de las vibraciones y la inseguridad para el pasaje.Frente a los trenes no articulados que se unen entre sí mediante acoplamientos,l os articulados se componen de coches interdependientes que necesitan hasta un 20% menos bogies. El efecto en la práctica es una mayor rigidez de los trenes articulados,que les confiere mayor seguridad y estabilidad en caso de descarrilamiento.

Por el contrario, los trenes no articulados están expuestos al llamado efecto acordeón, ya que su estructura es mucho más fácil de de formar.El sistema articulado afecta también mucho a la comodidad del pasaje. Se reducen las vibraciones, que quedan acotadas al espacio entre coches, y se limita sensiblemente la contaminación acústica provocada por el rozamiento del tren.

Al disminuir el número de bogies, se limitan sustancialmente los gastos de mantenimiento, puesto que se trata de los componentes más expuestos a averías por su constante desgaste. Los trenes articulados han logrado reducir hasta en un 30% los gastos de mantenimiento. El nuevo AGV, que alas ventajas del modelo articulado suma las de la distribución de los motores, supone la culminación de ambas vías de investigación. Solo un dato sirve para ilustrar su distancia frente a la competencia: la conjunción de todos los cambios tecnológicos ha conseguido reducir en 50 t el peso del tren, lo que permite rebaja rel consumo energético y mejorar su aerodinámica.

 

Espíritu cosmopolita

Hemos creado este tren porque entendimos que el mercado de la alta velocidad va a evolucionar mucho todavía.Nos hacía falta para responder a esta situación y para aplicar y modernizar nuestra oferta”, subraya Patrick Kron, presidente de Alstom. Así de claro es el papel del nuevo AGV, que la empresa compara incluso con el nuevo avión Airbus 380.

El mercado ferroviario, sobre todo el de trenes de alta velocidad, ha vivido en los últimos cinco años una democratización que ha llegado en la actualidad a su punto culminante. No solamente los países que coronan el ranking de los más desarrollados del planeta pueden presumir de contar con actualizados recursos ferroviarios:Marruecos y Argentina son dos de los nuevos estados que se han sumado a la lista de clientes de Alstom,concretamente del último modelo de TGV.Europa Occidental, con 3.000 km de líneas de alta velocidad, alrededor de 970 trenes en circulación y másde 100 millones de pasajeros al año, es con diferencia el principal mercado del transporte ferroviario de muy alta velocidad y abarca el 70% de las transacciones mundiales.

La expectativa es construir otros 6.000 km de líneas de alta velocidad en toda Europa para el 2020. Por tanto, se espera que la longitud total de la red europea se triplique, lo que nos llevaría a una nueva era del transporte ferroviario de alta velocidad en Europa.Otras partes del mundo comienzan a mostrar interés igualmente por el transporte ferroviario de muy elevada velocidad. En Asia, aparte de Japón, que ya es un miembro establecido en este mercado, también Corea ha adoptado esta tecnología.

China pronto pedirá carta y se espera que construya otros 3.000 km de líneas de alta velocidad en un plazo de 15 años. África tampoco quiere ser una excepción en esta tendencia:Marruecos, Arabia Saudí o los Emiratos Árabes Unidos son algunos de los países que lideraran esta nueva era en este continente.

 

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ITALIA ENCARGA 25 TRENES

La estrategia de adaptación de Alstom al mercado de la alta velocidad se ha visto rápidamente premiada por la confianza que ha depositado en esta firma la italiana NTV, que ha contratado 25 trenes (con una opción de diez más) y ha firmado además un compromiso de mantenimiento asociado. “El AGV es el resultado de una experiencia sin igual en el ámbito de la muy alta velocidad, respaldada por más de 25 años de éxitos, y de una capacidad de innovación que le permite mantenerse a la vanguardia de la tecnología. La confianza de NTV nos brindará la posibilidad de demostrar rápidamente las cualidades de su rendimiento, confort, respeto del medio ambiente y bajo coste en la utilización de nuestro tren”, explica Philippe Mellier, presidente de Alstom Transport.

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UNA EMPRESA CON SOLERA

 

En los últimos 25 años, Alstom ha vendido más de 650 trenes TGV, convirtiéndose en líder mundial de este mercado de alta tecnología. Estos trenes han transportado, con seguridad, alrededor de 1.500 millones de pasajeros a través de 2.000 millones de km –ó 6.500 veces la distancia entre la Tierra y la Luna–. Aunque este producto sea el que ha dado a la empresa mayor renombre internacional, no es el único célebre de su catálogo.

 

Del metro al barco

Alstom se dedica también a la construcción de barcos, tranvías o metros de última generación.Tampoco hay que olvidar el papel desempeñado por la empresa en el mercado de la electricidad o las soluciones de transporte adaptadas a las necesidades de numerosas ciudades. Desde los tranvías de la localidad madrileña de Parla hasta el innovador metro de Santiago de Chile, la corporación francesa Alstom ha sabido mantenerse a la vanguardia del transporte en un mundo globalizado y penetrar en diversos mercados nacionales. En el caso de España, por ejemplo, la empresa brinda más de 2.500 empleos estables distribuidos en sus centros industriales de Cataluña, Madrid, País Vasco, Castilla-La Mancha, Baleares, Navarra y Andalucía.